Dios destructor.

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La llovizna repentina comenzaba a empañar los ojos de Kyle, que sin frenar su carrera intentaba limpiárselos con la manga de su chaqueta.

En su zurda sujetaba el puñal, con el que empezaba a creer que había matado a Tweak.
Pero si cabía la remota posibilidad de que Kyle no haya matado a nadie, entonces el único que pudo urdir ese plan era Kenny.

Llegó hasta el palacio alemán, estaba envuelto en un aire tétrico que solo hizo enfurecer al pelirrojo aún más.

- ¡Kenny! Sé que éstas ahí cabrón, ¡Da la cara!- estaba aporreando una y otra vez el portón, incluso había utilizado el cuchillo para arremeter varias veces contra él, pero era inútil pues estaba hecho de hierro.

Se oyó un completo silencio, el viento sacudía fuertemente los árboles y la lluvia comenzó a descender violentamente sobre Kyle.

Iba a comenzar a llorar de la desesperación cuando un soldado abrió las puertas.

- El señor Kenny lo espera- ignoró el cuchillo que había en su mano, nadie sería tan ignorante como para atacar al jefe en un lugar repleto de enemigos.

Y aunque Kyle supiera que se estaba adentrando a la boca del lobo, estuvo dispuesto a ir tras el soldado.

- Kenny...- a Kyle le hervían los cesos de la rabia que sentía al ver al rubio serenamente reposado sobre un trono.

- Oh, Kyle. Cuanto tiempo amigo mío- soltó una risita socarrona que solo hizo a Kyle desear clavarle el puñal en la pierna.

Lo habría hecho, de no ser porque rápidamente dos soldados lo sujetaron de los brazos.

- Eso no está bien Kyle, no pareces entender tu posición- Kenny se acercó a Kyle y lo sujetó del rostro con ambas manos, solo para observarlo bien- Que patético te ves, ellos también te han engañado como a mi.

Oh, por Dios. Kyle comenzó a arrepentirse, tenía miedo de que su vida pudiera terminar ahí mismo. Pero todo su corazón estaba enfocado en frenar el sufrimiento de Cartman, y solo podría lograrlo asesinando a Kenny.

- El único que ha perdido el juicio eres tú Kenny- le escupió en la cara aprovechando que estaba confiado.

Kenny contestó a la acción de Kyle con total indiferencia, extendió su brazo y uno de sus súbditos depósito un pañuelo sobre su mano con el que procedió a limpiarse el rostro.

Nuevamente Kenny observó a Kyle, se rió por unos segundos y pateó su estómago.
Broflowski solo pudo soltar un grito ahogado.

De haber sabido que la venganza le saldría tan cara probablemente Kyle hubiera decidido posponerla un tiempo.

- ¿Por qué Kenny? ¿Por qué por tu culpa ahora soy un asesino a sus ojos?- a Kyle le chorreaba sangre de la boca, ese jodido rubio tenía las piernas bien entrenadas.

Solo necesitaba saber cuál era la razón de peso para que todos sus amigos le hubieran dado la espalda, necesitaba saber la maldita razón por la que ahora volvía a estar lejos de la persona a la que amaba. Dios, Kyle deseaba tanto salvar a Kenny como matarlo.

- Lo entenderías si me dejaras explicarlo- McCormick volvió a tomar asiento en su trono y miró a Kyle de una forma que le hizo creer que sentía lástima por él.

Intentó meterle en la cabeza ideas que hasta entonces a Kyle ni siquiera se le habían planteado una sola vez.
Por qué si Cartman estuvo tanto tiempo matando gente inocente, desde que era un crío, por qué fingía delante de Kyle ser el bueno de la historia.

Por qué si Kenny no actuaba nadie se daba cuenta de lo podridos que estaban todos en South Park.

- Si, todo fue mi plan. Yo hice que mataran a Tweak. Pero aunque así es, ¿Por qué Craig y tu querido Cartman no vieron lo evidente? Tan santo y moralista que eres Kyle, y ellos te tacharon de demonio en un segundo. Tan amigos que eran y ahora te dan la espalda.

Aires de CúpidoWhere stories live. Discover now