AFRODITA
Después de la broma, siguieron entrenando. Papá con ellos y yo analizando desde fuera.
Dentro de poco empieza la pretemporada y hay que estar listos. Se ven con ganas, obviamente, es el primer día. Veremos a mitad de temporada.
Me llama la atención Havertz, no he podido quitarle los ojos de encima. Para lo que ha costado... No sé ha reído, no ha hablado con nadie, ni nada. Está muy despistado o no es social.
Llamo a papá cuando ya han terminado, ellos están estirando.
—El 29 no le veo motivación y es el primer día.
—Frofi—lo miro mal, no me gusta ese apodo. Me ignora—Es el primer día. Preocúpate cuando le pase más adelante. Todos tenemos problemas.—dice tranquilamente. Por lo que veo, no le preocupa pero a mi sí.
—Problemas tenemos todos, hay que ser profesional y saber separar las cosas. Punto.—creo que me han escuchado todos porque me miran de reojo.
Me da igual. Aunque no quería que lo escuchasen pero son unos chismosos.
—Habla con él antes que sea tarde. No quiero depresivos. No sirven.—me giro y salgo del campo, quiero ir a la oficina para pasar a limpio las anotaciones.
Me encuentro con Adelina, que me indica donde está el despacho y que me traerá un café.
Le insistí en que no quería pero...como ella guste, no es mi secretaria ni nada pero si quiere...
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Llevo mínimo una hora con las anotaciones cuando llaman a la puerta.
—Pasa—es papá y Kepa.—¿Qué haces aquí?—pregunto mirando al portero.
Se sienta en la silla y pasa de mi. Bien. Imbécil.
—Creo que te has pasado. Ahora cada uno piensa que lo que has dicho va por el.—me reprende Thomas.
—Que se jodan—digo divertida, Kepa suelta una carcajada y cuando lo mira papá, para de reírse—Si piensan eso, más puntos a nuestro favor, mañana vendrán con una sonrisa más grande que mi corazón. Y unas ganas que estarán entrenando desde que amanece hasta que atardece. No te podrás quejar.—nos reímos Kepa y yo pero papá solo niega con la cabeza.
—Lo de más grande que tu corazón no es muy difícil. —dice Kepa. La verdad es que no. Soy un poco "celosa" con mis sentimientos.
—Como sea pero no te pases. Esto no es el Bayern.—dice Thomas antes de salir por la puerta. Me deja con Arrizabalaga. ¿Qué sigue haciendo aquí?
—Venga. No sé qué sigues haciendo aquí. Ve a comer o yo que sé. Déjame trabajar.
—Quería ir a comer contigo.
—Sabes que no me gusta comer con gente que no conozco. Y si nos sentamos apartados, van a estar más pendientes de vernos que de comer y necesito hacer más pruebas por la tarde. Así que vete.
—¿Cómo los vas a conocer si no hablas con ellos? Tu padre y el cuerpo técnico siempre comen con nosotros. No serás la excepción ¿no?—pregunta con una ceja alzada.
—Me encanta ser única, lo sabes.—le guiño un ojo y él me mira con cara de "eres tonta".
—Haz lo que te de la gana. —refunfuña y sale al igual que Thomas un par de minutos antes.
Sigo con mis cosas pero sigo pensando en lo de comer. Tengo hambre, eso sí, así que... En fin.
Voy saliendo y veo a Tammy y a Mason. Me saluda solo Tammy, Mason ni me mira. Creo que no le caigo muy bien.
