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¿que es lo que me hace falta?


desgraciadamente el descanso termina en algún momento y vuelves a ese monótono trabajo arduo, en pocas y simples palabras las vacaciones habían terminado. Eso significaba que ya estaba abierta la entrega de él proyecto final

-¿cuánto te falta exactamente para tu historia?- pregunto Akutagawa, ambos estaban en la universidad, sentados sobre unos asientos que estaban por fuera de las aulas en el área libre. Chuuya suspiró un poco con un pequeño puchero -bueno... voy por arriba de la mitad pero me quedé sin inspiración de nuevo- dijo con pesar, el pelinegro suspiro ya conociendo perfectamente aquellas palabras de su compañero, despues la voz de cierto castaño y sus amigos se escuchó no muy lejos -wao, ¿de verdad la has terminado? chico, eres rápido- lo alabó Dostoevsky, Chuuya sintió cierto enojo al escuchar sus palabras -oh, bueno, supongo.. entregaré el libro hoy, tengo justo aquí la usb- explicó mientras mostraba aquel pequeño artefacto color negro

-vaya, parece que te ganaron Chuuya- río con suavidad el pelinegro, sin embargo Nakahara simplemente se acercó a Dazai de la nada, tomando su usb estrellandola contra el piso, como si no fuera suficiente empezó técnicamente a bailar sobre ella, pisandola una y otra vez hasta que quedó hecha basura.

-¿que mierda...? jodido Chuuya, ¡voy a matarte!- exclamó Osamu mirándole furioso, Chuuya se burló mientras lo miraba con una sonrisa -¿porque te enojas tanto? sé que tienes el archivo guardado- río un poco, sin embargo al notar como Dazai se acercaba empezó a ponerse más serio -¡¿y eso que demonios importa?!- se quejo, después con su puño golpeó a Chuuya rompiendole así el labio, el pelirrojo técnicamente se abalanzó a él haciendo que ambos quedarán en el suelo, Nakahara empezar a golpearlo en el rostro y su abdomen, Dazai igualmente se defendía, jalandole el cabello y golpeando su pómulo. Solo entonces Akutagawa, Nikolai y Fyodor se acercaron para poder separarlos antes de que alguno terminará peor.

ambos estaban completamente heridos, pero Dazai era el más afectado, tenía la ceja partida y su nariz empezaba a sangrar sin parar, su ojo izquierdo estaba morado. Chuuya tenía cortadas pequeñas alrededor del rostro, pero la comisura de su labio estaba técnicamente hecha pomada

-¡bastardo!- alegó Nakahara, Dazai le miraba con el ceño fruncido esa era la forma en que mostraba su descontento, los dos chicos se llevaron a Dazai de ahí mientras que Akutagawa le miraba como si acaso estuviera decepcionado de él -¿que mierda fue eso Chuuya?- le cuestionó con reproché, el mencionado le miro indignado bufando mientras iban al sanitario dónde Nakahara empezó a lavarse el rostro -¿encerio vas a defenderlo a él? ¡se supone que eres mi amigo!- se quejo, mientras Akutagawa negaba con la cabeza una y otra vez -Chuuya, literalmente fuiste a él, bailaste sobre su jodida memoria USB y le rompiste la cara, encerio, esto ya no es normal ¿porque lo hiciste?-

el pelirojo suspiro secando su rostro con su propia camisa, mirando mal a su amigo -simplemente me enoje porque ya terminó su trabajo y yo no- el pelinegro nego con la cabeza -oye, eso es mental ¿sabes?-

el otro contestó -no necesitas entendernos-.














-tranquilos, la hemos tenido peor antes- sonrió el castaño mientras que la enfermera de la universidad se encargaba de sus heridas, Nikolai le miro parpadeando un par de veces -bien, no voy a preguntar sobre eso- sin embargo el pelinegro lo miro de reojo -yo si, ¿que sucedió?- Dazai sonrió

-bueno, hay muchas cosas terribles, pero sin duda alguna lo de las escaleras fue pasarse, era un tercer piso y ligeramente me arrojó- Fyodor lo miro sorprendido al igual que él otro, mirándose por un momento -definitivamente uno de ustedes dos va a morir un día por el otro- hablo el ruso pelinegro, Dazai asintio -seguro que sí, yo seré quien termine con él- hablo con tranquilidad, después ambos salieron de la enfermería. Afortunadamente Chuuya ya no estaba ahí. Fueron a comer pizza despues de clase para olvidar lo que había sucedido, había sido una tarde agradable pero ahora estaba el cielo color oscuro, era hora de irse a casa

-Fyodor, ¿podrías acompañarme a casa?- le pregunto Osamu, el mencionado le miro con algo de pena -lo siento, debo ir a recoger a Sigma al casino antes de que cierre.. pero si quieres puede ven...

-no, tranquilo. ¿y tú, Nikolai?- el mencionado nego igualmente -yo debo....

-no te preocupes, esta bien- habló el castaño

-lo sentimos- recibió como respuesta.










solo era ir a casa.
simplemente eso, no había razón para sentirse intranquilo con esa simple acción

fué a casa como todos los días, pero esa vez era de noche, aún así no tendría porque ser diferente.... o tal vez si -Finalmente solos- escucho a sus espaldas, ahí se encontró con el rubio, Kunikida.

-si... definitivamente hice lo correcto al cortarte el cabello, te vez mucho mejor así- hablo el más alto mientras se acercaba a él castaño pasando sobre sus dedos el cabello ajeno brindando una caricia malsana, Dazai se alejó de él -Escucha, simplemente olvidemos que todo esto sucedió- le propuso pero solo escucho una pequeña risa mientras negaba -no Dazai, ¿no puedes entender que me perteneces? te he estado buscando como para que ahora me digas todo esto, lo peor es que todavía después de tanto sigues siendo la puta de Chuuya-

Dazai le miro atentamente, simplemente escuchando con la mirada sería, intento caminar aún con el ahí, pero no funcionó en absoluto -¿a dónde vas Blancanieves?- ese apodó... cómo lo odiaba

-Pierdete- intento golpearlo, pero sus brazos eran más cortos que los del otro y ni siquiera logro hacerle el daño que creía, en cambio recibió un golpe en el estómago, uno que le saco el aire por completo, tuvo que toser un par de veces para poderse recuperar de aquella sensación -¿perderme? encerio Dazai, me gustaría matarte ahora mismo- murmuró en un susurró acercándose al oído ajeno, solo entonces Dazai le dió un golpe bajo aprovechando la oportunidad de escapar, su departamento aún estaba lejos.. unas cuantas cuadras, quizá podría llegar

empezó a correr tan rápido como podía, escabullendose para poder confundir al rubio con su paradero, mientras corría chocó con alguien, alguien que identifico al instante

-Chuuya-

-Dazai-

hablaron mirándose, sin embargo Dazai reaccionó al instante mirando hacia atrás dándole una última mirada al pelirrojo antes de volver a correr, ese hecho confundió al más bajo, pero pudo imaginarse que era lo que estaba sucediendo exactamente.

Kunikida... Corrió detrás de Dazai, sabía que escapaba a su departamento, miraba hacia atrás de vez en cuando notando como una melena rubia se notaba un poco no mucho lejos, cuando llegó al departamento de Osamu tocó la puerta y fue abierta enseguida, Dazai conocía tan bien a Chuuya que sabía incluso como tocaba la puerta -¿te siguió?- fue cuestionado al instante, el pelirrojo se encogió de hombros

-quizas, debiste decirme- hablo, el castaño suspiro un poco mientras iba hasta la cocina tomando un poco de café, Chuuya notó como había una taza extra así que la tomo y bebió de ella -queria defenderme por mi propia cuenta- explicó

-¿porqué?- respondió el más bajo, despues Osamu miro por la ventana, notando cómo Kunikida estaba alrededor de la casa, entonces miro al pelirrojo -porque.. en tu historia pusiste que las almas rompen esas cadenas que los unen- Chuuya lo miro ciertamente sorprendido por aquellas palabras que había dicho, él realmente había leído su historia, deseaba no sentirse alabado por eso -¿eso es lo que quieres?- le pregunto, Osamu se encogió de hombros sin saber cómo responder correctamente a esa pregunta -no lo sé, quizás es lo correcto-

-lo correcto es que denuncies a Kunikida por acoso y agresión, lo correcto es que hayas denunciado al profesor de la facultad de medicina que te pidió quitarte la ropa y casi te violaba. ¡Lo correcto es que tú y yo sigamos juntos así como ahora!-  hablo poco a poco más fuerte, Dazai le miraba escuchando lo que decía

-¿denunciar? ¿lo dices tú qué no lo hiciste? ¡mi padre te destruyó la vida!-

Nakahara respondió -¡sí! ¡¿no sé supone que por eso lo matamos?!-

silencio. nadie digo absolutamente nada al respecto de eso -deberias dormir aquí, Kunikida esta afuera y podría hacerte algo- murmuró Osamu despues de unos cuantos minutos que ambos habían evitado ensamblar alguna conversación o una mínima mirada -esta bien- contestó Nakahara

las cadenas no se rompían por las que lo intentaban, incluso aunque sea una ironía las almas que se odiaban debían pertenecer juntos

incluso aunque fuera o no lo correcto.

𝒖𝒍𝒕𝒓𝒂𝒗𝒊𝒐𝒍𝒆𝒏𝒄𝒆 Where stories live. Discover now