COMIENZO

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"Ya no hay vuelta atrás, lo sientes, y justo entonces intentas recordar en qué momento comenzó todo y descubres que todo empezó antes de lo que pensabas."

Federico Moccia


Narrador omnisciente


Esa mañana comenzó con un requerimiento especial por parte del vicepresidente.

Freddy Stewart Contreras se quedó pasmado cuando terminó la llamada que mantuvo con Armando Mendoza, esa donde le pedía su ayuda como tantas veces en el pasado.

Pero este requerimiento era muy distinto a aquellos donde le pedía cubrir sus pasos de doña Marcela, donde le pedía pasar por su auto o su maletica, ahora le había solicitado ir a una reconocida florería y encontrar todas las posibles flores que tuviesen ciertas características entre colores, tipos y fragancias que le dictó, que las acomodara en una oficina que ya no le pertenecía, incluso que se valiera de la ayuda de Wilson, de las muchachas del cuartel para lograr que fuera una sorpresa para la actual presidente de la empresa.

El mensajero colgó el auricular ante la atenta mirada de Wilson que degustaba una empanadita, posando una sonrisa confundida.

–¿Qué le pasa Freddy? Se quedó como raro... –sondeó Wilson acercándose a la recepción lentamente mientras el mensajero negaba.

–¡Usted qué se fija, bruto éste! –exaltó mientras sacaba su chaleco y su casco que colocó pacientemente –A que no adivina lo que me pidió don Armando...–sondeó mientras bailaba y Wilson se rascaba la cabeza hasta que su rostro se iluminó.

–¿Pues qué va a ser? Que lo cubra con alguna modelito, aunque claro, ya no es pareja de la dotora Valencia... O que pase por su auto –comentó Wilson feliz por conocer la respuesta pero para su sorpresa Freddy comenzó a negar. –¿Entonces? –sondeó confundido.

Pero Freddy no dejaba de bailar.

A él le había parecido muy extraño esa perseguidera que le montaron al cuartel cuando se nombró a Beatriz presidente, pero pensó que era un gesto de buena voluntad llevarlo con su grillita cuando no lo habían invitado, claro, eso fue antes de que la viera bailando tête-à-tête con otro que no era él.

Y ahora, ahora comprendía que había algo más, que esas saliditas que presenció la semana pasada no tenían nada que ver con Ecomoda, que se miraban con complicidad, entendiendo que pasaba algo entre el par, confirmándolo con esa petición de asemejar un jardín rebosante de bellos ejemplares florales y nada más y nada menos que para Betty, aunque tenía que admitir que se veía muy linda a como la conocieron y el ex presidente ahora parecía "caminarle", pero claro, don Armando no era tonto y cualquiera se hubiese percatado que el puesto presidenciable, el cuerpo esbelto y bien formado que todos ignoraron, y el resto de sus cualidades ya no eran despreciables y cualquiera podría llegar a conquistarla, como la visita del francés que la presidente recibió.

Freddy bailaba emocionado, ignorando la preguntadera de Wilson pues quería esperar al cuartel para informarles, así hasta que las muchachas atravesaron la entrada.

–¡Buenos días! –saludaron algunas que hablaban animadamente hasta que Freddy se interpuso en el camino hacia el ascensor –¡Quite Freddy! –soltaron fastidiadas.

–Buenos días, cuartel de traidoras –soltó Freddy ignorando los empujones que Sandra y Aura María le propiciaron para que se quitara del paso. –¡Esperen pues que tengo órdenes precisas de nuestro queridísimo Arman... Don Armando! –exclamó hasta que las muchachas se miraron asustadas, dejando en paz al mensajero para que continuara. –Ahora sí, venga para acá Wilson –solicitó Freddy histriónicamente mientras se acomodaba la corbata, aclaraba su garganta y de paso impacientando a las muchachas hasta que tomó de nuevo la palabra.

Me enamoré por primera vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora