CAPÍTULO 19: LLUVIA

551 56 20
                                    

Le sonrió en complicidad a Liam antes de lanzarnos a la piscina. De nuevo estamos entrenando después de clases y se siente bien hacerlo.

Es lunes y como cada lunes la piscina está más vacía que otros días, así que libremente podemos disfrutar de ella solo nosotros dos. La competitividad que hay entre Liam y yo hace parecer que somos eternos rivales que se odian desde lo más profundo de su ser, pero no hay nada más alejado de la realidad que eso.

Nuestra amistad se hace más grande con cada día que pasa y el cariño que nos tenemos crece a cada minuto. Es muy lindo tenerlo en mi vida, disfruto mis días a su lado y me encanta hacer lo que más amo con él; aunque sea como rivales.

Salgo de la piscina y Liam me extiende una toalla para que pueda secarme.

-        ¿Quieres ir por un helado? – cuestiona levantando las cejas.

-        Solo si tú lo invitas. – respondo sonriendo.

-        ¿Cuándo llegará el día en que me invites algo?

-        Nunca. – respondo y le tiro la toalla en la cara.

[…]

Liam conduce por la carretera llena de curvas, yo voy detrás de él aferrada a su chaqueta, el día nublado hace que el paseo sea muy refrescante.

Suelto una de mis manos del agarre y de inmediato Liam la atrapa para ponerla de vuelta en la chaqueta. Sonrío ante ese acto y continuamos hasta llegar al muelle.

Liam va hacia una de las heladerías a comprar los helados y yo me quedo sentada a la orilla del muelle mirando el mar revuelto, el cielo nublado y las aves tratando de conseguir comida. Se puede respirar paz en este lugar, ya entiendo porque es el lugar seguro de Liam. “Eres mi lugar seguro” resuenan en mi cabeza las palabras que me dijo Liam hace unos días, comienzo a toser cuando giro la cabeza y lo veo venir.

-        ¿Estás bien? – cuestiona al ver como casi me ahogo.

-        Si. – respondo sin poder hablar bien.

-        Solo me voy un segundo y ya te andas muriendo. – dice pasando su mano por mi cabeza como si fuese un cachorro.

-        ¿Crees que soy un perro? – inquiero tratando de arreglar mi cabello.

-        Eres una niña grosera. – me da el helado y se sienta a mi lado.

-        No soy grosera. – apelo.

-        ¿No?

-        No.

-        Si lo eres. – dice embarrando mi nariz con un poco de helado.

-        ¡Oye! – me lanzo hacia él para hacerle lo mismo, sin embargo, se mueve hacia atrás y el helado termina entre sus piernas, justo en su…

-        ¡Ah! Esto está muy frio. – grita levantándose de inmediato. – ¡Me la vas a pagar Elaine!

Me levanto a toda velocidad viendo como Liam viene por mí, su persecución es tan en serio que ni si quiera se detiene al sentir las gotas de lluvia caer sobre nuestros cuerpos.

De la nada sus gestos de furia son sustituidos por unos de felicidad, como si disfrutara sentir el agua caer sobre él. Deja de perseguirme y solo se para frente a mí, levanta la cabeza hacia el cielo disfrutando de la lluvia y luego la baja para mirarme con la sonrisa más grande que jamás le había visto.

Liam camina hacia mí y yo doy un paso atrás. No puedo fiarme de esa sonrisa que podría derretir miles de corazones. Espera… ¿qué demonios estoy diciendo?

-        Debemos ir a casa, podrías enfermarte. – dice al estar más cerca de mí.

-        Yo no me enfermo. – niego y él levanta una ceja.

-        No me obligues a llevarte cargando, Elaine.

Es la segunda vez en el día que dice mi nombre completo sin abreviarlo y en tono serio.

-        No lo harás. – sonsaco y el pasa una mano por su nuca antes de sonreír con malicia y casi casi envestirme.

Liam me levanta como si fuese un costal de papas sobre sus hombros. Pataleo y grito, pero eso no parece inmutarlo de ninguna manera.

Nos alejamos cada vez más del muelle hacia el estacionamiento, sin embargo, en una banca veo a un hombre sentado mirándonos atentamente. Tiene puesta una gorra y un cubre bocas, su chaqueta negra de hule está completamente mojada, una pequeña coleta rubia sobresale por el lado derecho de su rostro. Cruzamos miradas por un segundo, el cuál es suficiente para provocarme escalofríos.

Liam me baja en cuanto llegamos a la moto, pero yo sigo intentando ver quién es ese hombre.

-        ¿Ela? ¿Pasa algo?

-        ¿Sabes quién es ese hombre? – giro a ver a Liam para preguntarle y le señalo con la cabeza en dirección al hombre misterioso.

-        ¿Cuál hombre? – giro de inmediato la vista solo para encontrarme con que aquel hombre ya no estaba ahí.

-        Hace un rato había un hombre muy extraño sentado en esa banca, estaba mirándonos.

-        Ya no hay nadie Ela, quizá solo veía el paisaje como nosotros y huyó de la lluvia; tal y como deberíamos estar haciendo ahora.

Siento un escalofrió recorrerme toda la espalda y no es precisamente por la fría lluvia. Ese hombre me dejó muy intrigada y preocupada. Me subo a la moto siguiendo las órdenes de Liam para salir de ahí.

[…]

Llegamos al departamento de la señora Smith y mi jefe (que eso parece Liam en este momento), me da una toalla para que me seque un poco y luego me ordena que me meta a bañar y le de mi ropa para secarla.

Lo hago sin más ya que sigo pensando en quien podría ser ese sujeto del muelle. Mi mente no puede recordar unos ojos parecidos. Esos ojos irradiaban odio y algo más… maldad quizá.

Salgo del baño con una playera y un pantalón deportivo de Liam, esta ropa me queda horriblemente enorme. Parezco Harry cuando se ponía la ropa de papá.

-        Te queda linda mi ropa. – dice apareciendo frente a mí de la nada.

-        Búrlate todo lo que quieras, seguro a ti se te ve peor. – contraataco, sin darme cuenta antes que está sin playera y con solo una toalla enrollada de su cadera hacia abajo. – ¿podrías vestirte antes de discutir? – me tapo los ojos y me giro para no estar de frente a él.

-        L-lo siento. – se disculpa y escucho sus pasos alejándose hacia la habitación.

-        ¿A caso no se dio cuenta de eso antes? – murmuro mientras camino a la cocina para buscar un poco de agua.

Antes de llegar y como una completa estúpida me resbalo ya que salí con las chanclas mojadas. Cierro los ojos esperando sentir el gran golpe que me daré en el culo, pero antes de sentirlo Liam me sostiene. Su rostro con las mejillas enrojecidas y el cabello húmedo cayendo sobre su frente lo hace ver muy atractivo.

-        ¡Deja de pensar eso! – exclamo en voz alta sin querer.

-        ¿Ahora lees mentes? Y si lo haces, ¿qué crees que estaba pensando? – sin poder articular palabra lo miro con nerviosismo. – Deja que te lo diga, pensaba en lo fea que te ves así… - hace una pausa para ayudarme a ponerme recta. – Y en lo mucho que haces latir mi corazón.

Liam toma con una de sus manos mi cara y se acerca peligrosamente.

-        Puedes detenerme si quieres. – no quiero, digo en mi mente, pero antes de que Liam pueda hacer algo más la luz del edificio se va.

DESCONOCIDO:

-        La suerte está de nuevo de mi lado, lo buscaba a él y la terminé encontrando también a ella.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Apr 28 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

MALDITO DESTINO Where stories live. Discover now