5. La víbora de la mar

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⸺ Ya llegue, Lolita⸺ apenas con algo de respiración, la señora Guadalupe entra a su pequeña casa, justo donde la espera su única hija, quien también hace poco tiempo llegó de la escuela.

⸺ ¿Cómo te fue?⸺ la niña de doce años se asoma desde la cocina mientras revuelve la sopa de fideo que está haciendo para comer. Ella observa con toda la atención del mundo cada uno de los movimientos de su mamá. Desde que se le empezó a doler su panza, ha estado cada vez más cansada, ella dice que no está embarazada, pero Lolita piensa que sí, sólo que no lo quiere decir en voz alta para no preocupar a la pequeña.

La adulta suelta un pesado y exhausto suspiro para después sentarse en una de las sillas de la mesa principal, quedando perfectamente dentro del campo de visión de su hija.

⸺ Ay, hija…⸺ y con esas dos palabras, Lolita sabe que no le fue para nada bien. Si bien, Palenque es uno de los lugares turísticos más importantes de todo el estado, todavía no se ha alcanzado la garantía al acceso pleno a los servicios de salud para todas las personas que lo necesiten.

A pesar de su corta edad, Lolita ha vivido y ha aprendido cosas muy crueles gracias al entorno en el que vive, gracias a la manera en la que se ve, y gracias a su lengua madre, porque su español sale algo machucado, pero eso nunca le ha impedido comunicarse de manera efectiva con las personas. Además, ella nunca se ha sentido avergonzada de su origen, ni de su vestimenta, ni de su color de piel. Pero la mayoría de las personas desprecian esos aspectos.

⸺ Mañana te acompaño al doctor⸺ determina Lolita mientras apaga el fuego y tapa la ollita con la sopa, dejándola reposar para que todo agarre sabor.

⸺ No, mi niña. Mañana tienes clases, además, yo puedo sola, no te preocupes⸺ la señora Guadalupe insiste, tratando de regalarle a su hija una sonrisa que logre tranquilizarla, pero fracasa miserablemente debido a lo mucho que le duele todo el cuerpo. Y es que no es una cosa fácil recorrer todo el pueblo a pie para llegar a la clínica, gracias a que los tres camiones que puedo haber tomado ni siquiera le dieron la parada. Pero Lolita no se tiene que enterar de eso.

⸺ No, no, está bien. Jazmín me puede pasar los apuntes después⸺ dice mientras regresa a la cocina y toma dos platos para servir la sopa⸺. Además, hoy te ves muy cansada, si quieres, yo voy con doña Panchita, para que tú descanses.

Doña Panchita es la señora de la tienda más surtida de toda la colonia, y es muy cercana a Lolita y su mamá, así que todos los miércoles en la tarde les regala algunos paquetes de pan, algunos huevos y si en la semana no han sido del agrado de la gente, tal vez algunos dulces. Son cuidadas dentro de la colonia, pues comparten experiencias, idioma, perspectiva de vida, y todos ahí creen que es mucho mejor apoyarse que perjudicarse.

⸺ Gracias, Lolita. Nomás no te vayas tan tarde, y si te encuentras a alguno de los muchachos pregúntale si te acompaña, para que no regreses tan cargada⸺ dice la señora para después concentrarse en comer. Siente los ojos muy pesados, pero hay mucho remordimiento en los pensamientos de la señora Guadalupe, pues detesta sentirse así cuando su hija está presente, además, no deja de repetirse que la niña todavía está chica como para hacerse cargo de tantas cosas, a pesar de la capacidad que esté demostrando Lolita.

A las cinco y media de la tarde, Lolita sale rápido de su casita, no queriendo dejar tanto tiempo a su mamá sola, pues se quedó completamente dormida. Así que cierra a conciencia y se encamina a la tienda de doña Panchita.

No llega ni a la esquina cuando se encuentra con Toribio, uno de sus mejores amigos, que va en bicicleta; ya sabe a dónde se dirige Lolita, así que se baja de la bicicleta para caminar a su lado, pues comienza a decir que ya le dolieron las piernas de tanto pedalear.
Van hablando y haciendo unas cuantas bromas, pero sus risas se detienen cuando pasan por un grupo, claramente de gente que no vive en el pueblo, que comienzan a murmurar cosas que a los jóvenes les parecen ridículas. Cosas sobre el color de piel, acerca de mantener la atención en bolsas, maletas y carteras para que no les roben. Cosas acerca de su apariencia tan “exótica”, tan “bonita para ser indígena”. Se escuchan los sonidos de las cámaras, las exclamaciones, las preguntas desafortunadas. 

Juegos en el ombligo de la lunaWhere stories live. Discover now