Mi descontrol y equilibro

Una pulguita en camino

-¿Nini? ¿Dónde estabas?- preguntó Lisa al ver a su esposa entrar a la casa.

-¿Qué haces aquí?

-Pregunté yo primero cariño - dijo acercándose pero Jennie levantó su mano para que se detuviera.

-¿Qué pasa?- le dolía que Jennie no quisiera tenerla cerca.

-Tenemos que hablar- el rostro de Lisa se mostró preocupado al instante y Jennie lo notó- quiero que me expliques qué fue lo qué pasó y porque vi lo que vi.
-es a lo que he venido cariño, aunque debo irme mañana por la madrugada, no quiero que nos vayamos a dormir enojadas, no quiero que nuestra primer pelea de esposas sea así, yo pensaba que nuestra primera discusión sería porque yo traería a algún perro callejero y me mandarías a dormir afuera con el- Jennie no pudo ocultar la sonrisa que le provocó- Vamos a sentarnos y hablemos.

Caminaron juntas hasta la sala y se sentaron en el mismo sillón. Lisa volteó a verla suspirando.

-Estaba dormitando, cuando escuché que alguien entró, creí que eras tú,  estaba en el sofá con la computadora en las piernas, había estado revisando unos correos de unos patrocinadores- Jennie la miraba con atención- llegó y me tapo los ojos, le dije "hola amor" pensando que eras tú.

-Sí escuché- Jennie había visto la puerta abierta y entró viendo la escena que Lisa describía en ese momento.

-Ni siquiera pude abrir los ojos cuando ella se puso encima de mi besándome, cuando sentí que no eran tus labios abrí los ojos y voltee a la puerta viéndote... te lo juro amor, ella y yo no tenemos nada que ver- Jennie la miraba a los ojos buscando alguna duda en ellos- comprendo si no quieres creerme por como sucedieron las cosas, pero es la verdad,  jamás te traicionaría, primero me muero antes que dañarte de esa manera, eres el amor de mi vida.

-Te creo- dijo apenas audible y los ojos de Lisa brillaron.

-¿De verdad?- Jennie asintió haciendo un puchero, Lisa la tomó en brazos y la puso sobre su regazo abrazándola y llenándola de besos- mi vida, no llores, me partes el corazón cuando te pones así.

De repente Jennie están llorando como niña chiquita, Lisa no comprendía que pasaba.

-Mi cielo, hey hey princesa- tomó las mejillas de Jennie viéndola con las mejillas coloradas, los ojos rojos y con hipo de tanto llanto- ¿Por qué lloras así? ¿Qué pasa amor?

-Es... es... es que.. es que.. estoy.. mu...muy sen..sensible- trataba de hablar pero el hipo no la dejaba- s...son las.. las... hor...hor..mon..monas.

-aay mi amor, ¿te ha llegado el periodo?- acariciaba su rostro y dejaba besos en sus mejillas, Jennie negó- Entonces se acerca tu período.

-N...no

-¿y por qué dices que estás hormonal?- Jennie se puso de pie y fue por su bolso. Lisa la miraba extrañada- ¿qué buscas?

-Fui al hospital- dijo sorbiendo de su nariz.

-¿Te sentías mal? ¿Qué te pasó? ¿Te sientes bien ahora? ¿Te duele algo? ¿Quieres que te lleve otra vez?- Lisa atacaba con preguntas y Jennie le extendió una fotografía mostrándole el lado de atrás- ¿Qué es esto?
Lisa giró la imagen y se quedó observándola. No decía nada. Jennie se estaba preocupando.

-¿Amor?

-¿Es real?- Los ojos de ambas se encontraron.

-Sé que es muy pronto pero...

-Amor- Lisa se levantó y Jennie se sintió pequeña- ¡VAMOS A SER MAMÁS!
El grito de Lisa sorprendió a Jennie y luego sintió los brazos de la cantante tomarla y darle vueltas.