Se busca novia © (Disponible en Amazon 🌸Digital, Papel y Kindle Ilimitado🌸)

Capítulo 54

Gabriel

He escuchado que hay ocasiones en las que es mejor no preguntar nada.

Y quién sea que dijo eso, tiene razón.

Definitivamente, era mejor haberme quedado con la duda, inventarme teorías con esas fotos que me entregó Cristal o solo hubiera esperado a que Luna «me dejara», aunque por supuesto que no pensé que eso fuera algo posible, porque siempre hay una explicación razonable para todo, siempre, pero en este caso mejor no la hubiera pedido. Mejor hubiera dejado las cosas así y seguiría mi vida en la ignorancia.

Ignorante, pero tranquilo.

Porque ahora, todas las fotos, los mensajes de textos y los comentarios que intercambié en redes sociales con esas dos personas se repiten como un gif dentro de mi cabeza. Las fotos, madre mía, las fotos.

Mil veces mierda.

—Conocí a François Belrose hace poco ¿Tú lo sabías?

No estoy viendo a Luna directamente, estoy viendo a la ventana, pero en el reflejo está Lu sentada en mi sofá. Se mira las uñas, hace una pausa primero, después me mira y dice:

­—Sí.

Carajo.

—¿Él sabía que tú y yo...?

Ni siquiera termino porque ya me está contestando:

—Sí.

Miro otra vez los resultados que me arrojó Google. No puedo conectar las caras de esos dos hombres con los usuarios con los que los conocí en Instagram "Sexychocokrispis" y "CandenteNutella" sus Instagrams personales son todo lo contrario: Dos hombres serios, millonarios, poderosos y con cuentas verificadas también. Mientras, yo sigo aquí esperando que Luna me diga que esto es una broma.

Y que no les he comentado todas esas tonterías a dos de los hombres más ricos del mundo.

—¿De dónde eres?

—Francia.

Sí, también los dos están en Wikipedia y en ambos se mencionan dos hijas, pero no están los nombres. Si busco "Luna Belrose" en la web, me lleva a la colección de joyas de Belrose y la media luna es el distintivo, que es la misma presente en los gemelos, el reloj de Luna y el brazalete que le compré. Ahora que lo recuerdo, vuelvo al perfil de Instagram de sexychocokrispis y en una de las fotografías con el muñeco vudú se logra ver el mismo diseño de la media luna en su dedo meñique.

¡Qué fantástico! Le compré un brazalete de su propia colección a la hija del dueño de Belrose.

Eso es sarcasmo, por supuesto.

Me doy media vuelta, camino hacia Luna y me siento a su lado. Tomo su mano y vuelvo a dejar el reloj en su muñeca en silencio, porque ni siquiera sé qué decir. Todavía guardo la mínima esperanza que me diga que esto es una broma, pero eso no pasa.

—¿Al menos sí tienes veintidós años?

—Sí.

Y eso me alivia, en cierta manera... digo, al menos no es menor. Eso hubiera sido trágico, pero no es el punto. Me pongo de pie y miro mi celular todavía en la fotografía de Sexychocokrispis y el muñeco vudú. Encima aparece un mensaje de Roberto, tal vez el número cincuenta de todo el día y nada amable le contesto que no voy a ayudarlo. Justo en el momento que le doy enviar, tengo un mensaje de mi madre y ya sé por dónde va esto:

«Gabriel ¿tienes tiempo mañana para que charlemos sobre algo?»

Carajo.

«Si esto tiene que ver con algo que te hayan dicho sobre Luna, no»