34. Las palabras más bonitas.

282 18 15
                                    

MASON

—Esto ha sido muy mala idea—digo cuando veo que nos hemos perdido.

—Que no. Llegaremos a la Plaza si seguimos el mapa—dice Kai.

—¡Y dale con el mapa! Pareces Dora la Exploradora, pon el Google Maps mejor.

—Ponlo tú listo, que solo te quejas y no aportas nada.

—¡Por qué no me dejas!

Afrodita suelta una carcajada y los dos volteamos a verla sin entender de qué se ríe.

—¿Por qué te ríes, cariño?—pregunto confundido.

—Dora la Exploradora—señala a Kai y vuelve a reírse haciendo que yo haga lo mismo.

Kai rueda los ojos fastidiado.

—A mi no me hace gracia, estamos aquí parados sin hacer nada y parece que os da igual. No he venido para hacer el imbécil.

Fro y yo paramos de reír. Afrodita se acerca a Kai y hace una mueca antes de acariciar su brazo.

—Lo siento, yo...es que no me acuerdo donde estaba. Hace años que vine.

—Da igual, pero si nos ponemos a buscar en serio, encontraremos la plaza.

—Repito, el Google maps es mejor—insisto.

—Eso es una mierda, no sabemos guiarnos por eso.

—¿Y qué hacemos Kai?¿Seguimos dando vueltas?

—Pues piensa.

—Te acabo de dar una idea y no la aceptas. Además, el que ha tenido la maldita idea de venir solos, has sido tú.

—Nadie te ha invitado.

—Mi novia lo ha hecho.

—Ajá sí...tú has sido el que ha querido venir, no digas que ella te ha dicho que vengas. Siempre quieres estar cerca de ella, ni siquiera le das espacio...

—¡Claro que no! A mi me lo propuso y acepté, ¿verdad, amor?

Cuando no me responde, miro a los lados y me asusto cuando no la veo.

—¿Y Afrodita?—pregunto preocupado.

—¿Qué? Estaba aquí a mi...—Kai deja de hablar y suspira—Está allí—señala detrás mía.

Me giro rápidamente y cuando la veo, entonces es cuando vuelvo a respirar con normalidad.

Está hablando con un hombre mayor y riéndose de algo que le cuenta.

¿Eso pasó hace mucho?—pregunta Afrodita y no entiendo nada porque está hablando en español.

Demasiado, pero igualmente disfruté como un niño—responde el hombre.

Cuando se percatan de que estamos allí, el hombre alza sus cejas pero no dice nada, solo mira a mi chica, le dice algo y Fro suelta una risita.

Son muy guapos—responde aun mirándonos.

Echa a andar después de despedirse, Kai y yo detrás de ella.

—¿De qué hablabas con el señor?—pregunta Kai.

—Me ha indicado dónde está la Plaza de España. No está muy lejos.

—¿Sólo eso?

—No te debe explicaciones—digo resoplando y me coloco al lado de Fro.

—A mi me las da, a ti...bueno...

Lo miro extremadamente mal. Afrodita suspira pero no dice nada. Así seguimos tirando pullitas hasta que llegamos a la plaza de España, que es una belleza de monumento.

Un amor a medidaWhere stories live. Discover now