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"las espinas han perforado mi alma... derramando de ella, amor por mi soledad. Escondiendo nuestra arma mientras ríes"


"Las emociones son como el clima, afecta de alguna forma, incluso cuando no lo deseas... las emociones son debilidades, marea revolcándose entre la playa una y otra vez, que se mantiene estable en el día... pero en la noche se vuelve irreconocible, tal como la naturaleza humana.

aquellas dos almas gemelas emprendieron su camino probablemente aunque lo hubieran deseado la felicidad no los acompañaría... ¿porque? ¿quien podría saber semejante respuesta?

la elección en nuestras vidas y situaciones no depende de nosotros en realidad, somos esclavos del tiempo y consecuencia. Quizá por eso aquellas almas no podrían unirse completamente y solo vivían para el odio... entonces una de esas almas se preguntó a sí misma –¿cuál es el final? ¿cómo puedo terminar con este sufrimiento? deseo estar con él, pero detesto la idea de amarlo perdidamente– 

al final... si uno muere el otro debe morir también.. ¿no es cierto?"


Chuuya suspiro, mientras bebía un poco de café, no era aún el final, solo era una parte pensó que no tenía algún sentido apresurarse aún, esperaría un poco más para tener alguna inspiración para así poder continuar

sonó el timbre de su departamento, Nakahara fue al espejo mirándose un par de veces antes de salir con una caja de regalo sobre su mano, su acompañante había llegado.









"-Si realmente quieres seguir cerca de él.. me parece que debes ser tú quien vaya ahora hacia él-"

no... realmente Dazai no podría, se repetía a si mismo innumerables veces que no necesitaba a Chuuya en absoluto, no era alguna clase de capricho lo que sentía, era diferente, como si estuviera en juego su propia dignidad, una que francamente reconocía estaba desecha, siendo un adulto que es acosado y atormentado por figuras de su pasado

y le dolía

dolía saber que si no fuera por alguien más, Chuuya; jamás hubiera podido salir de esas situaciones, probablemente si no fuera por el estuviera muerto, ya sea por suicidio o por asesinado... Pero no, estaba vivo, por él

Osamu entendió que lo odiaba por tener todo lo que alguna vez soño llegar a ser y obtener, tal vez por eso estaba con muchas mujeres, quizá quería llenar su ego y virilidad... aunque jamás tuvo una relación formal y decente, nunca pudo haber dicho que tenía alguna novia porque literalmente nunca la tuvo, ahora que lo pensaba... tampoco Chuuya

Dazai desgraciadamente vivía encadenado a Chuuya, sabía todo acerca de él y jamás le conoció algún novio, solo tenía citas y salía con chicos de vez en cuando, pero desde su punto de vista nunca tuvo algo serio.

ese día era el cumpleaños de la tía de Chuuya, apenas eran las 10:38 y parecía que nunca era demasiado pronto para empezar a beber, Dazai se encontraba solo, pensando, mientras miraba a todo el mundo meterse en sus asuntos, hasta que él llegó, Nakahara Chuuya, el nombre que había estado odiando desde la infancia, sin embargo para su sorpresa no llego solo, venía con alguien, a quien pudo reconocer a la perfección... Ango Sakaguchi... un tipo mayor que ambos, quien según sabía la última vez ya tenía un trabajo en un despacho jurídico de abogados; ambos venían tomados de la mano y a Dazai lejos de enojarle lo había reír

era gracioso el hecho que a diferencia de otros años él no se sentará a su lado, era gracioso que ni siquiera le dedicará una mirada, era gracioso que toda su atención fuera a aquel hombre de cabello oscuro

𝒖𝒍𝒕𝒓𝒂𝒗𝒊𝒐𝒍𝒆𝒏𝒄𝒆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora