EL CIELO

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Harry escuchó una respiración. Sintió el suelo, no estaba ni caliente ni frío, solo estaba ahí. Abrió los ojos y vio una luz cegadora, los cerró inmediatamente. Se los frotó un poco y volvió a abrirlos, estaba todo muy iluminado, apretó los puños y sintió que alguien estaba encima de su pecho. Volvió la cabeza y diviso una cabellera rubia. Harry acaricio los cabellos rubios.

Draco abrió sus ojos que se toparon con los verdes de Harry quien lo miraba intrigado.

—Ha...¿Harry?—preguntó el rubio mientras se sentaba. Miro a Harry, solo tenía puestos unos bóxers negros, sus mejillas se tiñeron de rojo.

—Draco...—susurro Harry y abrazo al ojiplata. Draco se separó de Harry y pego su frente a la de el, sus alientos se mezclaron.

—Hasta el final.— susurró Harry.

—¿Donde estamos?—preguntó el rubio.

—No tengo idea yo estaba en el bosque y Voldemort me lanzo un Avada...

—Yo estaba...

—¡¡Tú estás loco!! ¡¡Estabas peleando con alguien!! ¡¿Como hiciste eso?! ¡Tú....!

—Espera... ¿Estamos muertos?

—A mi no me lo parece Señor Malfoy.

Ambos chicos miraron en la dirección de la que provenía aquella voz tan familiar.

—Profesor Dumbledore—dijo Harry levantándose del piso y tomando la mano de Draco para ayudarlo a levantarse.

—Me parece que necesitan esto...—dijo tendiéndoles dos túnicas.

Harry miro a Draco y vio que solo traía puestos unos bóxers negros que resaltaban el color de piel tan pálida que tenía, desvió su mirada al abdomen del rubio y lo miro con lentitud, era fibroso y estaba bien formado; se le marcaban los deltoides, los bíceps y los pectorales. Draco era puro movimiento y respiración, un suave conjunto de curvas y huecos cálidos. No estaban las cicatrices del "Sectumsempra", miro sus brazos, tampoco estaba la marca tenebrosa. Levantó la vista y vio la cara del rubio que tenía una sonrisa traviesa.

—¿Te gusta lo que ves Potter?—dijo con voz ronca.

Harry sonrió de lado y asintió, se miro y se sorprendió al ver que el también traía unos bóxers negros.

Ambos chicos tomaron las túnicas y cubrieron sus cuerpos.

—No tienes lentes...—dijo Draco acercándose a Harry —... Y tu cicatriz desapareció—acaricio la frente de Harry con delicadeza.

—Tu no tienes las marcas de tu abdomen.—murmuro Harry acariciando el blanquecino abdomen del rubio.

Levanto la cara y sus ojos verdes se encontraron con los plateados de su rubio. Draco se acercó más a Harry, hasta que sus alientos se mezclaron.

—Dra-Draco, el profesor Dumble...—Draco tomó a Harry por la nuca y lo acercó a él. Sus labios apenas se rozaron y Harry se abalanzó a los de Draco. Los labios del rubio parecían encajar perfectamente en los de Harry.

Draco saboreo los labios de Harry y mordió un poco el labio inferior.

Cuando se separaron por culpa del oxígeno se miraron y un rubor cubrió sus mejillas.

Harry miro a Dumbledore quien los miraba con aprobación.

—Harry.— le tendió los brazos abiertos.—Eres un chico maravilloso. Un hombre valiente muy valiente — se giró y miro a Draco. — Y Draco, eres justo lo que espere. Un muchacho valiente, incluso más que tu padre y de buen corazón. Que sabe distinguir entre el bien y el mal.

OBLIVIATE - |DRARRY|Where stories live. Discover now