CAPÍTULO 34

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Bad girls- M.I.A.

Me encantaría poder decir que el mes de preparativos para la boda me comporté como lo haría una novia, con una sonrisa en la cara las veinticuatro horas del día, acompañada de un lado a otra por mi madre y amigas mientras elegíamos el vestido, los zapatos, el color de las flores, el tono de los manteles. No fue así.

La realidad es muy distinta. Durante todo este mes las pruebas a las que me he visto sometida no han sido ni de lejos pocas. He tenido que reafirmar mi liderazgo constantemente, sentarme a la mesa con los aliados de la Bratva para demostrar que su lealtad está en el lugar correcto. He viajado hasta la Tríada y me he presentado como Katherine Volkova, he firmado acuerdos en nombre de mi padre y he reforzado alianzas. Todo esto mientras me dejaba caer ocasionalmente en los laboratorios de Dimitri con el fin de darle más de mi sangre, para poder seguir desarrollando el antídoto. Parece estar funcionando, Lev ha podido tocar la mano de su hermana sin sufrir ninguna dolencia, aunque ella no lo recuerda.

Aiden y yo decidimos guardar silencio sobre Cassie, ella no quiere conocer el nombre de su abusador y nadie lo hará. Será otro de los muchos secretos que dejaré que mueran conmigo.

Durante todo este mes, no ha habido ni rastro de Roy el cual, como ya imaginábamos, no murió en el ataque. Los restos hallados no pertenecen a él, sino a algunos de sus hombres e italianos que le guardaron las espaldas. Aún así, no teníamos noticias ni un rastro que seguir así que por el momento nos mantenemos alerta y a la espera de cualquier pista.

Y entre todo este caos, lucho con todas mis fuerzas para estar cada noche en mi cama junto a Aiden. Me he marchado de la mansión, no soportaba estar allí, cerca de mi madre. Así que ahora los escasos ratos que tengo de descanso, los paso en casa de Aiden. Ha sido redecorada de nuevo, ahora fiel a su estilo y todo lo demás, ha sido guardado en cajas que ahora descansan en algún sitio perdido de las plantas de abajo.

Vuelto a tener dos vidas: una durante el día cuando soy la heredera de la Bratva y mando sobre cientos de personas y otra vida que se desarrolla durante la noche cuando soy una novia normal que elige el color de sus adornos y el estilo de su peinado de boda. Por suerte eso llega hoy a su fin. Nos movemos hacia Seattle, faltan unos días para la boda y quiero estar allí con los míos, ultimando las últimas cosas.

Siento un cosquilleo en los dedos cuando veo que pasamos las verjas que dan paso al empinado sendero rodeado de vegetación hasta la mansión Montogmery. Pensé que no volvería nunca aquí y que si lo hiciese, no podría llamarlo hogar. Ahora sé que hogar es donde esté la gente que quiero, dan igual las paredes y techos. Y mi hogar está todo reunido a la entrada de la mansión.

Salgo del coche en cuanto se detiene, corriendo hacia los brazos de Jhon que me atrapa enseguida. Su perfume varonil me abraza y me transporto a todas las veces en que de niña me cogió en brazos y visitó los jardines conmigo.

─Que preciosa estás. ─le salen unas pequeñas arrugas en las esquinas de los ojos al sonreírme. ─Bienvenida de nuevo.

Siempre que he vuelto para ver a Ashton al hospital o para ver al pequeño Akim me quedaba en hoteles, alejada de este sitio por si estaba siendo vigilado esperando mi regreso. Observo solo unos segundos mi alrededor, como si nunca hubiese vivido aquí. No dura mucho antes de que varios pares de brazos me rodeen y comiencen a saltar, sacudiéndome de un lado a otro.

─¡Te vas a casar! ─grita Cassie.

─¡Con Aiden! ─añade Dakota

Sus risas son contagiosas. Doy saltos de emoción con ellas, enterrando mi cara entre sus cuellos mientras me dejo llevar por la alegría. Sé que hay ojos que nos miran, divirtiéndose con la escena.

El Juego del Escorpión #2Where stories live. Discover now