OBLIVIATE - |DRARRY|

UN NUEVO COMIENZO

— ¿Señor Malfoy?— preguntó la enfermera entrando al cuarto de Draco.

— ¿Dime Patty?— preguntó el rubio.

—La señorita Granger me pidió que le trajera esta comida. — respondió alzando la bandeja que traía en las manos.

—Sí, déjela en la mesa, por favor.

—Claro. — puso la bandeja en donde dijo el rubio y se dispuso a salir.

— ¡Espere!— exclamó el rubio. La enfermera volvió la cabeza y miro a Draco.

— ¿Si, señor Malfoy?

— ¿Cómo esta Harry?

— Está respondiendo y en cualquier momento puede despertar.

—Bien. Ya te puedes retirar, Patty. Gracias.

—Claro. — respondió la enfermera y salió.

El rubio se sentó en la cama y se acercó la comida. Ya era momento de preocuparse por su salud, si Harry iba a despertar él tenía que estar saludable tanto física como psicológicamente.

La bandeja contenía un plato de verduras hervidas y una gelatina de limón. Era suficiente para alguien que no había comido nada en meses.

—Es momento de volver a comenzar...— susurró. Agarro el tenedor y comenzó a comer la gelatina.

Las semanas pasaron y Draco comenzaba a tener mejor aspecto, tenía un ligero rubor en sus mejillas, sus labios estaban de color rosa y su piel ya estaba suave. Sus compañeros Medimago tenían un equipo de Quidditch en el que Draco era el buscador, así que su condición física iba mejorando día con día.

Todos los días revisaba el estado de Harry.

El 31 de Octubre todos fueron a visitarlo al hospital, tanto a Harry como a Draco. Teddy había cambiado su aspecto, ahora tenía el cabello azul cielo y los ojos grises, se veía muy "guapo" según Victory, hija de Bill y Fleur.

— ¿Puedo entrar a ver a mi padrino?— preguntó Teddy.

—Por supuesto que sí, cariño. — Respondió Draco y le tendió la mano. — ¿Vamos juntos?— Teddy asintió y tomó la mano del rubio.

Entraron a la habitación y ambos se sentaron a los lados de Harry, Draco del lado derecho y Teddy del izquierdo.

— ¡Padrino!— dijo Teddy. — Mi tía Hermione me estuvo hablando sobre el Quidditch y me dijo que tú eres un gran buscador...

—Es el mejor de todos...— susurró Draco y entrelazó sus dedos con los de Harry.

— ¿Crees que yo pueda ser un buscador tan genial como tú?

—Serás mucho mejor que tu padrino...— dijo Draco y le guiñó un ojo. Ambos se rieron.

— ¡Teddy! ¡Hora de comer!— gritó Luna tocando la puerta.

— ¡Ya voy!— gritó el pequeño y de un salto bajó de la cama. — ¡Los quiero!— exclamó y salió de la habitación.

Draco sonrió tiernamente y besó la frente de Harry.

—Nunca olvides que te amo, cielo. — le susurró al oído, se dispuso a bajar de la cama pero Harry le apretó la mano.

—Nunca lo olvidare. — respondió Harry. Draco abrió mucho los ojos y miro a Harry, vio sus hermosos ojos color esmeralda que tanto había extrañado ver.

Harry solo necesitaba escuchar a Draco una vez más para despertar, necesitaba sentir su calor y su respiración, necesitaba saber que lo seguía amando.