Funeral

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CAPÍTULO 9

Si Enji quería que solo fuera suyo, lo único que tenía que hacer era reclamarlo.

-Debí decirle eso -murmuró comenzando a trotar para regresar a la academia.

¿Qué debía hacer? ¿Hablar con Shie y terminar su relación de forma definitiva? Aquello lo orillaba a cortar todo lazo con la mafia y quedar por sus propios medios. Pocas veces había hecho lo correcto, se había movido siempre de forma turbia, en un mundo de sombras, pero Enji era un héroe, una persona honesta y recta. Terminar su relación con Shien no solo sería por estar con Enji, sino por vivir acorde a su sueño de convertirse en un héroe, debía comenzar a hacer las cosas del modo honesto.

Paró de correr y sacó su celular y por primera vez marcó el número que tenía prohibido.

-Hola, ¿Podemos vernos?- preguntó mordiéndose el labio inferior nervioso escuchando la voz grave y masculina del otro lado hablando. -Te envío mi ubicación- le dijo antes de colgar y enviar un mensaje, se compró un café de lata y se sentó a esperar.

La limusina se detuvo frente a él pero Shie no estaba dentro, le abrieron la puerta para que subiera y llevarlo al Estado de los Ocho Preceptos de la Muerte. Cuando bajó lo encaminaron a la entrada donde un chico de su edad le recibió bloqueando la entrada rodeado por su séquito de seguidores, los actuales preceptos.

-¿Qué haces aquí?- le preguntó frunciendo el ceño al verlo aparecer dado que aquel lugar era peligroso para el rubio, el castaño de ojos dorados se cruzó de brazos sobre el pecho analizandolo, su mano derecha Kurono Hari y su mano izquierda Shin Nemoto se mantenían cercanos pero sin tocarlo a una distancia prudencial del próximo joven líder.

-He venido a hablar con tu líder Kai-le dijo. -Quítate de mi camino o me abriré paso, me esperan- sacó de su espalda un par de plumas largas como espadas para hacer énfasis a sus palabras aunque sabía que no era rival para los preceptos o contra Kai, las manos enguantadas de Overhaul temblaban de ira al escucharlo enojado por los extremos a los que estaba llegando pero aún así se hizo a un lado.

Cuando Hawks pasó a su lado pudo escuchar sus palabras diciéndole que su tiempo como amante del líder de la mafia estaba llegando a su fin. Una anciana le condujo por la laberíntica mansión hasta la habitación donde el anciano se encontraba contactado a múltiples aparatos, se quedó asombrado de verlo en aquel estado deplorable pero el hombre alzó su mano a él y el rubio corrió a tomarla.

-No... debiste venir...-le dijo suave sonriendo, luchando por hablar e incluso esa pequeña acción parecía requerir un esfuerzo mayúsculo. -Pero...me alegra saber que tu cara será lo último que veré...- le dijo con voz estrangulada.

Hawks acarició sus dedos fríos, tenía los labios y la piel reseca, parecía haber empeorado en picada desde la última vez que se vieron, el hombre siempre estuvo en una lucha contra el tiempo donde todo era paliativo, sólo aguardaba a la muerte que le rondaba.

-Hawks...¿Qué tenías que decirme?- le preguntó acariciando su mano.

-Shie...- se mordió los labios se sentía terrible al verlo así, decidido a ser valiente alzó los ojos a él y comenzó a contar su historia con Enji, sus confusiones, su familia, sus problemas y contradicciones, el mayor le escuchó paciente y le sonrió.

-Me habría gustado...hablar con él...- le dijo recordando su último encuentro en la entrada de la academia -Cuando me dijiste que querías entrar a la UA pensé que esto pasaría... que te enamorarías de alguien más... pero creí que sería alguien de tu edad...pero tiene sentido que te guste alguien mayor...va con tus gustos, hombres poderosos...con dinero y fama...eres...demasiado precoz y seductor...por eso me interesé por ti, Kai nunca quiso vernos juntos, porque...no te enamoraste de él y nunca lo consideraste siquiera...-le dijo con una leve sonrisa.

Llámame HawksOnde histórias criam vida. Descubra agora