EL COMIENZO DE ALGO

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La ciudad de Metropolis era el hogar de LexCorp. Las carreteras estaban congestionadas por el tráfico, cada calle rebosaba de gente que seguía con sus vidas, ajenos al mundo que los rodeaba.

Cuando Clark Kent entró en el edificio del Daily Planet, saludó a todos los que pasaban junto a él mientras se subía las gafas. Siempre lo ignoraban, lo veían como un empleado más, nada de qué emocionarse. En el ascensor, dos mujeres estaban charlando sobre los escándalos de las celebridades, ninguna de las cuales reconocía la existencia de Clark.

Finalmente, llegó a las oficinas principales, viendo a los escritorios y computadoras, reporteros escribiendo sus historias, pero nuevamente fue ignorado. Mientras miraba a su alrededor, una persona le habló, sintiendo curiosidad por el.

-¿Puedo ayudarte?

-Sí, soy Clark Kent... se supone que debo empezar aquí hoy.

-Oh, está bien, Jimmy Olsen, soy fotógrafo, mensajero y cafetera móvil.

-Encantado de conocerte Jimmy – Clark respondió estrechado la mano. Miró a su alrededor, buscando. Fue entonces cuando vio a una mujer de cabello naranja que entraba a una oficina en el otro extremo de la habitación. Se sintió atraído por ella por un momento, aturdido, antes de ser devuelto a la realidad por Jimmy –

-Así que... ¿eres un reportero? Entonces querrás ver al jefe, ¿verdad?

-¿Qué? Oh, sí...

-Bueno, su oficina está al final, vamos, te acompañaré hasta allí.

Charlaron durante unos momentos mientras caminaban, y Clark le dijo a Jimmy lo emocionado que estaba, sin darse cuenta mientras se acercaba a la puerta de la oficina de Perry White que Lois Lane estaba saliendo, no en el mejor de los estados de ánimo.

-Oye...– exclamo Lois cuando choco con Clark – Hay que tener más cuidado. Y lo digo por ambos.

-Lo siento señorita, no la vi allí, caramba, debo estar en mi propio mundo.

Lois lo miró fijamente, su rostro serio desapareció mientras ella sonreía, dándose cuenta de que este tipo era obviamente un poco tonto.

-Kent, entra aquí, tú también Lois – la voz de Perry White los llamo a ambos. Entraron en su oficina, seguidos por Jimmy Olsen, quien siempre sintió curiosidad por lo que sucedía en la oficina –

-Hola Sr. White, solo quiero agradecerle nuevamente por darme esta oportunidad... no lo defraudaré – dijo Clark con nerviosismo –

-Asegúrate de que no lo hagas Kent, esto no es Smalltown.

-Es Smallville, señor.

-¿Smallville? – Lois interrumpió – Nunca he oído hablar de allí

-Está en Kansas...

-No me importa dónde esté – Perry White no estaba de humor para charlas triviales. Después volteo y se dirigio a los demás – Clark, esa es Lois Lane... Lois, te presento a Clark Kent.

Lois lo miro con curiosidad. De alguna forma, creía reconocer a Clark. Sentía que ya lo había visto, aunque no sabía de dónde. Empezó a recordar, y el primer rostro que se le vino a la mente fue el hombre de la capa que la salvo del avión.

Las expresiones faciales, su cabello, su estructura corporal. Debía de ser el.

-Soy Lois – ella le extendió la mano, con gusto – Mucho gusto

-Yo soy Clark Kent – el también le extendió su mano. Lo curioso fue que el también la reconoció. Era la chica a la que había salvado en el avión – Encantado de trabajar contigo.

El Hombre que Llego de las EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora