Solo Tú [Baji Keisuke x Oc]

2

“Cambios drásticos.”

No sé en qué momento mi vida cambio tanto, de hecho, si lo sé, pero no creí que por asomarme a ese salón iba a terminar metida en una pandilla, bueno, no formo parte de la pandilla, mejor dicho, no creí que terminaría relacionada con una pandilla. Sé que suena repetitivo, pero de verdad que no esperaba un cambio tan drástico en mi vida solo por asomar la nariz en un salón.

Ahí estaba a un lado de Baji, asustada porque tenía miedo de que la policía llegará y nos arrestará por el crimen que estábamos por cometer, ¿Me iría bien en el reformatorio?, No lo sé, pero tenía miedo, así que me escondía en sus espaldas tomando nota mental de como incendiar cualquier automóvil. De hecho, el reía de vez en cuando al verme como un cachorro asustado, creo que hasta cierto punto le parecía infantil, pero estaba a nada de cometer mi primer delito, era claro que iba a estar así de asustada.

Sentía que estaba a nada de vomitar lo que había comido por la tarde, me encontraba mareada y mis piernas temblaban sin control, pero debía calmarme, no podría pasar nada malo, me hallaba con dos tipos fuertísimos a los cuales les agradaba posiblemente, o me tenían pena y por eso me incluyeron en su grupo, aunque no me sentía muy segura en ese aspecto si les agradaba o no, creo que sí.

—Y eso es todo, ¿Tienes alguna duda?, —Me observó Baji girando un poco su cabeza, para verme escondida en su espalda como un cachorro asustado.

—N-ni una, —tartamudee asustada, de verdad tenía miedo de que la policía cayera mágicamente del cielo a arrestarnos.

—Entonces haznos los honores, —el de cabello largo me entrego un encendedor en mis manos y me coloco delante de él.

—¿Iré a la cárcel si lo hago?, —Me gire a verle.

—¡Nah!, Llevo haciendo esto desde que tengo como diez años y mírame, estoy intacto.

Simplemente le dije que sí con la cabeza, mis manos temblaban y sudaban frío por la adrenalina y el nerviosismo que sentía en ese momento eran mortales, pero quería hacerlo, al final de cuentas, yo había sido la que le había pedido a Baji que me enseñará a prender en llamas un automóvil, así que no podía echarme atrás de buenas a primeras.

—Vamos, ¡Tú puedes Reiko!, —Me ánimo Chifuyu, y sin más encendí el encendedor y lo lancé al auto, estaba asustada eso sí.

Antes de que pudiera reaccionar, una mano tomo mi mano para echarnos a correr, casi me llevo arrastrando, no sé si íbamos a huir de la policía, o de una posible exposición, cuando me di cuenta, Baji me estaba jalando del brazo para correr juntos.

Sonreí ingenuamente al ver que se había tomado la molestia de ayudarme a correr, cuando menos lo esperamos se escuchó una explosión a nuestras espaldas, así que tocaba fugarnos del lugar. Pero teníamos muy mala suerte, escuchamos unas sirenas provenientes de un vehículo policial.