PROBLEMAS EN EL VESUBIO

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Cerca de la costa de Napoles, Italia

00:23 hrs

Aquaman y el Detective Marciano llegaron al mar Mediterráneo en menos de dos horas, y no era un momento demasiado temprano, porque ya podían ver el comienzo de la destrucción. Pensando rápidamente, el rey exiliado de Atlantis y el habitante de Marte entraron a la ciudad. Buscaron al gigante que comenzó su parte de destrucción y por un tiempo no tuvieron suerte, pero luego escucharon un rugido que sonaba como líquido hirviendo y vieron al ser hostil abriéndose paso a través de la ciudad.

Para sorpresa de ellos, este gigante estaba hecho de mercurio. A diferencia de los otros alienígenas, esta criatura elemental era una masa de metal líquido con solo su cabeza y brazos sólidos. Tenía ojos de un gris profundo y una boca que parecía una pequeña caverna. Su forma estaba sorprendentemente contenida, pero el peligro seguía siendo real y había que detenerlo.

-La forma de esa criatura es dañina – dijo Arthur –

-Será mejor que mantengas la compostura – le ordeno J'onn – No puedes usar agua contra él, ya que su forma de mercurio envenenaría el mar.

-No iba a hacerlo, pero lo que le hare si le va a doler – concluyo Arthur, poniéndose en posición con su tridente –

Con eso en mente, Aquaman y Detective Marciano se elevaron lo suficiente por encima de la criatura de mercurio para que lograr un ataque directo. Al igual que Superman, J'onn también tenía visión de láser, por lo que la activo y trato de quemar a la criatura, por lo que Arthur se lanzó sobre sus patas, luego liberó una ráfaga de energía sónica de su tridente. Para su absoluta sorpresa, el gigante de mercurio dividió su cuerpo para que el rayo sónico lo atravesara sin causar daño.

Los héroes se dieron cuenta que su estrategia estaba un poco mal, así que intentaron otra cosa. Intentaron alejar al gigante de mercurio a través de un puente de hierro que unía la ciudad con un rio aledaño. Arthur empezó a lanzar ondas sónicas con su tridente y J'onn siguió empujando con su visión calorífica. Su táctica fue exitosa y ahora estaban donde podían luchar contra el monstruo sin que nadie más saliera lastimado. Ahora el asunto que les concernía era cómo lidiar con el monstruo de mercurio.

Detective Marciano golpeo la cara de la criatura, y después le lanzo un láser de sus ojos, dejándola tuerta. La criatura mercurial pareció retroceder ante el rayo del marciano, pero esquivó el segundo ataque y luego se abalanzó sobre él como una corriente de lodo metálico.

Pero Arthur llego a tiempo y saco a su compañero de los golpes mortales del monstruo. Mientras J'onn se recuperaba del ataque, Arthur trató de atacar con su tridente nuevamente, solo para que el gigante de mercurio se abalanzara contra el y dejara escapar su rugido gorgoreante. Luego comenzó a arrojar bolas de metal líquido al héroe atlante, con la intención de sofocarlo en su sustancia tóxica.

Sabiendo que se estaban quedando sin opciones, Aquaman decidió usar el poder de su tridente para darle al gigante de mercurio una muestra de su sensibilidad natural a la temperatura.

Cuando el gigante alienígena se acercó a él, Aquaman usó su tridente para crear un remolino de agua y lo hizo girar alrededor de su cabeza. Luego, Detective Marciano creo una ráfaga de un torbellino helado que envolvió al agua que Arthur había creado, volviéndolo en hielo sobre su cabeza. Golpeó al gigante de mercurio de lleno en la cara y se extendió sobre su forma, y ​​el metal que goteaba de su cuerpo se volvió duro como una piedra. Se congeló instantáneamente, rígido como una tabla, pero una fracción de segundos después, la humedad estalló en llamas y envolvió al gigante mercurial en una ráfaga de fuego y vapor.

El alienígena metálico soltó un chillido burbujeante mientras trataba de apagar las llamas de su cuerpo sin ningún efecto. Luego se arrastró en la arena para apagar las llamas y comenzó a hacer un túnel bajo el suelo durante unos minutos mientras los héroes estaban listos en caso de que la criatura fuera a atacar de nuevo.

Finalmente, el monstruo de mercurio salió disparado del suelo con la impresionante fuerza de un géiser. Las llamas estaban apagadas, pero la sensación de ardor claramente lo había dejado sin ganas de continuar la batalla. Antes de que pudieran reaccionar, el gigante se transformó en una burbuja de mercurio y voló hacia el cielo.

Sin embargo, Detective Marciano no lo iba a dejar escapar, por lo que también emprendió el vuelo, dejando a Arthur en tierra. Como pudo, acelero el vuelo, y de un agarre fuerte, llevo a la burbuja de mercurio hacia la atmosfera, no deteniéndose y llevándolo después al espacio. J'onn sabia que su plan tenia que funcionar, y así ocurrió. El mercurio se congelo por completo gracias a las altas temperaturas del espacio, por lo que J'onn aprovecho y de un fuerte golpe, envió a la criatura congelada hacia el Sol, teniendo la esperanza de que ahí se destruyera por completo.

La suerte estaba claramente de su lado, porque el ser voluble no regresó, sino que simplemente se fue flotando hacia el astro rey.

-Eso estuvo excelente, mi hermano – Arthur abrazo a J'onn cuando este llego a tierra firme con el – No creo que haya una dupla mejor que nosotros.

-En eso concuerdo contigo, solo que no debemos de cantar victoria. Aun queda un quinto gigante que no hemos identificado – explico el Detective Marciano – Debemos apurarnos y avisar a los demás que hemos tenido éxito en nuestra misión.

-Al mal paso darle prisa – Arthur dijo con una sonrisa – Ya estoy ansiando que esos alienígenas nos conozcan.

El Hombre que Llego de las EstrellasOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz