CAPÍTULO 12: La fiesta (Parte 2)

1.5K 141 12
                                    

NARRA LIAM:

Veo a Ela tambalearse de un lugar a otro. Está ebria, muy ebria.

Marcus la acompaña mientras ambos ríen e intentan bailar, en cambio, parecen zombies moviéndose.

— Llévala a su casa. — dice Bella llegando a mi lado. — El otro día la llevaste a su casa, ¿no?

— ¿Cómo sabes qué...? — miro a Marcus y sonrío dejando escapar un poco de aire. — ¿De nuevo tienes a Marcus como mensajero?

— ¿Porqué no me lo dijiste?

— No hice nada malo.

— ¿Y por qué no me lo contaste?

— Bella...

— Llévala a casa antes de que caiga a la piscina. — me interrumpe mirando hacia donde está Ela.

Doy un suspiro largo, le doy un último trago a la bebida que tengo en la mano y luego dejo el vaso en el sitio más cercano.

Camino hacia Ela que está de espaldas y la tomo de los hombros.

— Vamos, estas muy borracha. — Ela voltea mirándome con los ojos entrecerrados.

— ¿Jesús? — murmura.

No puedo evitar reír, me ha comparado con un ser divino, debo ser muy hermoso y angelical para ella.

— Mmm no, eres Lucifer, sí, Lucifer, vete.

Hija de su abuela. ¿Ahora cree que soy el diablo?

— ¡Noooo! No me lleves, te lo ruego. — suplica juntando sus manos como si rezara.

— Ven aquí.

La tomo intentando atravesarla en mi hombro como si fuese un costal de papas.

— ¿A dónde la llevas? — pregunta Marcus aferrándose a mi brazo.

— A su casa, ¿no ves que está borrachisima?

— Yo la puedo llevar. — dice arrastrando la lengua.

— Sí, claro y que se maten los dos.

— Está bien, está bien. Llévala, pero te voy a contar un secreto, Liam... Ela, Ela me está gustando mucho. — confiesa sonriendo y tropieza cayendo al suelo cuando intenta ir al lado donde tengo a Ela.

— Me estoy cansando, me voy. — digo dejándolo en el suelo.

Llego al coche de Bella y meto a Ela en la parte de atrás con mucho trabajo y cuidado. Ella se retuerce un par de veces y balbucea cosas difíciles de entender.

Me subo también al auto y arranco para salir a una velocidad considerable, ya que también tomé y no quiero llamar la atención de la policía ni tener un accidente.

Pongo algo de música en la radio, abro un poco la ventanilla y por el espejo retrovisor veo a Ela dormir.

No puedo llevarla así a su casa. Pueden pensar lo peor, necesito que se le baje un poco la borrachera épica que se pegó.

— ¿Porqué bebiste tanto si no lo habías hecho antes? — le pregunto mirándola por el espejo. — Eres muy tonta. — murmuro dejando salir una media sonrisa y ella balbucea de nuevo.

La llevo hasta el departamento de mi mamá, el que tenía cuando estaba soltera. Ese es uno de mis escondites favoritos, casi nadie sabe de su existencia ni mi padre sabe que mi mamá lo sigue conservando.

Me estaciono y miro a Ela que está casi de cabeza en el asiento. Salgo del auto, luego la saco a ella demorando casi una eternidad.

Entramos al elevador hasta llegar al departamento, ahí pongo a Ela en uno de los sofás y me voy a la cocina para preparar café.

MALDITO DESTINO Where stories live. Discover now