Capitulo 14

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Se juntaron en un beso que a pesar de como estaban ambos en ese momento fue lento, mucho más un beso amoroso que uno de lujuria.

El no cesaba en su toqueteo, sus manos subían y bajaban del cuerpo de ella con suavidad como si él quisiera memorizar como se sentia cada centímetro de su piel para nunca olvidarlo.

Ambos detuvieron para por fin deshacerse de lo poco que podían tener encima cuando extrañamente sonaron unos toques de puerta.

Los dos se vieron asustados con los ojos exageradamente abiertos.

- No le puse seguro a la puerta. - murmuro el chico en ese momento sin ayudar en nada a que ella se calmará. -

- Shhhhh. - lo calló ella y se bajo de las piernas del chico para correr a la puerta y ponerle seguro. - ¿Quien es? - preguntó en voz alta. -

Pobres despistados, se les olvido que era jueves y que los condenados jueves pueden ser días de revisión de cuarto.

En este momento se preguntarán, ¿Como estos dos le habían hecho para que no supieran los de la escuela que ambos habían pasado meses viviendo juntos?

Los jueves los dos se iban a cenar un poco antes de que se hiciera la revisión, rara vez hacían las revisiones pero, era algo que ambos tenían en mente por que si la escuela se daba cuenta que habían dos alumnos durmiendo en una habitación podía armarse un problema bastante grande.

Si no encontraban a nadie en la habitación no pasaba nada, ellos llevaban llaves y entraban a verificar junto con un perro entrenado para saber si habían drogas o no por que ese era un problema recurrente en varios alumnos.

- Vengo a hacer revisiones de todas las habitaciones de este piso, - contestó una voz masculina poniéndole los nervios de punta a la chica. - soy de parte de la administración de la escuela.

- Que oportuno que venga justo ahora, - comenzó a improvisar la chica para ganar tiempo para ella y su compañero. - justo iba a tomar un baño así que debo vestirme de nuevo.

Hubo silencio al otro lado de la puerta, el chico más rápido que ligero ya se habia puesto su camiseta y su mochila pero, no sabia en donde carajos esconderse.

Demencia no tenia muebles en la habitación apenas estaba el closet y la cama por que la habitación había tenido que ser reconstruida casi desde cero por lo que ahora estaba justo igual a como se las entregan a los recién entrados.

- Le daré unos minutos para que lo haga, - habló él. - la espero.

Ella se alejó de la puerta y recogió su ropa para ponérsela.

- ¿Que hago contigo ahora? - le dijo ella a él tratando de mantener un tono de voz baja para que no se escuchará hasta afuera. - No te puedo meter al puto baño por que también revisan ahí y peor a mi con mi historial de adicta a los somníferos. - se quejo ella. - Debajo de cama tampoco, tal vez el closet. - opinó. -

- ¿No crees que es demasiado obvio el closet, también? - la cuestionó él. -

- Ayúdame, cerebrito. - le pidió ya con el brassiere puesto y acomodándose su camisa del uniforme. - Tú quisiste venir, yo no te llame. - le recordó. -

- Decido tener un detalle lindo contigo y te pones así. - refunfuño él aun sentado en el borde de la cama. -

Ella se puso frente a él y se inclinó hacía él para que su rostro quedará bastante cerca de él.

- Y muchas gracias, - le respondió ella. - pero, tenemos un gran problema justo detrás de la puerta.

De brusco le dio un pico y volvió a como estaba.

°Amantes de Medianoche° DemenflugWhere stories live. Discover now