2. Cielito de abril

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El trabajo iba y venía sin novedad, clientes satisfechos, clientes inconformes e incluso aquellos que se creían con el derecho de menospreciarlos solo porque trabajaban "para ellos". Conflictos que cualquier modista se enfrentaría, especialmente cuando habían hecho el vestido para la gala de los premios Ling* para la hermosa actriz Ling Xiao siendo que no eran un estudio de moda medianamente famoso.

Curiosamente ninguno de los involucrados sabía que estaban creando el icónico vestido de la actriz, solamente un día había llegado una mujer con rasgos andróginos a solicitar un vestido acompañada de uno de los peores dibujos que el trío de diseñadores había visto,  con medidas indicadas solo con sus manos y con la ferviente petición de que todo era secreto. Impresionantemente en cada revisión las medidas que había dado la mujer eran las mismas siempre.

De esa manera habían tenido la agradable sorpresa que el vestido había sido encargado por la jefa de guardaespaldas de Ling Xian y su esposa, Lin Wanyue.*  Lo que había resultado en varios periodistas y comentaristas preguntando por el diseñador del vestido, logrando así publicidad de manera inesperada y con un montón de trabajo.

- ¿Cómo vas con los vestidos de las damas de honor? - Shi QingXuan había estirado su espalda después de varias horas frente a la máquina de coser.

- Pésimo, además la clienta del mono de color nautilus llamo para agregar un vestido para el mismo día - Wei Ying había sacado sus lentes para descansar.

- ¡¿No le cobraste el doble?!

- ¡Lo hice y la mujer accedió, incluso pagó más! - los dos amigos rápidamente siguieron quejándose.

Ganar bien nunca estaba mal, pero tener pedidos sobre pedidos los estaba obligando a qué su taller y tienda que inicialmente era una forma de pagar la renta tuviera que buscar más ayudantes. ¡Todo era estresante!  Y para sumar a la cantidad absurda de tareas que tenían, Wei Ying había recibido el recordatorio de los cristales encargados para un vestido de novia.

Al llamar había recibido la noticia que debía pasar por ellos,  el universo conspiraba en contra suya, pues la razón por la que no podían llevarlos era porque sus repartidores habían entrado en huelga. ¡¿No podían luchar por sus derechos mañana?!  Ni Shi QingXuan, ni Wei Ying tenían automóvil, además Nie Huisang había salido a entregar los vestidos a una familia para una graduación. ¡Si no pasaban la vela colocando esos cristales se atrasarian en absolutamente todo! ¡En esa tienda no hay pedido que llegue después de tiempo! ¡Las fechas de entrega son sagradas!

- Muy bien, A_Xuan, necesito que vigiles la tienda, iré por esos cristales y los traeré.

- ¿En serio traseras esos cristales en el metro?

- Y el camión, confiaré en la humanidad una vez en mi vida y en el servicio de transporte público, ¡La vida se trata de correr riesgos!

Esa motivación no duró demasiado tiempo, resumiendo lo que había ocurrido por tres horas con el distribuidor, además de la tienda de telas fue un completo caos sumado a que el metro había cerrado por mantenimiento, había perdido su tarjeta del autobús y como cereza, se había terminado todo el dinero. Ahora Wei Ying tenía que cargar con múltiples bolsas y una caja ridículamente grande, su instinto de comprar telas bonitas en oferta había ganado la pelea, no es como que no fuera a usarla.   Aún que  sus brazos dolían demasiado y las miradas incómodas de las personas le estaban hartando, estaba considerando seriamente la opción de llamarle a su cuñado y tragarse su orgullo para pedirle que lo llevará al estudio.

- ¿Joven Wei? - el nombrado giro y se alegró de ver a uno de sus más recientes clientes, Yin Yu, el joven era sumamente agradable.

- Buenas tardes, disculpe que no pueda saludar apropiadamente, pero como verá estoy algo ocupado. -

No lullaby (HuaWei)Where stories live. Discover now