¡Tu eres mi papá omega! • KOOKMIN

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—¡Jimin! ¡Tenemos código rojo aquí, ven!— El grito desde la planta baja exaltó al omega.

El rubio puso los ojos en blanco y soltó un suspiro cansino, su esposo era tan dramático cuando quería.

A pasos lentos llegó hasta la sala donde sus tres hijos estaban esperando con expresiones de aburrimiento y su alfa quien se veía particularmente molesto.

—¿Que sucede?

—Cariño, cuando fui por nuestros queridos hijos a la escuela un mocoso sin educación se atrevió a contaminar la piel de mi pequeño con su sucia boca.— Explicó con desagrado y rodeando de forma protectora al pequeño omega.— Tenemos que cambiarlo de escuela.

—¡Papá!— Se quejó el menor.

—Silencio hijo, estamos decidiendo sobre tu futuro.

Jimin parpadeó incrédulo ante lo recién dicho por su esposo.

—Jungkook no vamos a cambiar a HaJoon de escuela solo porque eres un padre celoso.— Negó y se acercó al pelinegro para darle un casto beso.— Creí que ya habías superado esa fase.

—No es una fase.— Se quejo.

—Si es una fase papá.— Habló Jeonmin desde el sofá con la vista fija en su teléfono. El que antes solía ser un pequeño niño travieso y escurridizo ahora era todo un adulto que le sobrepasaba en altura a su padre omega.

—Que te haya dado ciertas libertades a tí no quiere decir que sea una fase, es mi instinto protector.— Gruño con recelo.

—¿Eso significa que nunca podré tener un omega?— Preguntó otra vocecita a su lado.

—Tu deberías estar preocupada por tus calificaciones en lugar de omegas, niña.— La idea de ver a su pequeña hija con una pareja le dió escalofríos a Jeon.

—Tengo quince, papá.

—Sigues siendo una niña.

—Soy una alfa.— Recordó con suficiencia.

—Jeonmin también lo es y con veintidós años no se le acercan ni los perros.— Se burló el pequeño omega.

—¡Mocoso ven aquí!

Jimin reía al ver el escándalo que se volvía su familia en situaciones así, era cosas tan habituales y cotidianas que tener un día tranquilo sin las peleas absurdas de sus hijos o las escenas dramáticas causadas por el "instinto" de su alfa se le haría extraño.

El sonido del timbre fue amortiguado por los gritos y risas en la sala por lo que los recién llegados entraron sin avisar, cómo usualmente hacen.

—¿Ustedes nunca tienen un día normal?— Dijo en voz alta el omega pelinegro para hacerse notar.

—¡Hola tío Yoon!— Saludo HaJoon mientras corría escaleras arriba con Jeonmin prácticamente pisando sus talones.

Yoongi negó con una sonrisa y se encargó de saludar a su cuñado y sobrinos al igual que Taehyung. Kim Myah, la única hija del matrimonio saludo a sus tíos y fue directamente con su mejor amiga.

Yoongi y Taehyung decidieron no tener más hijos luego de Myah ya que ninguno se sentía listo o capaz de cuidar a más niños, un decisión de la cual nunca se arrepintieron, estaban perfectamente felices con su pequeña familia.

Y para nada tenia que ver qué Hoseok haya hecho otra apuesta relacionada con un segundo bebé, está vez con un yate de premió. Aún recuerda la cara de dolor de su alfa cuando tuvo que pagar la cabaña del beta.

Definitivamente ninguno quería pasar por eso otra vez.

—No me dijiste que vendrías.— Dijo el rubio abrazando a su mejor amigo.