CAPÍTULO 17: REENCUENTROS.

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Canción: Here with me - Elina.

Omnisciente

Tres meses después.

—Hace diez horas que estás encerrada en esta oficina, ¿no crees que deberías terminar por hoy? —mencionó Efe ingresando a la oficina de su mejor amiga.

Ambos se encontraban dentro de las paredes de la nueva empresa que ambos habían fundado tres meses atrás: "Yıldız-Akman Architecture". Solo habían pasado noventa días desde su fundación y poco menos de ochenta desde su puesta en marcha y ya tenían en manos dos grandes proyectos para sus clientes y un propio proyecto benéfico.

A Eda le costaba reconocerlo, pero el hecho de ser hija de Mustafá y de haber heredado su dinero, parte del cual sirvió como inversión para poder tener en manos proyectos prestigiosos y tan rápidos, había sido fundamental en esto. Claro, y también tener a Efe a su lado. Además de ser un gran amigo, era un gran socio y empresario. Ambos se complementaban bien y cada decisión y cada paso que daban no se tomaba sin haberse consultado el uno con el otro. Eran un equipo que funcionaba perfecto y eso también había ayudado al crecimiento rápido de su empresa.

Pero con el crecimiento rápido, vino el trabajo y con el trabajo, las fechas límites, las entregas y las presentaciones. En ese momento Eda estaba luchando por terminar con los últimos retoques de un paisaje para una de las presentaciones que tenían la semana que entraba, pero estaba empecinada en terminarlo porque quería dedicar los próximos tres días completamente al proyecto que más le emocionaba: estaban por inaugurar su primer proyecto benéfico. No sólo eso, sino que por la obra y el esfuerzo recibirían junto con Efe una mención honorífica.

Ese proyecto ya estaba terminado, pero faltaban los últimos toques materiales: amueblar, decorar y dejar las presentaciones listas en el sistema de video del lugar para que la gente que presencie la ceremonia pueda ver el comienzo y el fin de aquel lugar.

—Ya casi termino, quiero dejar todo listo, igual tú tendrás que revisarlo después. —Dijo ella hablando rápido, como si no estuviera cansada y sin despegar la vista de los planos, terminando de trazar las últimas líneas.

Ahí fue cuando levantó la cabeza, dedicándole una sonrisa a su amigo quien negó con la cabeza y se acercó para cerrar todas las carpetas y la laptop que se encontraban sobre aquel escritorio. Era grande, Eda lo había pedido específicamente porque sabía lo muy desordenada que era para trabajar, pero, así y todo, no era suficiente.

—Vamos, cenemos juntos y luego te llevo a tu casa.

—No puedo, le prometí a Ceren que iría a su casa a cenar hoy. —dijo la castaña tomando sus cosas para meterlas rápidamente en el bolso y colgarse el mismo en su hombro. —Te prometo que mañana cenaremos.

—Vienes diciendo eso hace dos semanas, no me sorprendería que me canceles a último momento. —Eda se sintió mal por aquello, pues Efe tenía razón, pero no podía culparla cuando ponía el trabajo por delante. Los primeros meses eran los más difíciles y los más críticos, un error al principio y eso podía definir si arruinaba tu carrera o no.

Se acercó hasta su amigo al rodear el escritorio y lo abrazó.

—¿Sabes que te adoro y que eres el mejor amigo del mundo mundial? —le dijo mientras aplastaba la mejilla contra el brazo de Efe y lo miraba.

—Lo sé. —dijo él con la arrogancia que lo caracterizaba cuando de los cumplidos se trataba, no dudó en rodear a Eda con sus brazos y dejar un beso en su cabeza. — Vete antes que me arrepienta de no hacerte una escena de celos.

ARDER EN LIBERTADWhere stories live. Discover now