Alguien Tiene Que Mentir

Prólogo

Ver a tantas personas reunidas en un mismo lugar me pone los pelos de punta. No había estado rodeada de tantas personas desde... el funeral de mi madre.

—Marceline ¿me escuchaste?

La voz de la directora, esfuma mis ensoñaciones.

—Lo siento, ¿qué ha dicho? —pregunto.

—He dicho que expliques, delante de todos, lo que ha pasado.

Toma una bocanada de aire antes de empezar.

—Estaba en el baño del cuarto piso cuando escuché un grito—explico, bajo la mirada a mis manos aún manchadas de sangre— . La vi en las escaleras y estaba...ella estaba sangrando, así que hice presión en la herida, creí que...era mejor pedir ayuda y eso hice. Bajé al tercer piso pero no encontré a nadie.

—¿Por eso encendiste la alarma?

Asiento.

—La herida fue ocasionada por un arma punzante.

Lo saben.

—¿En dónde está el cuchillo?

Una imagen se forma en mi cabeza.

Él.

—No..no lo sé—respondo indecisa.

—¿Viste a alguien más?

Niego con la cabeza.

—¿Estás segura?

¿Lo estoy?

Pienso en él otra vez. Yo lo vi.

¿O, tal vez, fue mi mente jugándome una mala pasada? No sería la primera vez.

Lo conozco, es bueno conmigo no creo que haya sido capaz de...

De pronto, recuerdo las últimas palabras que la chica pronunció justo antes de cerrar sus ojos.

«Se enconde detrás de una máscara, por fuera muestra una sonrisa, pero en su mente piensa todas las formas en cómo acabar contigo»