OBLIVIATE - |DRARRY|

EL TRASLADO

Harry salió de la casa de sus tíos seguido de Hermione y Ron.
—Bien. ¡Directo a la Madriguera!—gritó Moody.
Harry soltó a Hedwig—A la Madriguera—le susurro, esta desplegó sus alas y voló.
El muchacho de ojos verdes miro a Hagrid y subió a su moto.
—¿Listo?—preguntó Hagrid al verlo tan pálido.
—Si...—respondió en un susurró.

*

—¡Es momento!—gritó Voldemort elevándose en los aires.
—¿Draco? ¿Estas bien?—preguntó Narcissa a su hijo.
—Si madre, vamos—Draco se elevó en los aires como todos los mortifagos hacían, pero él no iba para matar a Potter, iba a protegerlo.
—"Granger, Granger, por tu bien espero que Harry este seguro"—pensó el chico.

*

La moto de Hagrid se elevó y salieron disparados por el aire.
Después de un rato de andar volando por el Londres muggle, Harry diviso una gran nube con rayos saliendo por todos lados, entraron en ella y para sorpresa de Harry había muchos mortifagos. De un momento a otro Harry diviso a un mortifago lanzar una maldición. El chico la desvió con su varita y siguió alerta de lo que sucedía. Demasiados mortifagos iban y venían lanzando maldiciones. A lo lejos podía ver a sus amigos protegiéndose con sus varitas para no ser heridos.
De pronto y sin verlo un mortifago se aproximó a él lanzando una maldición siendo interrumpida por alguien. Al principio el chico no pudo ver de quien se trataba pero después entre todo el alboroto logro ver una cabellera rubia que trataba de protegerlo.
Draco volteo para ver a Harry. Ver esos ojos esmeraldas que tanto le encantaban. Pero el rubio recibió otra maldición que lo hizo caer.
—¡NO!—gritó Harry viendo caer a Draco —¡Aresto momentum!—gritó apuntando con su varita al rubio.
Narcissa quien había visto todo fue detrás de su hijo.
—Potter—susurró Voldemort detrás de Harry. Este volteo rápidamente y vio una ráfaga de luz verde yendo en su dirección. Apunto con su varita a Voldemort.
—Expelliarmus—pensó el chico haciendo salir una ráfaga de luz roja de la punta de su varita.
Un mortifago se acercó por la espalda del chico y lanzó una maldición pero Hedwig se interpuso.
—¡Hedwig! ¡No!—gritó el chico. La lechuza cayó muerta por los aires.

*

—¡¿Draco?!, ¿estás bien?—gritó la madre del chico.
El rubio se encontraba tirado en el asfalto de alguna carretera solitaria.
—¿Draco?—susurro Narcissa al oído del chico.
—¿Madre?—susurro el chico entre abriendo sus ojos—¿Dónde estoy?, ¿Y Harry?—preguntó sentándose.
—Él está peleando arriba. Uno de los nuestros te lanzó una maldición y caíste pero... Pero... Potter te salvo...—dijo la madre del chico—"¿Dijo Harry?"— pensó la angustiada madre de Draco.
—¿Que?
—Lanzó un Aresto Momentum cuando te vio caer...
—¡Oh! ¡Auch!—dijo el chico agarrando fuerte su brazo. Tenía una herida de la que brotaba un pequeño chorro de sangre.
—Vamos a casa, cariño—la madre del rubio lo ayudó a levantarse y elevaron por los aires en dirección a la Mansión.

*

La varita que estaba usando Voldemort empezó a resquebrajarse.
—Ahhh—gritó Voldemort desapareciendo  por los aires.
—¡Desmaius!—gritó un mortifago en dirección a Hagrid y éste cayó desmayado sobre el manubrio de la moto.
—¡Hagrid!—gritó Harry tomando el control de la moto.
Lo condujo en el aire lo más que pudo pero al final cayó en el asfalto de la carretera.
—¡Oh!—gritó Hagrid despertando—¿Estas bien?
—Creo...—susurró el chico, sentándose de nuevo en su lugar—"Draco, ¿Dónde estás?"—se preguntó el chico con expresión preocupada.

*

Narcissa había llevado a Draco a su habitación. Y le había vendado el brazo, no sin antes curar la herida.
—Draco....—susurró la madre del muchacho.
—¿Sí?
—Tu... Ayudaste...a...a...Potter
—Sí, madre—respondió el rubio con voz distante.
—¿Porqué?
—Por qué... Yo... Amm
—Draco no me mientas. ¿Eres amigo del mestizo? ¿Por eso tienes una corbata de Gryffindor?
Draco se quedó petrificado y se puso más pálido de lo habitual.
—Yo no...No
—No me mientas, Draco, yo vi esa corbata en tu baúl—dijo Narcissa apuntando al baúl.
—Bueno si, somos amigos—murmuró el rubio—"Éramos más que amigos antes de la maldita marca"—pensó el rubio.
—¿Por eso tú le salvaste la vida?
—Sí
—¿Y por eso él te la salvo a ti?
—Sí—un rubor cubrió las mejillas del rubio.
—¿Sabes el riesgo que eso implica, teniendo al Señor Tenebroso viviendo aquí?
—Sí, madre lo sé.
—Pues estaré muy agradecida con ese mestizo por salvarte la vida. Pero no dejare que te meta en más problemas.
—Madre yo...
—Nada, Draco. Tu amistad con Potter terminó.—y así sin más la mujer salió de la habitación de su hijo.
—"Eso crees madre. Nadie me impedirá salvarle el pellejo a Harry, las veces que sean necesarias."

*

Harry, Hermione y Ron ya habían llegado a la madriguera.
—¿A dónde vas Hermione?—preguntó Ron al verla subir las escaleras.
—Tengo que hacer algo, ahora vuelvo.
La castaña subió a su habitación asignada y tomo un poco de tinta y pergamino.

Después de haber hecho lo que tenía que hacer, Hermione bajó a la sala.
—¡Harry!, ¿Me prestas a Hedwig?—preguntó la chica bajando las escaleras con la carta ya terminada.
—Hermione... Hedwig... El... Murió—contestó el chico con voz entre cortada.
—¡Oh!—exclamó la muchacha—Lo lamento.
—No fue el único—comentó Kingsley.
—¿Que dices?—preguntó Molly.
—Moody. El también murió.
—¡No!—grito Harry—El no... Yo no... Todo esto es mi culpa.
—No es culpa de nadie, muchacho—contestó  Kingsley abrazando a Harry.
Todos en la sala agacharon la cabeza en señal de respeto.
—Yo te presto mi lechuza Hermione—susurró Ron al oído de la chica. Hermione solo asintió.

—A Draco Malfoy—susurró Hermione a la lechuza marrón de Ron. Esta desplegó sus alas y voló lejos de la ventana.
-—¿A quién le mandas cartas Hermione?—preguntó Ginny, quien subía las escaleras.
—A nadie importante, Ginny—susurró la chica castaña apoyando su frente en la ya cerrada ventana.

*

DM:

H llego bien, un poco rasguñado, pero bien.

Quien tu sabes lo ataco pero por alguna extraña razón no pudo concluir su hechizó.

Pd: ¿Felicitaciones de tu parte?, sí que estás enamorado.

Atte. H J G

—"Bueno tan siquiera Harry está bien"—pensó Draco y soltó un largo suspiro—"Maldita sangre sucia, claro que estoy enamorado."

*

Era una noche fría y todos dormían en sus habitaciones asignadas, Hermione con Ginny y Harry con Ron.
Harry despertó exaltado, como si hubiera soñado con Voldemort, miró a todos lados y vio a Ron sentado en su cama mirándole fijamente con una sonrisa de medio lado.
—¿Malfoy?—preguntó el chico pelirrojo.
—¿Qué?—preguntó Harry, con el rostro pálido.
—Eso fue lo que gritaste.
—¿Que?
—En tus sueños gritaste "No, Malfoy, no"
—¿Ah sí?
—¡Si!
—Ah pues... No sé... Yo...no...¿Tienes sed?
—No...—respondió el chico arrastrando las palabras.
—Pues yo si—Harry salió de su cama y se encaminó a la cocina.
—"¡Demonios! ¿Cómo se me ocurre?, vaya que gritar su apellido"—pensó el chico.
Cuando llego a la cocina vio a Hermione parada frente a la ventana.
—¿Hermione?—preguntó el chico con cautela.La castaña dio un respingo ante la voz.
—Harry, ¿Qué haces aquí?
—Tenía sed.
—Ah—respondió Hermione en un susurro.
Harry tomo su vaso de agua y subió a su habitación. Para buena suerte del chico, Ron ya estaba dormido.
Harry agarro su mochila, en donde había metido la corbata, y la enredo entre sus dedos.
—"¿Por qué no puedo dejar de pensar en ti?, en tus labios rojos, en tu piel pálida y en tu hermoso cabello rubio..."—puso la corbata en su nariz y respiro el embriagador aroma de Draco.

*

—¡El plan ha fallado!—gritó Voldemort entrando a la mansión.
Draco dio un respingo en su habitación.
—"Es obvio que ha fallado, Potter sigue vivo, idiota."—pensó el chico rubio.
—¡Ese traidor!—gritó con odio Voldemort.
Malfoy dio otro respingo—¿Sabrá que ayude a Harry?—pensó con horror el muchacho de cabellos plateados.
—¡Traigan a...— empezó a gritar — ...Ollivander! ¡Ahora!
Draco dio un suspiro.