Jameson me queda mirando durante un tiempo, con la boca abierta y luego niega con la cabeza.

—¿Estás loca? No podemos entrar por la puerta.

—¿Por qué no?

—Nos hemos escapado para ir a una fiesta secreta, hueles a alcohol y Narva se encuentra cruzando esa puerta ¿necesitas otra razón?

Mierda, no lo había considerado. Supongo que mi mente está un poco nublada por el alcohol.

—Entonces, ¿cómo entramos?

Él esboza una sonrisa maníaca que lo hace lucir jodidamente sexy...tonto, lo hace lucir como un tonto.

—¿Alguna vez has entrado a hurtadillas a una mansión?

Lo miro confundida.

—Normalmente, nos colamos por la ventana del sótano—lo mire confundida ¿Normalmente? ¿Acaso eso era un hábito?— Sígueme.

Rodeamos la mansión hasta llegar a la pequeña ventana del sótano

—No sabemos si la ventana está abierta.

—Tengo un buen presentimiento— Jameson solo la empuja y esta se abre— Antes de salir, siempre dejamos la ventana abierta.

Entramos al oscuro sótano, enciendo la linterna de mi móvil y me acerco a abrir la puerta pero se encuentra cerrada con llave.

—No abre—digo preocupada.

Jameson se acerca a la puerta a comprobar si está cerrada.

—Tienes razón.

—Nos quedamos aquí encerrados— chillo Marceline.

Lágrimas se forman en mis ojos por la idea de quedarme encerrada en este oscuro lugar.

—No podremos salir de aquí a menos que ocurra un milagro—Jameson saca una llave de su bolsillo— Que bueno que la traje conmigo.

—¡Tienes la llave maestra!—Lo miro atónita— Espera, ¿cómo tienes la llave maestra de Narva?

—El año pasado "tomamos prestado" la llave maestra e hicimos copias—sonríe con suficiencia— Tenemos el lugar controlado.

—Es una gran idea tuya.

—De hecho fue idea de Grace—una sonrisa se formó en sus labios.

—¿Quién es Grace?

Jameson se apresura a abrir la puerta con la llave, al parecer no escuchó mi pregunta.

—Creo que ya deberíamos irnos, se hace tarde.

Caminamos de puntillas tratando de no hacer ruido hasta que llegamos al rellano de las escaleras.

—A partir de aquí puedo ir sola.

—Prometí llevarte sana y salva hasta tu habitación, y eso es lo que haré.

—Estoy a unos pocos pasos de mi habitación, no creo que algo pueda pasar.

Me vio directo a los ojos.

—Muchas cosas pueden ocurrir en esta mansión.

—¿Te refieres a que la mansión está embrujada o algo así?—me estremezco.

—¿Te asustan los fantasmas?—ladea la cabeza, y sonríe. Acto seguido, Jameson coloca sus manos en mis hombros y se inclina hacia mí—. Puedo asegurarte que hay personas que asustan más que los fantasmas.

Las palabras y la intensidad en la mirada de Jameson lejos de asustarme me provocan toda clase de sensaciones que no debería sentir y por su cercanía podría jurar que me besaría en ese mismo instante. 

Alguien Tiene Que MentirWhere stories live. Discover now