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—¡Jungkookie! ¿Por qué tienes esa cara?

El alfa miro inexpresivo al omega quien solo sonreía inocentemente.

—¿Nada te hará dejar de llamarme de esa forma no es así?—Suspiro con cansancio.

—Nop, pero eso no es lo importante ¿Mal día en el trabajo?—Pregunto preocupado al sentir las feromonas amargas del alfa.

Varios días pasaron desde la cita/No cita que tuvieron. La confianza entre ambos aumento considerablemente al grado de que bromeaban entre ellos, hablaban por mensaje, llamada y se contaban sobre su día.

Y había alguien en específico que estaba más que encantado con la situación.

—Tio Jinnie y Tío Nam irán a casa—Dijo una vocecita que se pegó a la pierna de Jimin como chicle.

—¿Y eso es malo por qué...?—Inquirió cargando al pequeño.

—Lo sabrías si los conocieras—Dijo el pelinegro en un mohín.

—¡Que Jimin Hyung vaya con nosotros a casa!—Propuso Jeonmin emocionado.

Jungkook frunció el ceño pero después de un rato relajo su expresión y una sonrisa cínica apareció en su rostro.

—No es mala idea MinMin...—Dijo en voz alta llamando la atención del omega.

Jimin levanto un ceja con confusión y una extraña sensación recorrió su columna. Algo le decía que no sería buena idea aceptar la invitación de Jungkook.

—¿Que dices Park? ¿Vienes con nosotros?

El rubio trago en seco observando la esperanzada mirada del niño y la burlona del alfa.

—Yo...—Dudo—Lo siento no puedo—Nego.

La felicidad del pequeño castaño cayó y la expresión del alfa flaqueo pero la retomo rápidamente.

—Oh ¿Tienes algún compromiso Jimin?—Indagó.

—S-si, debo... ¡Lavar ropa! Si, tengo tanta ropa que lavar—Se excusó con una sonrisa nerviosa.

El pelinegro lo observo incrédulo.

—¿Lavar ropa?—Repitió—¿Ese es tu compromiso importante?

El Omega le dió una mala mirada.

—Disculpe señor millonario pero no todos tenemos sirvientes y lavadoras del futuro—Musitó sarcástico.—Este es de hecho mi último conjunto limpio, si no lavo mi ropa no tendré que ponerme mañana. Supongo que otro día será—Levanto los hombros con falso arrepentimiento.

Jungkook lo escaneo de arriba a abajo para finalmente asentir.

—Bien, eso se puede arreglar—Camino hasta su auto y abrió la puerta trasera—Suban.

—¿Que? Pero tengo que-

—Dije suban—Volvio a decir con seriedad.

Al omega no le quedó de otra que obedecer con el ceño fruncido y un adorable puchero adornando su rostro.

—¿Papá a dónde vamos?—Pregunto el pequeño observando por la ventana del auto las desconocidos calles.

—Vamos a solucionar el problema de Jimin—Respondió ignorando la mirada letal que le estaba dando el rubio.

Quince minutos después Jungkook estacionó frente a una lujosa tienda indumentaria.

—Esperen aquí—Dijo saliendo del vehículo.

Jimin y Jeonmin intercambiaron miradas confundidos.

—¿Tienes alguna idea de lo que hará tu papá?—Pregunto observando la tienda a la que entró el alfa.

¡Tu eres mi papá omega! • KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora