Solo Tú [Baji Keisuke x Oc]

Prólogo

Nota: Está es una narración desde el punto de vista de la protagonista, la cual se da en noviembre, cuando Baji trata mal a todos sus seres queridos.

No sé asusten. ♡

Noviembre 2005

Si pensará un poco, al menos por un segundo e hiciera un retroceso en mi vida, de seguro encontraría las respuestas a como termine en un lugar sombrío en un día lluvioso, aunque jadeaba en un intento desesperado de llenar mis pulmones de aire porque me sentía cansada de tanto como física y mentalmente, tenía un poco de tiempo para pensar él porque estaba aquí.

El porqué, supongo que era Keisuke, ¿Y cómo llegué al azabache?, Esa era una buena pregunta.

Entre mis memorias que estaban dispersas por el temor que me producía ese lugar sombrío, pero logre recordar que era una tarde con un bonito atardecer anaranjado y yo estaba de curiosa como siempre, metía mis narices donde no me llamaban, típico de mí, aunque mi mamá decía que debía procurar no meterme donde no me llamaban.

Sin embargo, fue la mejor decisión que pude tomar en mi vida, asomarme por ese salón, pues mi aburrida y solitaria vida cambio en el momento que conecté mis pupilas con las del chico del cabello largo que se encontraba en esa aula.

Todo lo que conocía y en todo en lo que creía cambio en ese instante, la dulce chica que procuraba seguir las indicaciones de su madre y ser buena hija murió en ese momento, no supe más de ella, y me alegro que haya muerto, pues su vida era muy aburrida que nadie, más que su madre, recordaría su muerte y sería triste que una chica tan joven muriera olvidada.

No debería pensar en la muerte, pero no tenía amigos ni mucho menos familia más que mamá que llorarán por mi muerte y era doloroso hasta cierto punto pensar eso en plena adolescencia, ¿Alguien me extrañará si llego a faltar? ¿O simplemente seré olvidada?

El olvido es doloroso, pero él, sólo él, tomo mi mano y me atrapó del abismo de soledad por el que caía el cual me conducía a una caída de olvidó, aunque sinceramente dudo que él sepa que me rescató del quedarme olvidada, pero aun así se lo agradezco infinitamente.

Keisuke no era el chico más listo en la escuela, de hecho, con trabajos podía escribir un párrafo sin equivocarse, era normal en él, y ni hablar en matemáticas, pese a eso, lo consideraba un chico muy inteligente, aunque nadie de su círculo social lo creyera o lo notase, él era bastante analítico, y algo impulsivo, bueno, era muy impulsivo.

Ese era el Keisuke que del que estaba enamorada, un buen amigo, un tipo agradable, un buen compañero, bondadoso y carismático por naturaleza, impulsivo y agresivo casi siempre, al menos a la hora de pelear, pero como se la pasaba con Chifuyu, casi siempre peleaban y después iban a comer para recuperar fuerzas.

Mamá hubiese enloquecido si supiera que me enamore de un pandillero, uno que solía ser un tanto impulsivo y agresivo, pero curiosamente era un amor de persona conmigo, era como si me mostrará su lado blando y me cuidara del lado que lastima a los demás.

Aunque quiso cuidarme de ese lado tan peligroso para mí corazón tan frágil, no lo logró...

Pero solo él era capaz de hacerme añicos y reparar me como si nada, me confundía bastante eso, pero era un don especial que solo él poseía.

Ahora me preguntó si nos rompimos mutuamente, o si Keisuke me quebró el corazón y él se fue haciendo pedazos al verme tan rota... Es una cuestión compleja lo sé, que probablemente yo solo entienda, no tengo la respuesta aún, pero ambos coincidíamos en algo, no debimos conocernos a esta edad o quizás nunca, eso hubiese sido lo mejor para ambos, no era por los corazones rotos ni esas cosas, era por nuestro bien.

—Solo tú haces que cambie y sea tan cursi, me da asco está Keisuke cursi, pero no puedo evitarlo y además sé que te gusta. —Cuando Keisuke me dijo eso, se me quedo tan grabado en el corazón y la mente, pues su tacto al hablarme fue tan puro, algo inocente y muy cariñoso.

Nunca me ha gustado afrontar mis problemas, era una miedosa que huía de todo, prefería la paz y evitar las peleas, y mira con quién fui a parar, eso sí cuando me tocaba enfrentar mis problemas —aunque la mayoría de veces era obligada a enfrentarlos—, era valiente y fuerte, que era capaz de todo solo para obtener un resultado victorioso.

A pesar de eso, si tuviera un tiempo para ver los almendrados ojos de mi azabache favorito, tomaría su rostro con mis manos cuidadosamente, acariciaría sus mejillas y firmemente le diría.

"Solo tú puedes quebrar mi corazón y repararlo, por favor no lo vuelvas a romper, te quiero Kei..."

Holi espero que les guste esta nueva historia. ♡