Final pt.3

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Azul y avellana se intercalan batallando por tener el control. Las lágrimas caen descontroladas por las mejillas del rubio quien ahora no puede dejar de navegar en la nueva ola de recuerdos que llegaron a su mente.

—Tengo un hijo...—Murmuro tan bajo que solo él fue capaz de escucharse.

Lo siento, no sabía que nuestro cachorro estaba con vida y tuve que tomar esa decisión para poder sobrevivir.

Su lobo... Él era la razón de todo, del vacío asfixiante que siente desde hace años, sus contantes pesadillas y ese amargo sentimiento que se apoderaba de su ser cada vez que Jeonmin lo llamaba "Hyung" en lugar de papá.

Su propio lobo bloqueo todos sus recuerdos para poder sobrellevar la perdida de su cachorro y no morir en el proceso.

Y demonios, eso explicaba muchas cosas que en el pasado no supo darles una respuesta. Cómo la razón del porque despertó en un hospital completamente desorientado sin saber que hacía ahi, la expresión de melancolía que cargaba Yoongi cada vez que estaba a su alrededor, el inusual comportamiento de su familia luego de salir del hospital y la huida repentina que su mejor amigo le propuso a los pocos días de eso.

—¿Jimin?—La voz preocupada de Jungkook apagó el poco control que pudo conseguir.

Un fuerte gruñido impropio de un omega salió de lo más profundo de su ser y el alfa guiado por sus instintos, retrocedió asustado.

Si, asustado de su omega.

—¿Que le sucede a Jiminnie?—Pregunto Jin con los ojos exageradamente abiertos, todos subieron al escuchar unos gritos venir de la habitación y se encontraron con esa escena.

—No lo sé...—Dijo Yoongi en el mismo estado que los demás. Está situación le recordó al día siguiente del celo de Jimin, el lobo de su amigo era quien tenía el control y se había vuelto loco cuando mencionaron el nombre de Jungkook.

—Yo si se.—Murmuro el beta con lastima.

Hoseok lo supo desde que conoció a Jeonmin aunque intento convencerse de lo contrario al no estar tan seguro. Pero él lo sintió, sintió el lazo que tanto Jimin cómo el niño compartían, este no era muy fuerte pero estaba ahí, vivo.

Jungkook se sentía acorralado y ni hablar de su propio lobo que por alguna extraña razón estaba con la cola entre las patas por la mirada severa de ojos azules que estaba recibiendo de su omega.

—C-cielo ¿Que sucede? ¿Hice algo mal?

La mano del omega fue directamente hasta el cuello del alfa y apretó un poco escuchando un jadeo ahogado del pelinegro.

—Da la cara, maldito cobarde.—Ordenó con una voz profunda y cargada de ira.

Jungkook sintió como su lobo tomaba el control de su cuerpo dejandolo a él en segundo plano. Los ojos del alfa se tornaron escarlata y su mirada antes asustadiza se volvió una llena de pena y arrepentimiento.

La habitación quedó en un silencio sepulcral en el que solo se oían las respiraciones de los demás.

—¿No dirás nada?—Volvió a hablar el omega, intensificando el agarre sobre el cuello del pelinegro.

—¿M-me sueltas primero?—Pidió un poco mareado por la falta de oxígeno.

Jimin entrecerró lo ojos antes de soltar bruscamente al pelinegro.

— G-gracias...

—Habla de una vez, quiero saber que patética excusa de mierda dirás.

El alfa trago saliva con pesadez antes de soltar un suspiro tembloroso.

¡Tu eres mi papá omega! • KOOKMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora