Nima - Una depredadora disfrazada de presa

CAPÍTULO 7 "Una nueva amistad"

Cumplió su amenaza, dejó bien claro lo que es capaz en todos los rincones de la preparatoria. Sentía todas las miradas a su alrededor y las carcajadas rompía cada fibra de su interior.

Todo comenzó esa mañana en el regreso de la renovada Rebeca, siempre con el mentón levantado, con la frente apuntado hacia el cielo, era un día nublado, pero no era escusa para no usar gafas oscura, las de forma de gato eran su favorita.

Su pierna seguía delicada pero no era pretexto para no usar tacones altos, disimulando un poco la torpeza de su andar, parte del sacrificio que tenía que correr para lucir su regreso. Siempre practicando la filosofia de su vida. Era el centro de las miradas y eso le gustaba, algunas chicas le decían que se veía hermosa y ella ni se inclinaba a mirarlas, sus estándares no le permitía relacionarse con personas que no fueran del agrado de su mejor amiga.

Desde hace muchos años que se hizo popular gracias al trabajo de Beatriz, tuvo que abandonar varias de sus amistades de la infancia, entre ella una buena chica qué compartía sus mismo gustos, cómo la literatura de Harry Potter y las animaciones japonesa, pero tuvo qué alejarse y eso le costó mucho, pero era parte del sacrificio.

Ahora esperaba recibir la bienvenida del grupo mas selecto, deseados, privilegiados y divertidos. Volviendo a su puesto como la mano derecha de Beatriz, la chica más rica, hermosa, popular y glamorosa de toda la preparatorio. Pero la realidad le acierta un golpe de desconcierto, se queda quieta esperando su despampanante bienvenida de galas y estrellas pero Beatriz la recibe cómo si su ausencia fuese de horas, cómo si el costo de su sacrificio de salvarle la vida no valiera nada para ella.

Los meses que estuvo en el hospital ni una llamada recibió de ella y ahora ni un gracias, ni disculpas o alguna explicación de lo ocurrido y tal vez llorar juntas. Ahora observa a otra chica recibiendo el mismo trato que le correspondía, se trataba de su reemplazo.

Después de un rato Beatriz se acerca con más intimidad, a Rebeca se le ilumina la mirada pero se apaga al instante, al saber que le estaba pidiendo la tarea. Aquel interés le molesta mucho pero se contiene, la mira fijamente pero Bet sigue esperando con impaciencia. La conoce lo suficiente para reconocer todos sus gestos, se extraña diciendo-¿Qué sucede?-. Rebeca desvía sus ojos llenos de dolor y menea la cabeza-Nada-dice agachando la mirada y le entrega el asunto.

Aquél grupo estaba de camino al comedor y Rebeca les seguía los pasos cómo una zombie viendo cómo se movían los labios de Beatriz mientras que se le cruzaba en la mente los recuerdos del bosque, pero principalmente cuándo la abandonó a merced del asesino. Sentía ira y al mismo tiempo miedo y vergüenza, quería hablar del tema con la persona en qué confiaba pero aquella "mejor amiga" sólo evitaba sin dificultad la traumática experiencia y eso la hacía sentir muy mal. Quería escuchar de su parte una disculpa o explicación pero sólo la ignoraba. Antes de entrar le agarra la mano alejándola del grupo y le dice-Oye, no recibí una llamada tuya cuándo me estaba recuperando. Pienso que perdiste tu teléfono cuándo nos perseguían ¿Verdad?

-Haaa... sí, eso, es... que eh estado ocupada qué pensaba que te había llamado. Pero ya estás aquí.-sonríe.

-Si, ya estoy aquí, pero... esa noche cuándo nos caímos ¿te acuerdas? Tú... -Amiga, creo que ya debes superarlo y seguir adelante ¿Está bien?

-Sí, creo que sí.

Cuándo Beatriz se aleja de ella, Rebeca quería ceder a las lágrimas pero respira profundamente y recupera la calma. Le esperaba su privilegiado puesto en la mesa del centro, dónde todas las chicas soñaban estar, en el grupo de las populares. Allí estaba Beatriz tan alegre, hermosa y graciosa, muchas a su alrededor giraban la mirada sólo para ver su estilo despampanante y belleza de revista, que todas anhelaban tener, acompañada por el grupo de chicos guapos y atléticos. Se comenzaron a congregar con su grupo y Cristián los acompañaban, riendo a carcajadas cómo si nada hubiera pasado.