Lords & Ladies in Conflict [MAMP#3]

26. En la cuerda floja

Mi mirada no se separaba de la suya en ningún momento. Debía ser valiente, debía salir de ese lugar.

-¿Dónde lo tienes?-pregunté secamente, la mujer solo mostró una sonrisa vaga.

-¿Aún te preocupas por su seguridad, en serio?-rió bruscamente haciendo que me sobresaltara.

-¿Quién es su hijo?-cambié de tema radicalmente, en ese momento el recuerdo de Nick conmigo en el cuarto observando los papeles...mis padres habían enviado a un hombre a la carcél...

-Oh, es verdad. Soy muy descortés, matarte antes de presentarme no es lo ideal para mi régimen-sacudió el arma en el aire y la ubicó cerca de un ventanal. Mientras ella caminaba de nuevo hacia mi, verifiqué por todos lados a los guardias y las armas que poseían en ese momento, si quería sacarnos de aquí...debía ser bastaste cuidadosa.

De reojo miré a Sean que estaba siendo sujeto por dos hombres, él me hizo una señal con sus ojos, seguí el curso que me dictaba. Era una pared. Con una seña de mano le hice entender qeu no comprendía su punto, luego señaló hacia la cadera de la mujer. Poseía una llave, luego volví a la pared. Había una abertura...para una llave. Esa llave.

¿Sería la salida, una forma de escape o el lugar de custodia de Xav?

Entonces comprendí el punto de Sean. La llave, la necesitabamos y yo lo ayudaría a conseguirla.

Con cautela miré a los chicos que estaban pasando miradas entre ellos.

-Caroline, mucho gusto en conocerte, había escuchado tanto de ti, tus informes, datos, videos, hasta fotos, me decían que eras una escoria-me tomó de la mejilla dando un ligero apretón-Mi hijo mayor-hizo una pausa-Derek, el más querido por mi...fué encerrado en un lugar donde ninguno puede estar, creí que sería justo quitarles algo a tus padres, ya que tú torpemente arruinaste tu misión.

La miré con descaro. Su cordialidad me producía náuseas.

-¿Mi misión? ¿Se puede saber de qué iba eso?

-Ya lo sabes, pequeña.

Bajé la mirada y sonreí.

-Si. Ya lo sé.

-Si que eras una torpe en ese entonces, aún lo eres. Cuando ingresaste a C.R.A.I.N. supuse que serías mi perfecta arma de combate, pero me equivoque. A la hermosa niña se le dió por enamorarse y todo lo que se planeó se arruinó. Date el crédito de eso, destruiste años de trabajo.

-Enamorarme-dije esa palabra como si tuviera un mal sabor de boca.

-Si, enamorarte. Debo admitirlo...me sorprendió la valentía de ambos al querer salir de la sociedad. Pero desde ese momento supe que no poseían la inteligencia suficiente para vencernos.

-Es hora de preguntarlo. ¿Quién diablos fué mi romance de verano?-jugueteé con mis palabras.

-¡Romance de verano!-estalló en risas-¿Así llamas al chico que salvó tu vida muchas veces y que pasan más de un año juntos? ¡Extraordinario!, te diré algo, a veces las mejores cosas mueren más rápido-su sonrisa fué bajando hasta que detecte una cierta malicia en sus hojos-Entra.

En el momento en que iba a decir algo, la puerta se abrió bruscamente atrayendo todas las miradas que estaban el el salón. Se me puso la piel de gallina en seguida por la corriente de aire que ingresó. Pero hubo algo que simplemente me dejó sin palabras y con el pulso minimisado.

-Hola, Danna-su voz se había vuelto fría y desolada.

-Tú...no.

-¿Qué te parece?-abrió los brazos y se hizo una reverencia-¿Te noto sorprendida o es mi idea?