Tres días.

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Decidieron por voluntad propia que seguirían juntos, pero no tan juntos a la vez.

Erskine se ofreció a ayudar a Tony con sus estudios prestando algunos de sus libros y conocimientos adquiridos en universidades prestigiosas. Steve no se lo diría, pero el quería que Tony pudiera entrar en el MIT el año próximo. Estuvo investigando y resultó que los omegas ya eran más aceptados en lugares como esos, sería todo un desperdicio si Tony no aprovechaba su oportunidad.

El genio lo acompañaba hasta la puerta en donde se separaba lentamente de su brazo dándole un beso en la mejila como despedida.

Las labores de Steve a veces resultaban tediosas. Entrenar a los reclutas nuevos y verificar el estado de las misiones.

Una misión en especial.

Howard llegó al tiempo esperado. Lo primero que hizo fue olfatearlo y preguntarle donde demonios estaba su cachorro.

—Está con Erskine, se está preparando para el MIT.

—No necesita mucha preparación, es un genio.

—Si, el es tan... —El capitán suspiró al recordar la tierna cara del muchacho sobre su espalda al llevarlo a casa. Delineando una suave sonrisa en su rostro.

—¿Tan?

Steve espabilo y acomodó su postura. —Tan, tan... inteligente.

Howard entrecerro sus ojos al ver sus reacciones. Sonrió. —Eso es algo que ya sé, Steve.

—Nunca está de más decirlo.

—Bueno, dejando todo ese asunto de lado quería hablarte de los últimos avistamientos.

El semblante de Steve decayó por esa noticia. —No está confirmado.

—Steve no podemos seguir en negación. Así nunca avanzaremos y seguiré poniendo la vida de mi hijo en riesgo, yo no quiero que Tony viva así.

—Y yo tampoco lo quiero Howard, pero no moveré a SHIELD por sospechas.

Stark pensó seriamente en desobedecer, pero este contrato que tenían se podía romper y eso no esa conveniente, no para su pequeño Tony.

***

Erskine le trajo más de aquel dulce que le dio aquel día si era un buen muchacho y se dejaba examinar.

El doctor notó que el chico era muy reservado. Le gustaba entablar largas charlas de innovaciones científicas, pero muy poco de su vida.

—Cuéntame un poco de tu infancia, Tony.

—No hay mucho que contar, Jarvis, mamá y casa. Italia por un tiempo y también en casa. Tengo más interés en saber cosas de usted. Como por ejemplo ¿Por qué eligió a un chico tan escuálido como Steve Rogers?

Abraham estaba acostumbrado a esta clase de preguntas.

—El suero fue elaborado para alguien de buen corazón. Ya sabes lo que pasa con la gente mala ¿Verdad?

—Red Skrull.

—Exacto, pero gracias a Steve el ya no es una amenaza. Steve lo eliminó y pudo salir a tiempo.

—Cuénteme más de ese día. —sus ojos marrones brillaron. —Papá me lo contaba todo el tiempo, pero me encantaría saberlo por usted. Otra perspectiva. 

—Siendo sincero pensé que nunca regresaría. Incluso Peggy lo besó por lo que me contaron.

Al parecer eso despertó algo de celos en el chico que soltó un aroma. Uno que fácilmente podría identificar como...

—¿Peggy fue muy importante para él?

—Estuvieron a punto de casarse. No obstante no puedes mandar en el corazón de las personas, Steve podía estar muy enamorado y Peggy solo medianamente enamorada.

—¿Medianamente?

—Su corazón le pertenecía a otro. Un agente de la SSR.

—¿Puedo llevarme estos? —señaló los libros.

—Por supuesto.

***

Tony podía reconocer el aroma se su padre. Le asombró notar que no era su padre sino la famosa Peggy en la oficina de Steve.

Con cautela pegó la oreja a la puerta.

—Creo que eso es todo por hoy.

El chillidos de la silla hizo que retorcediera y abriera la puerta en el momento en el que estrechaban sus manos.

Tony prácticamente corrió hacia Steve alegando que lo extraño mucho y que quería regresar a casa porque tenía mucho frío. 

—Umh, Peggy te presento a-

—Tony. —cortó la dama mientras sonreía. —¿Él es..?

—Si. Él es Tony Stark, hijo de Howard y María. Actualmente-

—Su esposo.

Al parecer todos querían interrumpirlo ese día.

—Él luce muy pequeño.

—Esa la contextura de su cuerpo. —contestó Steve al tomar su chaqueta y ponerla sobre sus hombros.

—Me refiero a su edad.

—Oh, bueno es muy difícil y largo de explicar, quizá otro día, solo no lo malinterpretes. Ni siquiera dormimos juntos.

Peggy asintió para luego dejar sola a la parejita.

—¿Me vas a preguntar sobre mi día o yo tengo que empezar la conversación?

***

La parte favorita del día de Steve era cuando llevaba a Tony a casa. Le encantaba sentir el viento golpeando a su rostro al conducir y acelerar un poco.

Llegando cocinaba un poco, jugaban memoria y dormían. 

No obstante hoy su rutina cambió.

Al llegar Tony se tumbó en el sofá y dijo que le dolía la cabeza y el vientre. Dentro de un rato comenzó a sentir mucho calor dejandolo en paños menores.

Steve tuvo una sospecha cuando Tony comenzó a necesitar más de su contacto.

El rubio se apresuró a tomar supresores para no generar desastres.

—¿Estoy enfermo? —preguntó el joven que en la bañera.

—No, solo estás experimentado tu primer celo. Y eso está bien, significa que tu cuerpo está listo para... ya sabes. Procrear.

—Pero... yo no quiero procrear.

—Si eso también es normal. Solo necesito que te calmes y tomes tu medicina. Es simple ¿puedes hacer eso por mi?

El omega asintió. Steve abrió una pomada y la unto en su nariz.

—Solo es por precaución. Es mejor si no conozco tu aroma.

***

Steve estaba por volverse loco en una batalla entre su moral y su instinto. El cuerpo caliente de Tony se encajaba a la perfección sobre el suyo. No era propio, no era buena idea y definitivamente necesitaba alejarse.

—Tony sería mejor si te alejas un poco.

Fue ignorado. Su cuello reposó la cabeza del castaño al hundirse más y más. —Me gusta aquí, Steve.

—Tony esto no es apropiado. Eres joven y yo sería visto como un pervertido.

—No lo veas así. Mírame como si estuvieras cuidando de un cachorrito.

Sonrió. —Los cachorritos no duermen sobre alguien en un sofá.

—Solo tres días. —dijo alzando su cabeza para mirar con sus ojos cristalinos.

—Está bien, cachorrito. Solo tres días.

La burbuja feliz era contemplada por una sombra negra que los juzgaba en silencio. Posando sus ojos en el omega.

Arnie [Stony]Where stories live. Discover now