Camerino

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POCHE

Podría definir a Daniela Calle en una sola palabra: sexy.

Castaña, ojos color avellana, boca carnosa, culo delicioso y pechos definitivamente naturales. Por no mencionar su carisma y su increíble sentido del humor. Estaba segura de que haríamos una buena pareja, y no podía esperar a estar en escena con ella debajo de mí, o encima, o de lado, o en cuatro.

Me reí suavemente de mis pensamientos y tiré de mi bebé más reciente en el aparcamiento de la productora. Mi DB10 se convirtió en mi auto favorito, después de que un hijo de puta estrelló a mi DB8 y el seguro lo diera como pérdida total.

¿Qué puedo hacer? Las mujeres también tienen sus juguetes. Tengo dinero y no estoy dispuesta a conformarme con menos de lo que puedo y merezco. Laura sonrió ampliamente al pasar por el pasillo y yo le devolví la sonrisa, mirando el reloj de mi muñeca. Nueve cuarenta y cinco de la mañana, y estoy segura de que los próximos quince minutos serán los más largos de mi vida.

-¿Quince minutos antes? Es un milagro, Poche, nunca llegas temprano. - dijo Amalia al verme salir del ascensor. Tenía una sonrisa en la comisura de los labios y su ceja estaba arqueada. Esa bastarda me conocía demasiado bien y eso era terrible. - Puedes relajarte, cariño, fingiré que no sé por qué has venido antes. Daniela está en el camerino número cinco, para que lo sepas.

Me guiñó un ojo y se marchó sin darme la oportunidad de responder. Sabía que estaba un poco ansiosa por la escena que iba a hacer, pero ¿qué mujer en la tierra no lo estaría? Con una sonrisa en la comisura de los labios, me dirigí a los vestuarios y llamé a la puerta, obteniendo un "pase" como respuesta.

Daniela llevaba una bata blanca y su pelo castaño estaba suelto, parecía más relajada. Reprimí el impulso de mirarla de arriba abajo y entré, cerrando la puerta tras de mí.

-He venido a ver cómo te sientes, cariño. - Me acerqué a ella y me senté a su lado en el sofá.

-Qué amable de tu parte. - puso los ojos en blanco, haciéndome reír. - ¡No entiendo el chiste, María José!

-Sólo, Poche, Daniela. Y la diversión está en ti. Relájate, ¿vale? No muerdo... A menos que quieras que lo haga, por supuesto. - le dije, mirándola directamente a los ojos.

Se mordió el labio, algo de lo que estoy segura es que la estoy afectando, y eso me hacía feliz, muy feliz.

-Quiero que sepas que no tienes que estar nerviosa. Sé que esto es muy nuevo para ti, sé que no quieres estar aquí, pero ya que lo estás, intenta disfrutar del momento. - Me acerqué a ella y tomé sus manos entre las mías, besándolas una a una. - No dejaré espacio para que pienses en dónde estás, o en lo que nos rodea, Daniela. Cuando esté dentro de ti, tocándote, o besándote, sólo estaremos tú y yo. Te lo prometo, pero tendrás que confiar en mí.

-¿Confiar en ti? A penas te conozco, Poche. - murmuró, apartando la mirada de mí.

-Pero esta es una oportunidad para conocerme. Mírame, Daniela. - se giró y me miró con desconfianza y yo luché por no reírme. - Eres una mujer hermosa, muy sexy, y lo harás muy bien. Confía en mí y saldrás flotando de aquí. Voy a hacer que te corras, nena. Una y otra vez.

Me dirigió una mirada intensa y luego se le escapó una carcajada sonora y sarcástica mientras apartaba sus manos de las mías y colocaba una delante de su boca.

-¿Vas a hacer que me corra? ¡Vamos, Poche! ¿De verdad crees que todas las mujeres del mundo son tan estúpidas como para creer que una chica disfruta en una película porno? ¿O hasta al punto de creer lo que dijiste en esa entrevista, que siempre haces que una mujer tenga un orgasmo? - negó con la cabeza, todavía riendo. - No soy como tus... fans, o como llames a las mujeres que casi lamen el suelo que pisas. No me creo esa ridícula historia, ¿vale?

-Um... ¿Así que has estado investigando sobre mí? - pregunté, recostándome en el sofá e ignorando toda su ridícula burla. -Eso es genial, me encanta actuar o conocer a chicas que saben con quién están tratando. Eso significa, Daniela, que lo que lees es totalmente cierto. Tengo mucho equipaje, bebé, y ese equipaje me ha aportado mucha, mucha experiencia. - Me levanté, pero antes de darme la vuelta para irme, me detuve frente a ella y me incliné, haciéndole sentir mi aliento en la cara. - Estoy dispuesta a mostrarte toda mi experiencia cuando estés debajo de mí, mientras te follo y te hago gemir mi nombre en voz alta.

Sentí que contenía la respiración y supe en ese momento que Daniela no era una mujer tan fácil de mirar y que todo esto sólo estaba haciendo que mi lujuria por ella creciera de una manera que no podía controlar.

ESTRELLA PORNO (caché) {Terminada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora