••••••••••

752 93 54
                                    

esto es lo único que compartimos... estos recuerdos fragmentados que penetran en la nuca.




Nakahara estaba duchandose, pensando en sus propios sentimientos, escuchando como Dazai cantaba aquella canción que tanto le gustaba.

Salió en unos cuantos minutos de la ducha, miro como Osamu estaba frente un computador, escribiendo, Chuuya conocía perfectamente sus conductas, cada vez que ambos tenían sexo él empezaba a escribir, según sabía había empezado a trabajar en un nuevo libro, uno que aún no había podido leer.

-Dazai, me gustaría que fuéramos juntos a una fiesta, será algo privado, con unos amigos- hablo Nakahara, esperando con ansias la respuesta del castaño quien al oírlo le miro con confusión

-¿eh? ¿disculpa? ¿fuéramos?- exclamó, Chuuya se acercó a él sentandose a su lado en la cama, mientras asentía con suavidad -si, lo que oíste; ¿o que? ¿saldrás con esa mierda de que no eres tan gay para salir con otro hombre?- su voz sonaba ciertamente molesta, sin embargo muy para su sorpresa el castaño río mientras asentía -esta bien, vamos a esa fiesta- contestó, solo por un momento Nakahara se sintió un poco feliz, quizás era un sentimiento muy atrevido..por un momento pensó que estaba confundiendo sus sentimientos con la obsesión que tenía hacía Dazai (de mala forma) siempre queriendo dañarlo, verlo sufrir, hostigarlo, tanto que sonaba como si fuera un completo sádico, tal vez lo era...tal vez era así pero no le convenía aceptarlo.
















Habían ido a aquella fiesta.
Dazai estaba algo confíado debido a que Chuuya se encontraba con el, así que se permitió relajarse.

había chicas lindas, pero por primera vez decidió que no iba a coquetear con ellas, el mismo estaba conciente que ese hecho era absolutamente raro pero lo dejo pasar y le resto importancia, ahí conoció a un chico, rubio de cabello claro con una turbia sonrisa -oh, Chuuya ¿vas a presentarme a tu novio?- aquel chico hablo, mientras a su lado se encontraba otro de cabello oscuro y algo largo, Nakahara bufó al oírlo acercándose con Dazai detrás de él

-Oye Jouno, él no es mi novio-

el mencionado sonrió mirando al castaño detrás de él, este decidió meterse descaradamente a la conversación -por supuesto que no, yo no soy gay- contestó

-ya veo- dijo el chico de cabellos claros, después miro a su compañero -¿que opinas Tecchou?- el pelinegro comía una soda, al escuchar al otro se encogió de hombros -no creo, tienes pinta de gay, aparte sabes que está es una "reunión" gay ¿no?- Osamu miro a Nakahara por un momento, este también lo miro y tomo su brazo llevándoselo de ahí hasta un lugar ligeramente más privado -Chuuya, tú has estado peleando con chicos que se acercan a mí y ahora me has traído a un lugar donde hay cientos de ellos- hablo con una seriedad que Nakahara debía admitir no le quedaba para nada

-no te preocupes, estas conmigo- contestó intentando disminuir por un momento su evidente molestia -vaya, que afortunado soy- respondió Osamu con ironía. Nuevamente Chuuya empezaba a llegar al límite de su escasa o quizá nula paciencia

-deja de ser tan molesto joder...- murmuró intentando con todo su ser no gritarle y golpearlo en ese momento como tanto deseaba hacer, quería romperle la nariz o aún mejor, tomarlo del cuello, pegarlo a la pared y alzarlo mirando como su rostro se ponía rojizo para después darle el sexo de su vida mientras miraba su rostro detenidamente, dándole bofetadas si en algún momento desviaba su mirada de él, incluso si solo era un segundo.

-Y tu deja de ser un idiota, ¿porque me has traído a una reunión gay? para que lo sepas, no soy gay-  hablo con poco entusiasmo, después de eso Nakahara suspiró profundamente y con ello acorraló al contrario, aún con la evidente diferencia abismal de estatura, Chuuya era capaz de a pesar de su altura intimidar a cualquiera  -créeme que esa frase tuya de "no soy gay" me tiene de la mierda Dazai, eres un maldito hipócrita que está tan avergonzado de sus propios sentimientos que ni siquiera puede aceptar algo tan miserable como decir que te encanta tener sexo conmigo, porque tú asqueroso padre te decía que parecias un marica y eso te afectó psicológicamente pero obviamente tu jamás lo dirás, porque eres un cobarde- hablo de forma rápida y dura, con su tono de voz a pesar de que evidentemente lo estaba insultando Osamu no pudo evitar sonrojarse por aquellas palabras, Chuuya al verlo soltó una pequeña risa

𝒖𝒍𝒕𝒓𝒂𝒗𝒊𝒐𝒍𝒆𝒏𝒄𝒆 Место, где живут истории. Откройте их для себя