CAPÍTULO 3 "Un comienzo y un desconocido"

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Esa hermosa noche estrellada era abrigada por el sonido del cauce, el río que conectaba con el mar de la Guaira llevaba consigo varias bolsas negras qué se perdían en la oscuridad. Observa por última vez el río dónde esconde los cuerpos de todos sus colegas. Era un hombre muy grande y el trabajo se volvió arduo, sólo quedaba ver cómo se marchaban las piezas de lo que alguna vez conformaban el cuerpo de un hombre que asesinaba jovencitas.

Comienza amanecer pero la luna seguía siendo testigo de la verdad, en su silencio se puso a pensar que para un asesino no existe un futuro feliz. No importa como y cuando pero al final somos víctimas de las consecuencias de nuestras acciones y esta noche le tocó a Edmund de esta manera.

Una mezcla de sentimientos extraños no puede definir esa sensación, le siente miedo a algo que la llena de vida. Las bolsas eran tan sólo la tumba de un hombre atormentado e ignorado. Observa cómo la luz de la luna dibujaba una hermosa silueta plateada y un sentimiento pone de punta el vello de sus brazos. Se imaginaba estar allí, repartida por todos los rincones del río.

Una pregunta le invade la cabeza y piensa si algún dia compartirá aquél mismo destino en manos de otro cómo ella. Edmund era un asesino inteligente, tan astuto que la policía se resignó en perseguirlo, pero nunca se imaginó ser víctima de lo único que le daba "vida". Para Nima la vida es un viaje frágil, difícil y corto pero en cuanto a la muerte es tan sólo la última parada, sin retorno y eso se a vuelto su más grande temor.

El sol está saliendo y el pueblo se despierta a trabajar, era crucial evitar sospechas "La mejor arma de un asesino es la limpieza y la prudencia" y no hay nada más inusual qué ver a un viejo y una adolescente salir del bosque al amanecer. El pueblo no es muy grande y casi todos se conocen, el señor Ángel le toca el hombro diciendo que ya es hora de irse. Nima observa a su abuelo, sus cansados ojos y su rostro apagado por la edad le hace entender que la vida es pasajera

"¿Porqué desperdiciarla con desacuerdos?"

Admite que él tenía razón, de violar una norma de la sagrada ley del maestro depredador. Su abuelo la ve con comprensión, una parte del fruto de su trabajo en crearle una clase de conciencia a través de sus códigos. Se alegra de saber eso, admitir los errores es señal de madurez.

Nima le pregunta si algún día será solo una persona cómo los demás, si alguna vez dejará de sentir a su compañera silenciosa. El señor Ángel se queda en silencio porque en su caso no hubo un final, ella admite la verdad qué el no se atrevió en revelar. Lo sabe muy bien, cada vez que se ve en el espejo no aparece el reflejo de una delicada chica que desea ser aceptada, si no a un monstruo que vive por satisfacer su necesidad. Nadie que sea normal asesina para vivir en paz consigo misma. El silencio de la muerte es lo único que calma esos bullicios internos que le arranca la tranquilidad, su compañera silenciosa es un huésped insoportable y exigente pero es parte de ella, más que un huésped es su verdadera esencia comprimida. El señor Ángel lo sabe muy bien y a lo largo de los años a logrado que ese monstruo no se apodere completamente de ella desde que era muy pequeña.

Hace muchos años el sargento Santos buscaba a alguien que pudiera cuidar de su pequeña de 5 años, todas las que contrató renunciaban al mes sin dar explicaciones, salvo una señora que era muy religiosa, no se contuvo y a la segunda semana dejó el trabajo sin ante señalar a la infante cómo la hija de Satanás.

Por esas fechas el señor Ángel quería visitar a su hijo pero se llevó esa gran sorpresa que siempre se la guardó. El sargento cuando llega a su casa se da cuenta que la señora se había ido y le pregunta a su padre cuál fue la razón de su renuncia y el sólo afirmó que tenía problemas personales. El sargento estaba cansado de escuchar escusas vagas, ya no sabía que hacer, estaba en una operación muy importante que requería de un viaje de 3 días, le pide a su padre que cuide de ella sólo por esos días. El señor Ángel Santos no le agradaba mucho la idea pero acepta, a partir de allí se da cuenta de la oscuridad que emanaba esa frágil criatura.

Nima - Una depredadora disfrazada de presaWhere stories live. Discover now