28.PARA IMPRESIONAR

339 20 0
                                    

AFRODITA

—Buenos días—murmura Alex bostezando mientras se sienta en el banco enfrente mía.

—Buenos días, fiestero—contesto agitada.

—Me están dando ganas de vomitar al verte hacer ejercicio tan temprano—simula una arcada.

—Tanta fiesta...

—Enviiiidiaaa—dice lentamente con una media sonrisa.

—Créeme, no te tengo envidia—sonrío de lado y él entiende esa sonrisa.

—¡Es por eso! Yo no quería salir pero no me iba a quedar aquí haciendo de violinista ¿no crees?

Ruedo los ojos y sigo con mis ejercicios sin echarle mucha cuenta.

—¿Todavía te quedan fuerzas después de la madrugada que me habéis hecho pasar tú y tu novio?

Sonrío encantada por esas últimas palabras pero cuando mi mente procesa la pregunta entera, dejo caer las pesas al suelo.

—Cuidado—grita Alex.

—Estoy bien—contesto limpiándome la frente con mi propia camiseta—¿Qué escuchaste y cómo lo escuchaste?

—¡Oh, vamos! ¿Ahora te da vergüenza?

—No debes escuchar esas cosas, es algo muy privado. Sólo entre Mason y yo.

Alza las cejas y rueda los ojos.

—Mason, Mason, Mason—canturrea.

—¡Alex!

—¡Está bien!—exclama sonriendo—No escuché casi nada, solo... cuando llegué os escuché un poco.

Asiento.

—No vuelvas a poner la oreja. Sabes que te cuento todo.

—¿Qué le estabas prometiendo?

Frunzo el ceño sin entender su pregunta.

—Escuché que decías "te lo prometo" varias veces.

Y dice que no ha puesto la oreja.

—Ah...—me encojo de hombros sin saber a que se refiere realmente.

—No tienes ni idea—adivina pasando una mano por su rostro.

—¡No me acuerdo!—digo resoplando—Es que me hace prometerle cosas mientras estamos en el tema y... ¡joder, Alex! No preguntes más.

—Fro, no prometas cosas que no puedes o que no vayas a cumplir.

—A Mason le cumpliré todo lo que pida, da igual lo que sea—digo tan rápidamente que hasta yo me sorprendo.

—Estás metida en eso.

—Hasta el fondo. Nunca en mi vida he estado más comprometida con algo.

—Me gusta esta nueva Afrodita—se acerca a mí y me envuelve con sus brazos—Te amo, bebé.

—Yo mucho más—digo sonriendo, dejo un beso en su mandíbula antes de mirarlo a los ojos—Hoy voy a su casa a comer, también estarán sus padres. Estoy nerviosa, cariño.

Su boca forma una sonrisa burlona y ya sé que va a decir algún comentario gracioso así que soy más rápida y coloco una mano encima de su boca.

—Ayúdame. Quiero que esto salga bien.

Quito la mano de su boca para que pueda hablar, le sonrío cuando deja un beso en la palma de mi mano.

—Si está enamorado de ti, le tendría que dar igual lo que piense su familia.

Un amor a medidaWhere stories live. Discover now