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YoonGi veia a los niños correr y jugar entre ellos por el grande jardín que cubría aquella enorme casa, no pudiendo evitar sonreir con orgullo. Observó cómo los pequeños giraban su rostro en su dirección, y con una amplia sonrisa en sus rostros, corrían en su dirección mientras lo llamaban por "mamá". Caminó hacia ellos, con la intención de tocarlos, cuando la voz de Namjoon se hizo presente detrás de él. Ambos niños, le pasaron do largo solo para ser sostenidos por los brazos de Namjoon, quien no tardó en proporcionar varios besos en la nuca y ambas mejillas de cada uno. 

Abrió los ojos y se sentó de golpe sobre la cama, mientras luchaba por regular su respiración.

—¿Estás bien? —Dijo Jimin a su lado, sentándose de igual manera en la cama.

YoonGi trató de enfocar su mirada, mientras intentaba disipar el malestar que aquel sueño le había ocasionado. No entendía porque demonios le había afectado tanto. Respiro hondo y paso sus manos por su rostro, intentando despertarse por completo. Una vez logró calmarse un poco, decidió mirar a su prometido, quien lo veía confundido.

—Yo solo... Tuve un mal sueño. Eso es todo.

—¿Seguro que se trata de eso?

—¿A qué te refieres?

—Bueno, apenas y hablamos después de que llegaste de tu cita con el ginecólogo. Sin embargo, desde que me dijiste cual era el sexo de los gemelos, te quedaste bastante pensativo.

—Solo se me hizo raro que fuera un niño y una niña. Es normal pensar en algo como eso, ¿no es así?

—Lo piensas demasiado para mí gusto.

—Por  favor, Jimin. No empieces.

—Bien. Por cierto, quería enseñarte las nuevas invitaciones para la boda.

—Ah, ¿la qué cancelaste?

—La que pospuse la fecha. Si, de esa.

YoonGi guardo silencio y Jimin suspiró.

—YoonGi, amor. No me hagas esto, tu mejor que nadie sabe, cuanto deseo que seas mi esposo.

—No se nota Jimin, la verdad.

—YoonGi, mira tu vientre.

YoonGi observó por inercia su abultado vientre de cinco meses. Era grande, ya ni siquiera sus sudaderas extra grandes le ayudaban a cubrir en su totalidad el embarazo.

—¿Qué? ¿Vas a recordarme lo obeso que me veo?

—No. Te estoy recordando que, ni tu ni yo, queríamos que la gente se enterara que prestaste tu vientre para darle un hijo a tu amigo.

—No se suponía que fueran dos... Eso se salió completamente de mis manos.

—Lo sé. Y es por eso mismo que quería enseñarte estas invitaciones, para que vieras que, a pesar de todo, yo sigo esperando con ansias casarme contigo.

—Pensé que habías dicho que te arrepentirás de haberme conocido.

—YoonGi... Entiéndeme, estaba celoso.

—Eso no te justifica.

—Yo lo sé, pero es que todo fue tan extraño. Primero las compañeras diciendo que te habían visto llegar con un tipo, luego salgo y te encuentro en el auto de ese idiota, ¿qué querías que pensara?

—Taehyung no es ningún idiota.

Jimin elevó sus cejas en sorpresa y YoonGi abrió la boca y la cerró, antes de continuar con lo que estaba diciendo.

Una espera equivocada ||TAEGIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora