04 | Nadie vió nada

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Aposentos de Gülşah Hatun, palacio de Edirne, Imperio Otomano.

La hermosa rubia se encontraba arreglándose para ver al sultán esa mañana, dejó su cabello largo suelto, había optado por un llamativo vestido verde esmeralda, y junto a este le acompañaban numerosas joyas, como pendientes y collares, claro sin ve...

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La hermosa rubia se encontraba arreglándose para ver al sultán esa mañana, dejó su cabello largo suelto, había optado por un llamativo vestido verde esmeralda, y junto a este le acompañaban numerosas joyas, como pendientes y collares, claro sin verse sobrecargada.

Dos toques a la puerta fueron suficientes para que despegase sus ojos de aquel espejo y los posara en la puerta dónde dos mujeres entraron cabizbajas, una jugaba con sus manos, mientras la otra se veía en mal estado quizá ella era la recién salida del calabozo.

—Muestren más respeto, ella es Gülşah Hatun, la madre del príncipe Mustafá, y la favorita del sultán.

Una de ellas se arrodilló, pero la otra se mantuvo de pie, claro, sin mirarle a los ojos. Esma observó a Gülşah esperando una reacción negativa como es normal por parte de ella, pero simplemente, la rubia sonrió y se acercó a ella.

—Ustedes son las esclavas que armaron el escándalo de ayer en el harén, ¿No?— la que se había arrodillado levantó su rostro para verla sorprendida.— abajo, los chismes corren rápido. — le ordenó a la castaña. —No quisiera perder mi valioso tiempo aquí, así que iré al grano, estás joyas son para ustedes.

Las jóvenes no pudieron evitar mirar dos cofres no muy grandes con todo tipo de joyas, oro y algunos aspers. Esma mantenía uno en cada mano, y Gülşah, de acercó y llevó uno de sus collares de zafiro a Hâfize.

—Te ves hermosa con el... y no sabes lo fácil que será ganartelassonrió mirandolas a ambas. —Por si no lo sabían Sittişah hatun, la mujer que estaba al lado de la Valide Hatun la noche de ayer compartiría cama con el sultán, pero ustedes le arruinaron la noche con su escándalo.— continuó hablando. —Enhorabuena, las felicito por ello. Ahora me servirán a mi, tendrán un simple trabajo con maravillosas recompensas, alejar a las mujeres que quieran intimar con el Sultán, pueden hacer lo que quieran; escándalos, peleas, y hasta envenenar...

Esma abrió sus ojos con miedo, no entendía como las mujeres estaban tan tranquilas mientras el ambiente se tensaba cada vez más.

—Es bromacarcajeó escandalosamente llevando sus manos a su abdomen.— Pero si quieren, no lo es.

—Acepto el trato señorita Gülşah, estoy para servirle— Hâzife tomó la palabra.

A-acepto el trato señorita Gülşah, también estoy para servirle— Mara titubeó un poco pero terminó por aceptar.

—Perfecto, puedes irte Hâfize, la nueva se queda.— ordenó.

Rápidamente Esma llevó a Hâfize hatun a las puertas de los aposentos dándole el pequeño cofre con joyas. Está reverenció antes de marcharse, y le guiñó un ojo a Mara.

Mal hatun, ese será tu nombre nueva— sonrió.

—No tengo intenciones de cambiar ni verdadero nombre, es quien soy, y representa dónde vengo, señorita Gülşah— se mantuvo cabizbaja.

𝐏𝐄𝐑𝐓𝐄𝐕𝐍𝐈𝐘𝐀𝐋 ©Where stories live. Discover now