MALDITO DESTINO

CAPÍTULO 6: Marcus.

Llego a mi casa después de la conversación con Bella y lo primero que veo es a mi hermano sentado dibujando en la sala de estar.

— ¡Llegaste! — exclama levantándose y corriendo hacia mí.

— ¿Cómo estás Harrito? — cuestiono mientras me abraza.

— Harry, Harry, mi nombre es Harry, no Harrito. — refunfuña apretando mi cuerpo.

— Acostúmbrate porque siempre te diré Harrito.

— ¡MAMÁ, ELA ME ESTÁ DICIENDO HARRITO DE NUEVO! — grita soltando su agarre y caminando hacia el estudio.

— ¡Oye, no seas llorón! - exclamo mientras lo sigo.

Mi hermano es la tercera persona más importante en mi vida. Lo amo con locura desde que nació. Yo solo tenía ocho años, pero aún así amaba cuidarlo, cargarlo y mimarlo. Ya tiene diez años, sin embargo, sigue siendo el bebé de la familia. Está muy consentido por todos. Lo bueno es que no es malcriado, es el niño más noble, puro y amoroso que he conocido.

Harry se parece mucho a mamá, tiene sus mismos ojos, su nariz y esa sonrisa dulce capaz de conquistar a quien sea. Todo lo contrario a mí que soy casi una copia exacta de papá. O al menos es lo que dicen.

— ¡Al fin llegó mi luciérnaga! — exclama mi padre saliendo del estudio y me carga como un costal de papas.

— ¡PAPÁ! - grito entre risas mientras me da vueltas. — ¡Ba - basta! — pido sin dejar de reír.

— Detente Harry, la harás vomitar. — ordena mi madre con voz dulce.

— ¡Está bien! — responde depositando mi cuerpo mareado en el suelo.

— Estoy mareada. — informo con los ojos cerrados, pero sin dejar de reír.

— ¿Ves? — dice mi madre.

— Sí, veo que ustedes son las mujeres más hermosas de este planeta. — confiesa mi padre haciendo que de inmediato abra los ojos.

— ¡Buah! Ustedes son muy cursis. — digo señalandolos y ellos ríen mientras se toman de la mano. — Iré a cambiarme, ahora bajo. — digo pasando al lado de ellos y subiendo a mi habitación.

Me gustaría tener un amor como el de mis padres. Así tan puro, tan dulce, tan intenso, tan perfectamente imperfecto. Que amen hasta mi peor versión.

Y ojalá pudiese ser todo esto con Mike, pero eso parece casi imposible. Ah, claro, Liam lo cree posible...

[...]

— No es cierto. — niega Gin por décima vez.

— No te hagas la inocente. — dice Bella con una media sonrisa.

— A mi me parece guapo. — confieso haciendo que las dos giren a verme.

— ¿De que hablan? — nos interrumpe el moreno del otro día.

¡EL MORENO! ¡Mierda, lo besé!

— Eh, no, de nada. — digo levantándome de inmediato.

— Ela decía que le pareces guapo. - le informa Gianni de manera tan innecesaria.

— ¿Eso es verdad? — cuestiona mirándome y luego regresa la mirada a ella. — Si una amiga te confiesa algo, por lo más mínimo que sea, deberías guardar silencio o meterte un pedazo de pan en la boca. — la reprende mientras sonríe.

Luego se endereza y se va, no sin antes despedirse de mi con un giño.

Lo sigo con la mirada hasta que se pierde entre los demás estudiantes y regreso mi mirada a Bella y Gianni.