MASON
—Mason, yo no sabía nada—repite por enésima vez.
Y por enésima vez asiento pero no digo nada porque esta situación me hace sentir inseguro. El chico sentado delante nuestra con una pierna encima de la otra y con una sonrisa de suficiencia me hace sentir inseguro.
No puedo con esto.
—Mase...
—¿Y? ¿Cómo estáis?—habla el guaperas.
Ese es otro problema. Solo habla en español y no saber hablarlo con fluidez me pone de los nervios.
Llevo aguantando su cháchara en español desde hace...puede que sea una hora o dos, y no se cansa de hablar ni de ser tan...él. No se cansa de ser él, el guaperas rubio que está enamorado de mi novia y no hace nada por ocultarlo. Al revés, se pavoneó cuando mi chica lo abrazó con fuerza y le dijo que lo echaba de menos.
—Afrodita, ¿no te alegras de verme? Tienes una cara...
Cuando hace esa pregunta lo miro fijamente por primera vez desde que está aquí. Encima hace la pregunta en inglés y mira a Kai con otra de sus sonrisas.
El también cree que Kai es el novio de mi chica y eso es porque ella no le ha dicho nada...
En realidad, soy un iluso creyendo que le contaría a toda su familia sobre nosotros.
—La verdad es que no—responde mi chica borrando la sonrisa de sus labios de modelo—Te echaba de menos pero no sé qué haces aquí.
—Tu mayor virtud es la empatía y la sensibilidad—ironiza.
—Marcos.
—¿Qué, cariño?—pregunta todavía mirando a Kai.
—¿Por qué has cambiado al inglés?—pregunto confundido.
—Y tú...entiendo lo de este niño—señala a Kai con la cabeza—Pero no entiendo qué haces tú aquí—responde haciendo una mueca.
Resoplo y me intento tranquilizar. Ni siquiera me mira, es como si yo no fuese nadie y como si no quisiera ni perder su tiempo mirándome.
—Tranquilo, Mase, dejalo...es idiota—susurra Kai a mi lado.
—¿Por qué has venido?—pregunta Afrodita suspirando.
—Estaba en Berlín y Atenea me dijo que estaríais aquí y pues...aquí estoy.
—¿Puedes inventarte otra excusa?—habla mi chica rodando los ojos.
—¿Podéis hablar en inglés?—pregunto.
El chico bufa y rueda los ojos afirmando mis sospechas, mi presencia le molesta. ¡Será creído!
—No entiendo qué hacen estos dos aquí—dice señalándome a mí y a Kai.
—Hacemos más que tú—espeta Kai—¿A qué has venido tú? Berlín está a cinco horas, no es que te pille de paso...
—Esta es mi familia, Atenea es como mi tía, Ares es de mis mejores amigos...
—A mi no me metas—se entromete Ares que está sentado con Apolo en la mesa mientras escuchan todo.
Eros está sentado en el suelo mirando fijamente a Marcos con mala cara. Me alegro de que, al menos, a alguien de la familia de mi chica no le caiga bien el modelo.
—Bueno—bufa y mira a Afrodita—Y lo más importante es que vuestra segunda entrenadora es mi mejor amiga...
Suspiro y voy a hablar pero él se me adelanta.
