Después de la deliciosa locura que cometimos en el baño, Poche y yo reaparecimos en la fiesta con una sonrisa en la cara. Toda la tensión sexual que se había acumulado dentro de las dos estaba adecuadamente controlada, no del todo saciada, no creo que alguna vez estuviéramos completamente saciadas, pero no era nada que no pudiéramos esperar hasta llegar al hotel. .
Poche parecía conocer a todas las personas de la fiesta y todos la miraban con asombro. Estaba muy orgullosa; ese era su mundo, donde se hacía profesionalmente y no podía verla trabajando con otra cosa que no fuera pornografía.
En menos de media hora, todos estaban sentados en su mesa y un maestro de ceremonias presidía la entrega de premios. Era graciosa y hacía bromas sucias a cada momento, porque nadie en ese lugar se ofendería al oír hablar de sexo. Amalia estaba en el escenario agradeciéndole por ganar el premio a productora pornográfica y Nela la miraba con orgullo. Poche también estaba orgullosa y, sinceramente, yo también. El negocio del porno no está tan bien pagado; hacerse un nombre en este campo ya es difícil, imagina una productora?
Nos guste o no, Amalia era una mujer guerrera y ahora la admiraba por su fuerza y coraje para seguir adelante.
Todavía estaba pensando en eso cuando escuché el nombre de Poche y el mío pronunciado por el maestro de ceremonias. Todos a mi alrededor se pusieron de pie y aplaudieron, mientras yo miraba alrededor, queriendo entender qué estaba pasando. Poche se levantó y me llevó con ella, riendo como una tonta.
- ¿Qué está pasando? -Le pregunté al oído.
- ¿Cómo asi? ¿No has oído? Preguntó y negué con la cabeza. Ella se rió aún más fuerte. -Ganamos, cariño. ¡Ganamos Mejor Película!
Oh Dios mio.
¿Cómo asi? Está bien, sabía que podíamos ganar, porque Poche es una actriz muy aclamada por todos, pero no había pensado en la posibilidad de ganar. Mucho menos subir al escenario, junto a Poche, como hacíamos ahora.
Dos mujeres nos entregaron un premio a las dos. No se parecía en nada a los penes dorados que Poche tenía en su apartamento, era solo una simple figura, con las letras AVN y debajo, escrito en dorado “Best Picture”. El maestro de ceremonias dio paso a Poche, quien se acercó al pedestal y comenzó a hablar:
“No soy mucho para dar discursos, saben…” Se rió y todos comenzaron a gritar. — Pero cuando recibí este premio, me sentí obligada a decir algo. O mejor dicho, para decir gracias. En primer lugar, quiero agradecer a Amalia, que firmó un contrato con esta hermosa niña —me miró y me guiñó un ojo—, en segundo lugar, quiero agradecer al destino por haberla puesto en mi camino. Por darme la oportunidad de conocerla y grabar con ella. Porque señoras y señores, grabando con ella, que es una persona hermosa, maravillosa, pero loca de cojones, tuve la oportunidad de conocer a la mujer de mi vida.
Ella me miró y sonrió cuando sentí que mi corazón saltaba en mi pecho. ¿Qué estaba haciendo esa chica loca?
-Voltea.- Señaló la pantalla, donde se estaban reproduciendo escenas de nuestra película. Sentí mis mejillas calentarse automáticamente. -chicos, es mi última película. Encontré a esta mujer, que es toda una diosa, que ya no me deja ponerme cachonda por otra. – todos rieron y hasta yo me reí al ver su cara graciosa. -Es verdad, mi polla simplemente sube por ella. Mi corazón solo late por ella, ahora solo vivo gracias a ella. Se volvió hacia mí. Mi corazón casi saltó fuera de mi caja torácica.
-Mi mundo se reduce a ti, Daniela Calle. La verdad es que me muero por llamarte Daniela Garzón, pero eso no depende sólo de mí. -Se arrodilló a mis pies, sacando una pequeña caja de detrás de su cuerpo. – ¿A qué hora la consiguió que yo no vi? – Cuando la abrió, pude ver un hermoso anillo adentro con una piedra roja. -Ese anillo refleja tu corazón, porque, Después de tu cuerpo, fue tu dulce corazón del que me enamoré y luego tus ojos. Quienes reflejan perfectamente la increíble mujer que eres. Quiero despertar todos los días y ver esos ojos frente a mí. Quiero tenerte a mi lado todos los días, por eso te pregunto:
¿Quieres casarte conmigo?
Creo que todos gritaron, algunos me dijeron que dijera que sí, pero lo único que pude ver frente a mí fue a Poche. Esa mujer loca, hermosa, maravillosa que quería ser mía para siempre.
Yo también quería ser de ella para siempre, así que solo me quedaba una cosa por decir:
- Sí. ¡Dios mío, Poche! ¡Sí, mil veces sí! -Dije, sintiendo mis ojos llenarse de agua.
Poche puso el anillo en mi dedo y se puso de pie, tirando de mí para besarme. Le correspondí, sintiendo su corazón latir al mismo tiempo que el mío. Esa era la mujer que amaba.
La mujer que sería mi esposa.
...
¿Listos?, se acerca el final...
