Capitulo 4

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Suena, suena y suena el teléfono del chico, era tarde, entre las once o doce de la noche.

El muchacho se habia dormido mientras le explicaba a Demencia por que debía saber sobre física para poder ser una buena asesina a sueldo y matar sin que la atraparan en el acto.

Ella también se habia dormido.

La cama estaba pegada a la pared, el estaba sentado apoyándose en la misma y su ahora compañera de cuarto tenia su cabeza recostada en su hombro.

Despertó y la habitación aun estaba iluminada por la luz de la lampara de su mesa de noche.

Se percató de la situación en la que estaba.

Contestó la llamada rapido antes de que el sonido despertará a la chica.

- ¿Que pasó? - pregunto preocupado al responder la llamada, a esas horas nadie te llama solo por que si. -

- Necesito verte. - contestó y se podía escuchar en su voz que habia estado llorando. -

- ¿Ya viste la hora? - le preguntó. - Con gusto te ayudaría pero, recuerda lo arriesgado que es para mi ir hasta tu habitación justo ahora.

- ¿Me vas a dejar sola? - preguntó con la voz rota y la respiración agitada. -

Escucharla asi le dio un golpe al pecho, ya esto habia sucedido antes y Cecilia no lograba calmarse hasta después de un muy buen rato que él la consolaba.

Siempre iba a su habitación a escondidas a como diera lugar para ir a verla, ella en cambio a Demencia tenia su habitación en el mismo edificio que él pero, no por eso era sencillo escabullirse a donde ella estaba.

A esas horas cualquier estudiante tenia terminantemente prohibido estar fuera de sus habitaciones, ya ni digamos ir a meterse a otro piso.

Flug estaba un piso abajo al de ella, ir a verla involucraba que subiera por las escaleras de emergencia y luego intentará lo mejor posible burlar las cámaras.

Una vez lo cacharon y ya tenia amenaza de que si volvia a hacerlo podia tener un serio castigo y hasta una expulsión.

Gracias a eso, Cecilia habia intentado no llamarlo pero, justo esa noche decidió olvidar eso y llamarlo

Si podía ayudar a la sabandija peliverde ¿Por que no podia ayudarla a ella?

- Déjame ver que hago, por favor. - le pidió, si iba a ir primero tenia que encargarse de mover a Demencia sin despertarla. -

- Ya no me quieres, yo lo sé. - sollozo y comenzó a llorar a través del teléfono. -

- No digas tonterias, - contestó. - tengo que idear como llegar sin que me atrapen de nuevo. - le recordó. -

- ¿Vendrás? - le preguntó ella tratando de calmar su llanto. -

Tardó unos segundos en responder.

Lo estaba dudando pero, realmente estaba convencido que solo el podía ayudarla.

- Deja la puerta sin seguro, - dijo, siendo esto un claro si. - llegaré a como pueda.

- Te espero. - fue lo último que dijo ella y se corto la llamada. -

¿En que momento se habia quedado atrapado entre estas dos chicas que parecían necesitarlo tanto?

Comenzó a apartar a la chica de él con suavidad y a como pudo recostó su cabeza en la almohada para luego tomar una sabana y arroparla con cuidado.

Ya seria mucha mala suerte si ella se despertaba justo en ese momento.

Salió del cuarto en silencio y como en veces anteriores, tuvo el cuidado de ver a su alrededor si no había ningun robot vigilante cerca.

°Amantes de Medianoche° DemenflugWhere stories live. Discover now