Capítulo 15 "Una revelación"

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En esa mañana gris una fuerte brisa helada jalaba aquellas hojas otoñales, recorriendo el turbulento descenso hasta expandir una onda de agua que se extendía sobre el reflejo de una joven vestida de un sueter largo y gris. Sus pasos eran rápidos cómo el viento que desprendía las hojas. No se inclinaba a ver el cielo, las hojas, el camino de piedra, a nadie, sólo se inclinaba a seguir la rutina de llegar a clase antes de las ochos. Sin distracción, sin darle la oportunidad al riesgo, sólo encerrarse en el caparazón de la rutina. Hasta que una mano logra romper el caparazón y toca con firmeza su hombro izquierdo.—Oye ¿Qué tienes? Te estaba saludando y pasaste de largo o ¿Acaso soy invisible?

Nima reconoce esa voz, de todas las voces porqué tenía que ser esa—. Lo siento, es que estaba pensando en varias cosas y no te vi.

—Vaya, para no ver a este galán es porqué tienes muchas cosas en la cabeza.

—Si— sacude la cabeza— La tengo cargada de un viaje de cosas.

—Pues ten cuidado—se recoge de brazos— la última chica que me dijo eso, al final le explotó la cabeza— sonríe.

Nima no emitía ninguna palabra, sólo una mirada confusa.

—Era un chiste— dice con cierta vergüenza en su voz.

Ella asiente pero su sonrisa estaba lejos de su boca —. Bueno— suspira Richard— Creo que mi carrera cómo comediante no tiene futuro así que me dedicaré a usar chaquetas de cuero, me quedan de maravilla ¿No?

Los ojos de Nima no se contienen y un aire de burla se desprende de su mirada. Richard al darse cuenta estira una media sonrisa —¿Que?

—Con ese estilo de los 80 tan repetitivo cómo tus lentes quizás tengas más futuro cómo un payaso de fiestas que sólo hace malos chistes y aterra a los niños con sus playeras calavericas.

—¡Auch! no rompas mis sueños de ser el payaso del rock qué me vas hacer llorar. — Deja escapar una sonrisa picara y logra liberar en ella una auténtica sonrisa.
Después de unos segundos el silencio hace agachar su cabeza, Richard se da cuenta que a pesar de que estuvo huyendo de sus conflictos, ahora está tan quieta a la espera de una respuesta salvadora, en espera de otro camino que no tenga que ser antes de las ocho —Oye— dice —Veo qué tienes muchas cosas qué decir pero no hayas a quien contárselo.

Nima abre la mirada pero no sus labios. —Puedes contar conmigo si deseas hablar— dice inclinándose hacia ella. Nima no le devuelve la mirada, aprieta sus manos y Richard se apresura a decir —Comprendo, entonces te deseo...

— Me dijiste que me volverías a invitar otro vaso de café— interrumpe devolviéndole una mirada de anhelo —¿O era otra de tus bromas?

—Para nada — los ojos de Richard se iluminan abriendo una sonrisa de oreja a oreja —Cómo bromear ante tu debilidad más grande.

En la cafetería, ella cuenta una parte de su historia, la que es apta para todo publico. Richard abre con asombro su expresión y dice —Vaya, creo qué he cometido un error enorme en llevarte a casa. Ahora entiendo porqué querías irte sola.

Nima después de beber otro sorbo dice —No te preocupes, en cualquier momento íbamos a discutir.

—Pero ¿Qué problema tiene tu abuelo en que hagas un nuevo amigo?

Le viene a la mente las sospechas de su abuelo, de alguien tan cercano cómo un simpático joven de la preparatoria, deseoso de tener algo mucho más especial que una simple amistad —. El tuvo dos pérdidas—dice— mi abuela y mi madre. No quiere perderme cómo a ellas, supongo.

Era tan profundo y auténtica la tristeza de Richard qué pareciera brillarle un hilo de lágrimas en el borde de sus ojos—En serio lo lamento —. Intenta agarrarle la mano pero se detiene al escuchar a dos hombres hablando de la última víctima del famoso asesino. Nima baja los ojos hasta encontrarse con el vaso, presiona sus labios y menea el pitillo batiendo el capuchino. Richard devuelve su mirada hacia ella y dice —¿Tu padre ha podido descubrir algo de ese asesino?

Nima - Una depredadora disfrazada de presaWhere stories live. Discover now