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YoonGi observaba fijamente el perfil de su mejor amigo. Su mandíbula tensa, al igual que el ambiente que los rodeaba. Era obvio que Namjoon estaba molesto, aunque desconocía por completo los motivos. Lo único que se le venía a la cabeza en esos momentos, era que se hubiera percatado de sus confusos sentimientos, recientemente descubiertos por su novio. Y si, YoonGi no era tonto, claramente entendía que lo que sentía por Taehyung no era simplemente agradecimiento o cariño. Él lo deseaba, quería mucho más de lo que sabía que podía obtener de él. Pero tampoco era tan desgraciado como para intentar hacer un movimiento, además de no considerarse alguien exactamente coqueto, sabía que era la persona con la que su mejor amigo compartía su vida, y con quien se casaría algún día. Y aunque aquello le dolía, solo le quedaba aceptarlo.

Pero sus pensamientos se detuvieron repentinamente al ver donde se estacionaba Namjoon.

—¿Qué hacemos en tu casa? —Preguntó YoonGi confundido.

—Dime algo, YoonGi, ¿Has pensado en el proceso que se lleva para poder quedarme con los niños?

YoonGi sintió su estómago hecho nudos. Aunque una parte de él se sentia aliviado de que sus culposos sentimientos no hubieran sido descubiertos, aquella pregunta no le había gustado en lo más mínimo.

—Yo... No tengo idea. —Respondió YoonGi con honestidad.

—Bien. Bajemos del auto, quiero darte algo. —Dijo Namjoon, saliendo del auto.

YoonGi lo siguió, ingresó a la casa y se sorprendió al ver a Taehyung en la sala, quien veía a Namjoon fijamente, sus brazos cruzados en señal de desacuerdo.

—¿Puedo saber porque le dijiste al ginecólogo que adelantara la consulta?

—Tenía cosas pendientes por hacer en la tarde, así que creí que sería lo mejor. —Respondió Namjoon, restándole importancia —. Mejor dime, ¿qué haces aquí?, dijiste que trabajarias hasta tarde.

—Soy mi propio jefe, puedo decidir hasta que hora trabajar, o incluso puedo faltar todo un año, si así lo quiero.

—Esa no fue la pregunta que te hice.

—Namjoon. —Habló YoonGi esta vez, comenzando a sentirse nervioso por el denso ambiente que lo rodeaba —. Mejor me voy, ustedes tienen que hablar, y yo...

—Tu no vas a ningún lado, no sin antes firmar el contrato.

—Nam. —Dijo Taehyung con firmeza, dedicándole una significativa mirada.

—¿Qué contrato? —Preguntó YoonGi.

—Hablaré con YoonGi antes. —Habló Taehyung —. Le explicaré el proceso y entonces sólo...

—Tu no tienes porque involucrarte más en esto. Ya has hecho suficiente todo este tiempo. A mis espaldas, pero lo has hecho.

—Yo fui honesto contigo, y lo sabes. Jamás he hecho algo de lo que puedas juzgarme. Solo traté de complacerte en todo.

—Exacto, y ahí está el problema; trataste, pero no lo hiciste. Yo me haré cargo desde ahora, así que puedes volver a tu trabajo si lo deseas.

—¿Nam?

Namjoon lo miró y luego suspiró, antes de acercarse a uno de los cajones de un mueble, y sacar una carpeta. La extendió hacia YoonGi y YoonGi la tomó, para leer el contenido.

—¿Qué es esto?

—Es un documento legal, en donde estipula que estas completamente de acuerdo en entregar la custodia total de los bebés a mi cargo. Deslindandote de todo tipo de responsabilidad, y/ o derechos sobre ellos, accediendo a que yo sea el único  de tenerlos.

YoonGi sintió que su boca se secaba al escuchar aquellas palabras de parte de su amigo. Prácticamente obligándolo a alejarse totalmente de los pequeños que crecían en su vientre, aquellos que tenían su sangre.

«No quiero hacerlo. Son míos, ellos son mis hijos ».

—YoonGi, ¿qué esperas para firmarlo?, estoy esperando.

YoonGi miró a Taehyung, decepcionandose al ver que este mantenía su mirada en otro sitio.

Obligándose a ignorar la tristeza en su corazón, el respondio:

—¿Podrías darme un poco más de tiempo?, no me siento muy bien en estos momentos.

—Me voy. —Dijo Taehyung, pata retirarse de ahí.

Se escucho el sonido del acelerador y ambos guardaron silencio por unos segundos. Silencio que fue interrumpido por Namjoon.

—Mañana iré por ellos a tu casa, ¿eso te parece bien?, creo que ese tiempo será más que suficiente.

—Si. Estoy bien con eso.

YoonGi salió de aquella casa con su ánimo por los suelos. Quería llorar, quería gritar, hacer cualquier cosa que disminuyera el dolor que sentía.

Un auto se paró frente a él, y la puerta del copiloto se abrió, dejando ver a Taehyung.

—¿Qué haces aquí?

—Entra.

YoonGi hizo lo que le dijo, y se adentro al vehiculo. El camino fue silencioso. No fue hasta que llegaron al pequeño departamento, que Taehyung decidió hablar.

—No le hagas caso a Namjoon, son ideas que pasan por su mente. Hablaré con él.

—No creo que sean ideas de su mente. Conozco a Namjoon, el realmente es muy listo.

—YoonGi.

—Me lo merezco, he sido un mal amigo.

—Tu no haz hecho nada malo.

—Lo hice.

—YoonGi, mírame.

YoonGi lo miró y Taehyung continuó:

—Tu no has hecho nada mal, ¿de acuerdo?, solo espera a que...

YoonGi se inclinó y besó sus labios, sosteniendo fuertemente su rostro con sus manos.

—Perdoname. —Dijo YoonGi, para separarse de Taehyung y salir del auto.

Ingresó al departamento con lágrimas en sus ojos. No pudiendo reprimir más sus sollozos.

—¿YoonGi? ¿Qué te sucede?

YoonGi elevó la mirada, encontrándose con Jimin ahí.

—Jimin, ¿Qué haces aquí?

—Olvide unas cosas. Pero dime, ¿qué pasa?

—Jimin.

—¿Qué?, me asustas, YoonGi.

—Creo que deberíamos terminar.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Porque te he mentido durante todo este tiempo.

—¿Qué quieres decir?

—No me hice ningún tratamiento para quedar embarazado. Yo realmente me acosté con Taehyung.

Una espera equivocada ||TAEGIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora