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seguir con esto va a matarnos por dentro, lo hemos dicho tantas veces, pero parece que ni siquiera nos importa.






Desde aquel día, sus encuentros habían aumentado lentamente, quizás habían empezado a verse cada dos semanas, pero poco a poco esa necesidad que sentían mutuamente cambio radicalmente, hasta el punto de llegar a verse casi, cada día.

aún así, conservando todas las reglas impuestas por Dazai, sin cambiar alguna en lo más mínimo.

-Joder Dazai, deja de decir en el sexo que no eres gay- chaspeo Chuuya apretando uno de los glúteos del castaño con fuerza, este se estremecío más soltó una carcajada llena de la más pura arrogancia -soy bisexual..~- aclaró, retorciendo sus piernas húmedas contra la cama, arrugando las sábanas tintas del pelirrojo quien sonrió por aquella acción del otro, empezando a embestirlo lentamente pero llendo profundo contra él, sintiendo como se contraía y su manos contra la cama temblaban incapaces de poder soportar sostenerse a si mismo; quizás esas peleas durante el sexo era lo que volvía adictivo aquello

ya que seguramente de cualquier otra forma, ambos acabarían aburridos por completo

-¿encerio...?~ ni siquiera te has acostado con una mujer en estos meses..~- se burló, mirando la entrada de su amante, relamiendo sus labios y con ello acercando más lubricante, incorporándo sus dedos aún cuando el mismo se encontraba dentro de él, ambos sabían lo que venía, era tan caliente, tan difícil, tan doloroso

-¡nhg..! duele...- musitó el castaño, con una voz casi irreconocible, dejando por un momento aquella voz masculina detrás

-no actúes como si fueras puro, te encanta cuando duele- hablo, con voz demandante, el jamás fue amable, tampoco cariñoso, ninguno de los dos lo era, solo se enfocaban en su propio placer, realmente para Nakahara era una venganza, por cada cosa mala que le había hecho, ver sometido al castaño le resultaba placentero, en todo y completo sentido, sin duda alguna

-hijo de perra- hablo a duras penas el castaño entre una sonrisa con el rostro tibio y jadeante, con saliva saliendo un poco de su boca embobado por el placer que estaba sonriendo en ese momento -di lo que quieras, pero tú está vez me rogaste para que viniera a joderte...~ ¿quien está en desventaja aquí Blancanieves...?- le susurró al oído, pasando sus uñas por la espalda del otro lentamente y de forma tortuosa, aquella piel se erizó por completo, aún cuando el tacto dejaba marcas rojizas sobre su piel, Nakahara no iba a negar que en más de alguna ocasión deseó besarlo, al menos besar su cuerpo... pasar lentamente su lengua por su espalda, sentir como el castaño le rogaría por qué siguiera

pero, desgraciadamente, el seguía repitiendo que no era gay. Esa frase le molestaba y le recordaba que Dazai era un hijo de puta

-m-mierda..! no me llames b-blan... Blancanieves- gimió retorciéndose, ese apodó, Chuuya se lo heredó cuando estaban en escuela primaría y desde entonces lo llamaba así a veces, sin embargo le traía malos recuerdos, cuando Kunikida se enteró igualmente lo llamo así, por eso lo odiaba.

-shh...~ eres jodidamente ruidoso... te quejas y te quejas pero seguimos aquí después de un tiempo..-

Nakahara susurró, sacando sus dedos y con ello acercando un vibrador a su entrada, Chuuya tenía una sonrisa aterradora en el rostro, sí... definitivamente se iba a divertir mucho esa noche

-¡o-oye! ¡espera!- hablo Osamu con un pequeño nerviosismo, apenas unas cuatro veces habían practicado la doble penetración y no eran exactamente experiencias muy placenteras al principio, quizás para Chuuya si, pero no para Dazai quien solo empezaba a disfrutarlo cuando se había dilatado enormemente.

empezó a rozarlo y después adentrarlo poco a poco, intentando saber si era prudente seguir o no, ellos a pesar de no tener una relación específicamente de SD o (sumiso-dominante) indirectamente habían incluído una palabra de seguridad y ninguno en algún momento había dicho algo como eso, ya que Dazai también disfrutaba torturarlo a menudo; dentro de poco aquel vibrador también estaba dentro de él, las piernas de Dazai temblaban de un lado para otro, pero su rostro era rojo, mientras que se sentía invadido por un placer que parecía hasta imposible de controlar, el dolor, si... era esa sensación

-hnm... nhg!-

jadeo de forma entrecortada, su rostro estaba rojo y tibio... solo entonces Nakahara  encendió aquel vibrador, el castaño soltó un fuerte gemido, Chuuya se le unió al sentir también aquella vibración, sonrojandose al instante entre jadeos

-lo siento Dazai, v-voy a...

-ni s-si...siquiera lo pienses! si lo haces dentro voy a matarte- Osamu conocía perfectamente aquel tipo de voz jadeante, era atractiva, tanto que combinado con todas las sensaciones que sentía lo hicieron llegar al orgasmo, al igual que él pelirrojo quien lo hizo una vez salió del interior ajeno y con ello apagó aquel vibrador, dejando escuchar aquellas respiraciones rápidas y forzadas; pero ambos incapaces de mirarse uno a otro, por más que desearan ver la cara satisfecha del otro, aún cuando Chuuya no estaba del todo satisfecho con las peticiones de Dazai, las cuales consideraba ridículas y sin ningún sentido o propósito, pero joder, claro que tenían uno, uno muy bueno.

después de cierto silencio Dazai se vistió con ropa floja y dejo ver su rostro, el habitual, sin ningún rastro de sexo -ire a ducharme- hablo Nakahara, Dazai asintio restándole cierta importancia, pero después lo miro de reojo teniendo curiosidad sobre algo en particular -por cierto.. ¿que tal tu historia? la debes de entregar en dos semanas, ya debiste de haberla terminado- hablo, devolviendo su atención a su teléfono; Nakahara cuando lo escucho volteó a verlo interrumpiendo su acción -el final es lo que aún no se cómo hacer, es decir.. no puedo poner "y tuvieron sexo juntos hasta que se aburrieron del otro, fin"- habló, hubo un corto silencio hasta que Osamu soltó una carcajada eufórica, una que a Chuuya le sorprendió pues jamás había visto que riera con una alegría como esa y más cuando se trataba de una estupidez como la que había dicho -¿quieres decir que has puesto en tu historia que tenemos sexo?-  cuestionó con cierta diversión, Nakahara bufó riendo mientras negaba

-no directamente, lo puse como si ambos hubiéramos decidido compartir un espacio juntos, por un deseo o satisfacción corporal- explicó, Dazai le miro divertido

-es una forma elegante de decir que tenemos sexo, así que realmente lo pusiste- río una vez más y después se estiró un poco más -deseo ver tu historia, encerio deberías de mostrarme, así que termina cuanto antes- le hizo un guiño, Chuuya lo miro con sorpresa y simplemente continúo entrando al cuarto de baño. Lavó su rostro restregando sus manos en este un par de veces, mojó también su nuca y se miro al espejo soltando un suspiro profundo

¿que estaba sucediendo con él? ¿porque a partir de todo esto estaba empezando a disfrutar un poco de la compañía de Dazai? ¿porque le parecía más atractivo ahora..? era tan confuso y no podía darle alguna explicación a lo que estaba sintiendo en ese momento... entonces se preguntó ¿cómo se sentiría Dazai? ¿sentiría también que había una conexión entre ambos?

acaso... ¿se estaba enamorando de él? deseaba realmente que no fuera así. 


caminamos en este camino retorcido, siendo flores de la oscuridad que florecen de la sangre derramada.

𝒖𝒍𝒕𝒓𝒂𝒗𝒊𝒐𝒍𝒆𝒏𝒄𝒆 Where stories live. Discover now