1. Las escondidas

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Lili tiene sus pequeños ojos cerrados mientras se deja llevar por el apacible movimiento del automóvil de la vecina de su tía. Escucha el golpeteo que hace al avanzar y después el rechinido que hace al frenar; presta atención a lo que suena en la radio y también a lo que la vecina, la mamá de Regina y Dante, murmura entre dientes, maldiciendo a diestra y siniestra el caos vial de la ciudad. Trata de mantenerse despierta porque ya va a llegar a su escuela, y sabe que su mamá se enojaría con ella si arruina su uniforme o su peinado.

Ha empezado a tener sus reservas con sus rutinas matutinas, ya que el hecho de convivir con gente extraña no le gusta. Todo porque sus primos no van en la misma escuela. Pero tiene que ser una niña buena, para hacer feliz a su mamá. No puede pelearse con Regina, por más odiosa que le parezca, o con su hermano, Dante, aunque intente quitarle su mochila para usarla como balón de fútbol. Ambos son amigos de sus primos Fátima y Rubén, y viven en la misma cuadra, así que eso no ayudaría en nada para sentirse parte de ellos. Aunque no lo sea, y puede que nunca lo llegue a ser.

⸺ Niños, ya vamos a llegar⸺ se escucha la voz de la mamá de Regina y Dante, ambos se quejan mientras Lili toma su mochila y su lonchera⸺. Vayan preparando todo, que no se les olvide nada porque no puedo regresarme.

La respuesta es un "sí" algo adormilado, pero las niñas y el niño hacen caso, manteniéndose alertas para bajarse pronto e ir a sus salones de clases.

Una vez dentro de la escuela, los tres toman direcciones diferentes, ya que Dante va en primero de secundaria, Regina en sexto de primaria y Lili es la más pequeña, encontrando su camino al salón de quinto grado. Sube las escaleras lentamente mientras se pregunta cuándo volverán su mamá y sus hermanos con ella. Los extraña mucho, y no es que no le guste estar en casa de su tía Esther, ella hace comida muy rica, pero todos se comportan muy raro, y eso no le gusta mucho a Lili. La abuela va seguido a verlos a todos, pero cuando sus primos y ella salen a jugar un rato a la cochera, al entrar a la casa de nuevo se pueden escuchar murmullos preocupados que hacen pensar a Lili que su madre y sus hermanos se metieron en problemas y por eso no regresan.

Cada vez son más puntos los que se pueden conectar, y le asusta muchísimo darse cuenta del peligro que pueden estar sufriendo las personas que más ama en la vida. No quiere llorar, no quiere sentir que es una carga para su familia.

En dos días se cumple un mes desde que ya no volvieron. La gente habla mucho de eso, sus compañeros casi no se acercan a ella porque no saben qué decir, sus profesores le dicen una y otra vez que todo estará bien al final, pero Lili no sabe si creer en eso o no.

A la salida de la escuela, casi siempre se le acercan personas que presumen ser parte de organizaciones que buscan a personas desaparecidas, y de vez en cuando bombardean a Lili con mensajes que se pueden resumir a: no estás sola, estamos buscándolos, esto no se quedará así, nos estamos moviendo por todo el país, no salgas mucho...

⸺ Lili, necesito que no dejes que se te acerquen tanto, esas personas podrían intentar hacerte daño⸺ habla su tía después de haberse enterado de que otra vez a la salida la gente se acercó.

⸺ Pero dicen que nos están ayudando...

⸺ Lili, no podemos confiar en la gente, podrían querer hacerte daño. Mira, si se te vuelven a acercar, tú te acercas a la primera profesora o profesor que esté por ahí, ¿sale?⸺ su tía la mira con atención, esperando que Lili entienda su punto de vista⸺. Voy a hablar a la escuela para que tengan cuidado y te acompañen.

No sabe por qué, pero tiene ganas de llorar; así ha sido casi todos los días, de la nada simplemente quisiera regresar el tiempo, quisiera haberle dicho a su mamá lo mucho que la ama, decirle a sus hermanos que no importa cuánto la molesten, siempre los va a querer. Siente que puede ahogarse si sigue pensando en esas cosas, y encuentra un alivio en el sonido del timbre de la casa, así que sale disparada para abrir la puerta.

Juegos en el ombligo de la lunaWhere stories live. Discover now