Capítulo 8

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失控。

Capítulo 8 — Fuera de Control.

Si el tiempo se rebobinara a tres días atrás, y alguien le hubiera predicho a Mo Xi: "Jejeje, Xihe-Jun, te lo diré en secreto, ¿de acuerdo? En tres días irás a buscar una prostituta". Entonces Xihe-Jun definitivamente sería capaz de martillarle a pedazos la cara a esa persona hasta sacarle todos los dientes.

Pero en este momento, no le quedaba más remedio que seguir montando sobre el lomo de este tigre.¹

(¹* 别无选择 [Bié wú xuǎn zé]: Situarse en una posición de la que no es posible retirarse; agarra un lobo por las orejas; no tiene forma de retroceder; comprometido irrevocablemente; como montar en un tigre.)

Finalmente, seleccionó "charlar", golpeando con los nudillos esta palabra. Todo su rostro se volvió azul al elegirla, y su expresión estaba llena de una oscuridad reprimida.

Mo Xi había terminado de elegir.

Gu Mang extendió su mano hacia él.

"¿Qué estás haciendo?"

"Dame el dinero."

"... ¡Tú!" Mo Xi estaba tan enfurecido que sus ojos se pintaron de rojo, pero estaba tan bloqueado que no podía decir una oración completa: "¡Yo—!"

Gu Mang no dijo nada, sólo extendió en silencio sus manos y esperó el dinero. En estos días, no hablaba mucho, y si podía evitarlo, entonces no abriría la boca.

Sin embargo; el General Gu que Xihe-Jun recordaba era un hombre de muchas palabras.

Cuando estaba de pie bajo el sol abrasador, frente a las columnas de soldados en el campo de entrenamiento, siempre caminaba de un lado a otro con sus pasos rítmicos orgullosos e majestuosos. Levantando en alto la cabeza para dar instrucciones, con la piel reluciente de sudor, como cuentas de cristal que redaban del pelaje de un guepardo. Siempre con una amplia sonrisa, su sonrisa revelaba un pequeño diente canino, sus brillantes ojos oscuros estaban húmedos y relucientes.

Mo Xi le dio la divisa más valiosa de toda la Nación Chonghua, un cauri de oro.²

(²* [bèi]: Las conchas de cauri se utilizaban tradicionalmente como moneda de intercambio en la antigua China durante la Dinastía Shang. Inserto imagen al final del capítulo.)

Sin darle las gracias, Gu Mang se levantó y se dirigió al borde de su estantería, bajó un pequeño frasco de arcilla, colocó cuidadosamente el cauri de oro en él y luego volvió a poner el frasco en alto de la estantería.

Mo Xi se limitó a observar con indiferencia, su corazón estaba lleno de sentimientos encontrados; ira, odio, resentimiento, todo lo que se pueda imaginar. Miró la espalda de Gu Mang y de repente preguntó con frialdad: "¿Cuánto dinero has ahorrado en ese frasco?"

¿A cuántas personas has permitido que te maltraten, te humillen y te pisoteen?

.... Tú....

¿Con cuántas personas te has acostado?

Gu Mang seguía sin decir nada, y una vez guardado el frasco, volvió a sentarse frente a Mo Xi. Bajo la luz tenue de la lámpara, era difícil ver con claridad el rostro de Gu Mang.

Mo Xi no sabía si había alguna emoción sutil en su rostro que no había captado.

Gu Mang estaba demasiado sereno, tranquilo e incluso parecía un poco anormal.

Restos De Inmundicia - 余污Donde viven las historias. Descúbrelo ahora