El Último Adiós

Una larga noche

NARRA MARIANA

Habían pasado ya dos semanas desde la última vez que ví a Tamara y no me quiso abrir la puerta. No sabía nada de ella, iba a su casa todos los días en las tardes pero no había rastro de ella. Ayer que fui ya no estaba su ropa, en la universidad donde estudia no me dan respuesta de dónde podría estar, temo a que se haya ido del país o algo así. Lamento tanto todo lo que pasó, cómo pude ser tan estúpida y dejar que Lucía nos hiciera esto. Necesito dormir, hace días que no duermo, me acosté en la cama con lágrimas en los ojos e intenté dormir.

9:00pm

*Suena el teléfono*

Mariana: Aló?

Carolina: Hola Mari

Mariana: Hola Carolina, a qué se debe tu llamada?

Carolina: Llamaba para saber cómo estabas, hace dos días que no vas a la universidad, te sucede algo?

Mariana: Me sucede todo... Ya mañana iré.

Carolina: ¿Quieres que vaya a tú casa?, No sé... Para hablar mejor, se nota que en este momento necesitas a alguien que te escuche.

Mariana: Yo... La verdad si, pero....

Carolina: Iré, te prometo que solo hablaremos de lo que quieras que hablemos.

Mariana: Está bien, te espero.

Me levanté con pereza de mi cama, fui a ducharme y me dirigí a la cocina a preparar café.

*Suena el timbre*

Abrí la puerta y ahí estaba Carolina, con el cabello algo alborotado por el viento. En otro momento me hubiese encantado verla con el cabello así, pero ahora no me causa nada, solo tengo en mi mente y en mi corazón a Tamara.
Al verme se aventó a mis brazos y me dió varios besos en las mejillas.

Mariana: Ho..hola Carolina

Carolina: Hola.- dijo mirándome fijamente a los ojos.

La hice pasar a mi casa y tomamos café mientras le contaba de mis problemas con Tamara. Carolina no intento besarme ni nada, las horas pasaron muy rápido entre risas, conversaciones y películas ya era la media noche.

Carolina: Es tarde Mari, ya me tengo que ir.

Mariana: Si, ven con cuidado, traes auto?

Carolina: No, vine en taxi.

El fuerte sonido de unos truenos nos asustó, Carolina se abrazo a mi y nos quedamos así un momento mirándonos a los ojos. En sus ojos pude ver qué tenía miedo de irse a esta hora y con la lluvia aún peor. Lo pensé un momento y luego decidí decirle que se quedara a pasar la noche acá.

Mariana: Eh.. eh Carolina por qué no te quedas a dormir? Es muy tarde y llueve.

Carolina: Enserio? No te molestes, puedo tomar un tax...

Mariana: No, no, enserio quédate.

Carolina me dedico una sonrisa y la guíe al cuarto de huéspedes, aliste su cama y le indique dónde quedaba una pijama y los útiles de aseo.

Mariana: Bueno, eso es todo, ya iré a dormir es algo tarde.

Carolina: Hey! Por qué no me haces compañía un rato? -dijo mientras se acomodaba el cabello hacia un lado, está iba a ser una noche bastante larga...