Familia Manoban Kim

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Semanas después
-Nini- la voz de Lisa despierta a su esposa.

-¿Qué quieres? Tengo sueño amor.

-Creo que no fui yo, así que ¿te hiciste pipí?- se sentó en la cama observando a su esposa mientras se tallaba un ojo.

-¿Pipí?

-Sí, he sentido húmedo y no fui yo.

-De qué habl... ¡LISA!

-¿Qué es? No me grites- pidió asustada.

-¡Se me ha roto la fuente! Ayúdame a levantarme- Lisa no se movió Ni un poco quedó en shook- amor, no es momento para que te pongas así, tu hijo y yo te necesitamos en tus cinco sentidos.

-CLARO- de repente reaccionó la cantante y se puso de pie para luego ayudar a Jennie- ¿que te traigo? ¿Qué ocupas?

-Primero, que te tranquilices, ya hemos ensayado esto, así que yo me cambiaré tu has lo mismo y luego ve por la pañalera que ya tenemos preparada- pidió lo más amable que pudo- debemos darnos prisa.

Rápidamente Lisa se lavó los dientes, se cambió y fue por la pañalera que tenían lista y que día a día revisaban para sentirse seguras cuando pasase esto. Volvió a la habitación encontrándose con Jennie sentada en la cama ya vestida con un vestido suelto veraniego, estaba con los ojos cerrados y la cara roja.

-¿amor?- se acercó con miedo.

-Es-pe-ra- uuuhhhn uuuf- respiró y luego se puso de pie- han comenzado las contracciones así que debemos darnos prisa.

-S s s si amor- Lisa trataba de estar tranquila pero fue inevitable preocuparse al ver a su esposa así.

-Vamos cariño que el pequeño Jungkook nos espera- sonrió Jennie.

Las últimas semanas Jennie había estado más comprensiva con su esposa, trataba de no enojarse por cualquier cosa. Habían estad excelente en cuanto a comunicación, la noche que el doctor las interrumpió, decidió contarle la insistencia del médico, por lo que Lisa cada día que Jennie seguía trabajando ella iba a dejarla y luego pasaba por ella. Decía que sólo era para que ella no condujera ni batallara en llegar a casa. Había puesto en pausa su trabajo para poder estar 24/7 con ella.
Los últimos días ya eran de descanso para Jennie, dejó de ir al hospital y a sus clases pues la fecha de parto era demasiado próxima.

Ahora se encontraban llegando al hospital.

-Amor, voy por una silla ahora vuelvo- dijo Lisa pero Jennie la detuvo.

-No, si puedo caminar me hará bien así bajará más rápido.

-Cómo digas, yo solo te ayudo- se apresuró en bajarse y abrió la puerta para abrazar a Jennie y entrar al hospital.

-Hola Jennie- saludó alegre Yeri- Oh por Dios estás de parto, Peter trae una silla ahora mismo, y luego habla a la doctora Meredith.

-Gracias Yeri- dijeron al mismo tiempo.
-¿Cuánto tiempo llevas?

-He despertado hace cuarenta minutos con la fuente rota, y las contracciones comenzaron hace quince minutos.

-¡Aquí estoy!- llegó pronto su compañera- Vamos a llevarte a una habitación para revisarte.

-Claro- sonrió a duras penas pues otra contracción le había llegado y apretó la mano de Lisa dejándola roja- aaahg

-De prisa Peter- rápido entraron a una de las habitaciones- Muy bien ahora tráele una bata Peter por favor.

-Enseguida- corrió fuera y en menos de diez segundos volvió con la bata- Doctora Kim si me permite ayudarle.

-Lo haré yo, si no es molestia- pidió Lisa- quiero sentirme útil.

Mi descontrol y equilibro Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt