6. BODA.

3.7K 130 42
                                    

SANEM:
Es principios de agosto, hace un tiempo buenísimo.
Hemos decidido hacer la boda en la finca, con nuestros amigos y nuestra familia más cercana, esos que han estado en nuestros mejores y peores momentos.
Cuando me voy acercando y veo a Can el corazón me va aún más acelerado. Como puede ser tan guapo, lo está más que nunca y es solo mío. Mi albatros.
Está muy nervioso, tanto o más que yo.
-Sanem: Estás más guapo que nunca Can Divit.

Nos damos un abrazo para salir juntos de la mano hacia el altar.
-Can: Estás preparada?
-Sanem: Claro!

La ceremonia es bastante rápida pero muy bonita, aunque no dejo de mirar a Can en todo momento mi mirada a veces se escapa a los invitados, que no pueden evitar emocionarse por nosotros.
Damos el SI. Todo el mundo está espectante, de no ser por eso nos hubiésemos comido a besos.
Aunque me conformo con el tierno beso que me da Can. Sus manos aprietan mi cintura y las mías se agarran de su espalda.
-Can: Te amo, por fin mi mujer.
-Sanem: Y yo a tí, pero siempre lo he sido.

Por un momento nos congelamos, mirándonos uno al otro.
Tal vez fuera 1 minuto pero para mí ha sido suficiente para demostrarle con mis ojos llorosos lo feliz que estaba. Lo orgullosa que me sentía de por fin ser su mujer. Y de que el se convierta en mi marido.

Nuestra gente está tan emocionada como nosotros, han vivido esto tan de cerca que siento que nuestra felicidad es una victoria para ellos.

Después de que todos nos feliciten y nos inundemos todos de besos y abrazos, un amigo de Can fotógrafo nos toma unas fotos para el recuerdo. Cuando volvemos a la zona de la celebración mi padre nos para, a Can y a mí.
-Nihat: Can, te llevas al tesoro más grande de mi vida, la dejo en tus manos.
-Can: Sanem es lo que más quiero en este mundo.
-Nihat: No sabes el esfuerzo tan grande que he hecho al entregártela. Aunque la veas hecha toda una mujer, es mi pequeño bebé.
-Sanem: Papá, te quiero muchísimo.
-Nihat: Sanem, no llores o me harás llorar a mi también. Además estás muy guapa y te vas a estropear el maquillaje.

Dice pasando sus manos temblorosas atrapando una lágrima por mi mejilla.
-Nihat: Can, confío en tí. La cuidarás verdad?
-Can: La cuidaré mejor que a mí mismo.

Mi padre abraza a Can. Mi corazón late deprisa, son las dos personas que más quiero en la vida.

Pasamos a disfrutar de la celebración.
El día está soleado, a pesar de ser agosto corre un poco de aire, está todo lleno de flores y velas. Nos decantamos por una decoración muy sencilla y poco recargada, con lo bonito que es el jardín no hace falta añadirle más. Además tampoco hemos tenido suficiente tiempo como para andar complicándonos la vida.

Todos comen, beben, bailan.
Yo me siento flotar, un brindis por allí, otra foto por allá. Por momentos Can y yo nos perdemos el uno del otro, abrazos y bailes con amigos que están tan felices como nosotros. Pero inevitablemente nuestras miradas se encuentran a pesar del gentío.

Cómo dos imanes volvemos a unirnos. Es inevitable. Can en cada ocasión que puede me besa, me dice lo preciosa que estoy y no puedo hacer otra cosa que derretirme. Ahora que la música ha pasado a ser un poco más relajada estamos bailando y se acerca todo lo que puede a mí, acaricia mi hombro y me habla al oído.
-Can: No puedo quitarte los ojos de encima. Estoy en un sueño, como puedes estar tan preciosa, tan perfecta.

Y me besa con intensidad.
Yo me corto un poco aunque me encantaría que no parara, está toda la gente alrededor nuestra.

-Sanem: Mi amor.

Me muerdo el labio por no lanzarme.
Después de nuestro baile la gente se va animando a la pista y Can tira de mí y nos distanciamos un poco con la excusa de ir a por unas bebidas, estamos un poco escondidos. Pero hay mucha gente por la finca.
Me coge por la cintura y me da un largo beso, su lengua busca la mía y por un momento pierdo hasta la respiración.
-Sanem: Can, besas tan bien.

El Viaje De Nuestra Vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora