CAPÍTULO 3

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Después de llegar de la escuela fui directamente a mi habitación, no sacaba energías para hablar de lo sucedido y mucho menos para contárselos a mis padres

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Después de llegar de la escuela fui directamente a mi habitación, no sacaba energías para hablar de lo sucedido y mucho menos para contárselos a mis padres. No quiero que me llamen la atención o mucho menos que me ignoren y sé que no me van a creer. Toda mi vida ha sido así.

Me cambio por una ropa más suelta, un vestido largo de mangas largas que me cubren toda la piel. Delicadamente me visto, como una muñeca de porcelana a punto de romperse. Mi cabello negro y cobrizo se deslizan por mi cuerpo. Voy hacia el baño para lavarme la boca, me lavo la cara para ocultar con maquillaje la única marca en mi visible piel, al terminar me tiro a la cama y acabo durmiendo.

Al día siguiente aun acostada en mi cama, pierdo la mirada fija en el techo con miles de pensamientos, anoche me despertaba varias veces sin poder conciliar el sueño, hoy me he despertado antes de la hora que suelo levantarme. El sonido del despertador resuena en mi cuarto, me incorporo para apagarlo, saliendo de la cama me preparo para lo que me espera en la escuela.

-Buenos días ama -saludo a mi madre viéndola hacer el desayuno.

-Buenos días, Liv -me devuelve el saludo concentrada cocinando.

-¿Y mi papá? -pregunto curiosa.

-Aun duerme el flojo ese, desayuna bien por favor -dice mi madre irritada por mi mala alimentación por las mañanas.

Mi madre pone el plato de comida en la mesa, son unos huevos revueltos con arepa asada, me lo quedo mirando perdiéndome en mis pensamientos.

《Como me encantaría tener ahora mismo a una amiga para contarle todo esto》

*Pero no la tienes*
Resuena una voz en mi mente, lo ignoro siguiendo con mis pensamientos raros.

Antes no tenía muchos amigos, no éramos estables en ninguna ciudad por lo cual siempre conocía a nuevas personas y no siempre caía bien.

《¿Qué haré ahora en la escuela, sin poder hacer nada? y si...》

-¡Livia! -el llamado de mi madre retumba mis oidos haciendome regresar a la realidad.

-¿Q-que? -me asusto.

-¡No has tocado nada del desayuno! Que mariquera contigo todos los días -dice mi madre histérica.

-Mamá no tengo hambre ¿sí?, perdón de verdad, pero es que no doy para tragar, no puedo, me da nauseas -digo rogando.

《Quiero irme》

Mi madre no dice nada, sin esperar una respuesta de ella, me levanto de la silla recogiendo mi bolso de la silla y salgo de la casa en camino a la escuela.
Dando paso hacia mi destino, miro locales cerca por donde vivo, veo uno lleno de gente "Donde el lugar esté lleno, es bueno" decido entrar a una cafetería para beber algo dulce. pensaría que tuvierna diabetes pero no.

Al entrar siento el aroma de café 《como extraño mi café colombiano》 sonrío sintiendo la mirada pesada en mi cuello, volteo en busca de la persona, pero lo difícil es la cantidad de gente en el lugar y no coincido con nadie. Volteo para ver el menú de bebidas calientes y me pierdo en ello en mis pensamientos.

El Mundo Oscuro y NosotrosWhere stories live. Discover now